Punto De Quiebre (Osomatsu-San Y Tu)

I

Cada vida estuvo atada a los Matsunos,en ni una sola pude deshacerme de ellos,supongo que en parte fue mi culpa.

—______,creí que no venderías hoy.—pronuncio el Matsuno de mirada carmín.

En sus piernas yacía su,supuestamente,"mejor amiga" de cabello marrón. Quien solo miraba con burla a la joven azabache.

—Y-yo...—balbuce como pude,la escena que presenciaba era tan impactante que no podía hacer nada mas que llorar.

—¿Y bien?

Hablo impaciente el mayor de los sextillisos,su mirada gélida era lo único que pertenecia a la pobre azabache en esos momentos.

La furia corria por sus venas,era tan notoria que no tuvo mas remedio que bajar la mirada para no seguir observando aquel espectáculo de su prometido,humillada,desdichada e infeliz. Así era como se sentía.

Su prometido se encontraba mostrando descaradamente a su amante ante todos los aristócratas presente en la culminación de festejo tras haber acabado sus estudios en la academia.

Algunos la miraban con pena,otros con burla y muy pocos con simpatía.

—¿Por...qué?—cuestiono con impotencia,sus manos apretaban con fuerza su vestido negro de encaje,con el poco hilo de voz que tenía.

—Disculpa.—Osomatsu,el primer príncipe heredero,hablaba como si no entendiera para nada la situación.

El cuchicheo insistente fue él que le dio el valor para enfrentas a ese despreciable prometido suyo.

—¿Por qué?—repetí,ya no llorando de tristeza sino de rabia,acompañada de uba mirada fulminante.

—Ha.—suspiro fastidiado el de cabellos oscuros,atrallendo en el acto a su acompañante,planto un beso en los labios carnosos de su "amiga" para después ver con desinterés a su prometida,de nombre—Ella es a la quien amo no a ti.—declaro descarado.

El cuchicheo empeoro ante aquella declaración.

Todos hablaban de la vergüenza que debia estar sintiendo la joven hoja del Duque Roxan.

—Entiendo...

Esta simple palabra dejo impactado a todos los presentes, Osomatsu, quien hatsa hace poco la estaba ignorando, la miro desconcertado.

Por primera vez, desde que se habían comprometido,él la miraba a los ojos.

—Debió decirlo desde un principio príncipe heredero.—especule.

No estaba dispuesta a seguir en una fiesta en donde solo serviria para dejarme en ridículo.

Al salir del salón,corrí sin tomar importancia de mi alrededor.

—Oscuridad de la noche,escucha mi pedido, y llevame lejos de este sufrimiento, que a tormenta mi conciencia.—susurré el hechizo que había desarrollado desde que descubri mi elemento.

—¡______!

Fue lo último que escuche cuando desaparecí.

Al llegar a casa,el Duque me recibió de la forma mas dulce del mundo,sabia que asi resultaría,sin embargo,aún mantenia esperanza en que él cambiara.

Quería que cambiara.

—Ya,ya cariño,papá se encargara de todo.

Susurró dulcemente mi padre,mientras acariciaba mi cabello azabache,yo me encontraba entre sus brazos llorando de desdicha.

Recordando absolutamente todo desde nuestra infancia hasta nuestra adultes.

—Su alteza,mi hija ______.—presentaba el Duque a el príncipe heredo y su majestad el emperador.

—Un placer,me presento ante el sol del imperio y el resplandor del imperio.—salude cortés acompañado de una reverencia.

—Levanta la cabeza lady _____.—ordeno el emperador.

Acate lo pedido y sonreí,para ocultar el manojo de nervios que estaba hecha,recibiendo una sonrisa de regreso por parte de su majestad.

—Osomatsu.—llamo su majestad.

—Si,padre.

—Ella sera tu prometida apartir de ahora.—informo su majestad.

Eso me hizo sobresaltar sobre mi lugar,mi padre, quien me vio, sonrio calidamente y me sugirió salir a pasear con el príncipe.

Caminamos un largo trayecto,sin hablar entre nosostros,hasta que el paro.

—Hic.—hipe ante la sorpresa,el príncipe solo me miro molesto.

—Apesar de que Padre a dicho eso,yo no te reconozco como mi promerida.—informo para después irse de ahí.

Sabia que no seria fácil,por ello entrene arduamente para ser merecedora de ello. Tanto en magia como política,me encontraba bien versada en ambas.

Al entrar en la academia real,pude ver que él seguía encontra,por ello segui esforzándome.

Hasta que ella apareció.

—¡Su alteza!—llamo una castaña a lo lejos.

En ese momento me encontraba hablando con el príncipe Karamatsu y su alteza Osomatsu.

—¡Totoko-chan!—saludaron ambos.

Esa chica paso de largo a mi y a Karamatsu-sama para ir y la lanzarse sobre su alteza Osomatsu-sama.

Él,quien solo me había regalado sonrisas frías y miradas fulminantes,se encontraba sonriendo genuinamente ante la hija del conde.

Osomatsu-sama la bajo tras a ver dado un par de vueltas en el aire,mi corazón dolió,pero debia fingir que eso no me lastimaba.

—Hjum.—carraspe para captar la atención de su alteza,este solo me miro con molestia,sin embargo,lo pase por alto y proseguí—Me disculpo,debo irme su...Alteza.

Me despedí acompañado de una reverencia y salí de ahí.

Después de eso hubieron rumores de que el príncipe heredero y la hija del conde se encontraban a hurtadillas de tras de los salones.

Hice caso omiso de ello y seguí esforzándome,para al final,terminar siendo humillada.

Después de un tiempo,la guerra toco a la puerta de nuestro ducado,con la excusa de acosar a lady Totoko,fui condenada a la horca junto a todo aquel que estuviera dispuesto a defenderme,mi familia y ducado fueron exterminados al querer ayudarme.

Así di por terminada mi primera vida.

¿Por qué cuento esto?

—Súbditos del reino Solari.—hablo la persona que Jamás podría olvidar.

—Ha.—jadee al verlo de nuevo,no,esto debe ser una broma.

—¡La santa ha llegado!—informó el de cabello oscuro.

Todo mi cuerpo tembló de miedo.

—¿Oso...matsu?—susurre bajo,estaba aterrada.

El susodicho me miro sorprendido.Mi corazón se acelero cuando el se acercó,por favor,no te acerques mas.

Pense,cerrando los ojos fuertemente,tal vez estaba soñando,por favor, que esto sea un sueño.

...
...
...

—¿Cómo sabes mi nombre?