Lost. [Luzuplay]

19.

-Auronsito...- Aquella dulce voz que amaba tanto le llamaba. Odiaba levantarse temprano, pero su querido lo estaba llamando.

-Dios, Luzu, cierra las ventanas...-Se quejó Auron mientras se escondía entre las sabanas al sentir el sol en toda su cara.

Luzu dio una leve risa y luego se acercó a el, abrazándolo aún con la sabana encima, solo sentía su cercanía y su respiración en su cuello.

-¿Acaso no planeas levantarte? ¿Tendré que sacarte a la fuerza?- Susurró en su oído dulcemente.

-...Eres un cerdo...-

-¿Yo? Tú eres el que se imagina un montón de cosas.-

-¡Tira pa' fuera, coño!-

Luzu reía mientras se alejaba y Auron salía de entre las sabanas.

Cada mañana con Luzu era tan agradable. Lo era todo.

-¿Auron?-

El llamado se movió en la cama al escuchar su nombre, le parecía tan familiar aquella escena. Levantarse con molestia por el sol, pero con un Luzu viéndole con su bella sonrisa.

-Buenos días, Auronsito.- Saludó Luzu al ver como comenzaba a tallarse los ojos, dando señales de que se levantaría.

Habían pasado unos tres días desde que salió del hospital y se quedó con Luzu. Al parecer su casa estaba "inhabitable" y de igual manera, había vivido con Luzu antes.

Luzu fue tan considerado que le dejó su habitación mientras que el se quedaba en otra parte. Sin embargo, se quedaba siempre cerca para estar disponible y atenderlo.

Nunca faltaba que viniera con el desayuno, y siempre que notaba que necesitaba algo se lo buscaba. Auron no podía quejarse, ciertamente vivía muy bien con Luzu, quizás no tenga recuerdos, pero sus sentimientos no mentían.

-Luzu.-Llamó Auron mientras tomaba asiento en la cama.

-¿Sí? ¿Pasa algo?-

-¿Puedo abrazarte?-

Definitivamente el castaño se esperaba cualquier cosa menos esa petición, sin embargo no tuvo problemas en aceptar.

-Por supuesto.-

Luzu se acercó y lo abrazó. Auron desde que había despertado se sentía tan... perdido, lejos de la realidad, en un mundo desconocido. Pero siempre que estaba con Luzu, se sentía reconfortado. El miedo desaparecía.

-Hoy tendré que salir, espero no te moleste quedarte solo.- Explicó Luzu mientras se separaba del abrazo.

-Estaré bien.-Respondió Auron. Quizás la idea de tener a Luzu lejos no le agradaba, pero no es como si no volvería.

-Bien. El desayuno está en la mesa, no debería tardar mucho, puedes salir sin problema, y Manolo te hará compañía.-

-Tu si parece que sabes quien soy, ¿No?- Hablo Auron mientras acariciaba a Manolo. Aquel cerdo parecía feliz con la presencia del psicólogo.

Luzu había salido, por lo que solo quedaba él junto a sus demás mascotas.  Y ahora que pensaba sobre mascotas, de cierta manera tenia nostalgia con ellas... ¿También poseía?

Sin embargo, sus pensamientos fueron opacados al escuchar la puerta ser tocada. No recordaba que Luzu le dijera que vendrían visitas. Pero parecía que era insistente.

No tuvo más opción y termino por abrir la puerta.

-¡Hasta que por fin abres, Luzu! Queríamos ver a Au-- Vegetta dejó de hablar al ver quién les había atendido.

Y Auron parecía demasiado nervioso al ver tantas personas fuera de casa, al parecer estaban todos los héroes presentes. Los cuales, con ninguno había hablado antes o visto. Solo sabia cosas por lo que le contaba Luzu.

-Luzu ahora mismo no está en casa... Pero, debería volver en un rato.-

Los héroes se miraron entre ellos, como pensando en que decir. Ciertamente querían abordar a Auron, pero justamente era algo que acordaron no hacer. No debía de ser nada fácil para este ver a un montón de desconocidos.

-¡Hola, Auron! Soy Alexby, no creo que te acuerdes de mi realmente... ¡Pero este es Fargan!-Saludó el más pequeño, tomando la iniciativa mientras señalaba a Fargan.

Por alguna razón, para Auron los nervios de antes iban desapareciendo. Sentía que podía confiar, bajar un poco la guardia. Además... Todos se veían tan felices y preocupados.

-Fargan y Alexby... ¿Los policías?-

Ambos parecía que le brillaron los ojos, ¿Quizás iba recordando poco a poco? Asintieron ante la pregunta.

-Soy Samuel, aunque también me llaman Vegetta o Triple 7. Dueño de un imperio flotante.- Se presentó, orgulloso por su casa. -Oh, y este es mi pareja, Rubén.-

-Rubén, Rubius, Rabís, Doblas... Cualquier nombre está bien.-

-¿Tú... Eres el sacerdote, no?- Preguntó sin estar tan seguro Auron.

-¡Sí! ¡Ese mismo soy yo!-

Para los héroes era un gran alivio ver como Auron había dejado de estar tan asustado y trataba de entender y recordar a cada uno.

-Soy Willy. Realmente no hay mucho que decir de mi, pero vivo en una casa árbol enorme.-

Por alguna razón, a Auron le entraron ganas de explotar algo... quizás un...

-¿Tienes un invernadero?- Preguntó casi sin darse cuenta.

A Willy le sorprendió la pregunta, sin embargo no le molestó responder.

-Por supuesto, te lo puedo mostrar un día, mientras no lo explotes.-

No iba a prometer nada.

-Y yo soy Lolito, el alcalde.-

-Lolo...-Susurró Auron. Aquel apodo se le vino a la mente y sin querer lo había dicho.

-¡Si! También puedes decirme así.-

-Bueno, ya que Luzu no esta y si... No te gusta la idea, podemos irnos y volver más tarde.-Dijo Vegetta.

-¡No!... Es decir, no es necesario. No creo que a Luzu le moleste, además... Dijo que no tardaría.-

-¡Fiesta en casa de Luzu!-Dijo Fargan entrando de primero, siendo seguido por los demás.

Quizás para Auron todo era muy nuevo. Pero por alguna razón se sentía muy feliz por ello.