||Intenabo|| -One shots-

Una noticia... embarazosa

Es que no puedo creer que unas mandarinas sean más caras que unas naranjas, hay que joderse, es que hay que joderse, y en todo caso, ¡¿cuál es la diferencia entre una mandarina y una naranja?!

- J-jack, cariño... ¿podrías venir?- frunzo el ceño al escuchar la voz de mi bebé venir del baño.

Dejando las mandarinas de lado, me dirijo al baño, encontrándome con Gustabo de espaldas, temblando.

- ¿Bebé...? ¿estás bien?- digo, apoyando mi mano en su hombro, haciendo que tiemble aún más si es posible.- Hey, hey, tranquilo, ¿qué paso?

Escucho como suspira y se da la vuelta, con los ojos llorosos. No logro saber si es por felicidad, miedo, o ambas.

Tragando en seco, tomo su rostro.

- Me estás asustando... ¿qué tienes?- alcanzo a ver como se guarda un sobre en su espalda.- ¿qué es eso?

Se sobresalta, alejándose de mi.

- ¿Q-qué cosa?- Dice, soltando una risita nerviosa.- Ohh, creo que hablas de esto, ¿no?- Dice, tomando un jabón del lavamanos, para lanzarlo a mi cuerpo.

- ¿Qué mierda?- Lo miro frunciendo el ceño. Me dirijo a él, tomándolo de la cintura y dándolo vuelta.

- ¡Ehhh! ¡¿Qué haces?! ¡No! ¡No! ¡Suéltame!- Chilla, retorciéndose en mis brazos, intentando escapar, con éxito.

- ¿Me vas a contar por qué estabas llorando? ¿o voy a tener qué quitarte el sobre qué tienes en tú espalda?

Me mira asombrado. Lo interrumpo cuando piensa hablar.

- ¿Cómo? Pues fíjate que no eres muy cuidadoso al esconder cosas,- Elevo una ceja al ver que se queda callando, mirando al suelo.- ¿y?

Suspira, desordenándose el pelo.

- Es que,- Se apoya del lavamanos, respirando con fuerza.- n-no puedo, n-no puedo...

Me vuelvo a acercar a él, para sentarme en el retrete, poniéndolo en mis piernas.

Un sonrojo sube desde su cuello hasta sus orejas, haciéndolo ver sumamente adorable.

- J-jack, ¿q-qué haces?- Me pregunta, girando su mirada a otro lugar.

- Por las buenas, o por las malas, tú decides.- Tomando su rostro, hago que me mire a los ojos.

- E-es q-que.- Veo como sus ojos empiezan a brillar y su labio a temblar.

Pero... ¿qué hice ahora?

- Aber, Gustabo... ¿me vas a decir qué sucede?- Digo, pasando mi pulgar por su mejilla para limpiar las pequeñas lagrimas que caen por ella.

- E-es que, n-no m-me vas a creer.- Dice, pasándose sus manitas por los ojos.

- Amor, ¿enserio piensas qué no te voy a creer? Por favor, siempre lo hago, y ahora no va a ser la excepción.

- Es que... es algo, es algo...-Suspira, tapándose la cara.- okey, verás...

Se para de golpe para empezar a caminar de un lado a otro.

- Bueno, mhh, e-en mi familia, ehh, ¿te acuerdas de mi papá?- Dice, girándose para mirarme, nervioso.

- Por supuesto, cariño, como olvidarme de él, si actúa como una mamá oso.- Digo, riéndome, pero al ver su cara seria dejo de reír.- ¿paso... algo con tú papá?