El vaho escapo de los labios de la pelinegra dispersándose lentamente en el ambiente para terminar por desaparecer solo en instantes, los pasos suyos y de su acompañante resonaban en todo el lugar, hacia bastante tiempo que salieron del instituto y la coreana se ofreció a llevar a la japonesa hasta su casa, oferta que no rechazó y tampoco pensaba en hacerlo y es que la sola presencia de la pálida le estaba empezando a tomar cierta costumbre junto con sus silencios. La coreana pensó en como iniciar una conversación sin incluir el tonto ¿el clima esta frio eh?, le parecía penoso iniciar así sobretodo porque ella no lo sentía con tal intensidad, y ahora que lo pensaba se preguntaba mentalmente si Mina tenia frio, deslizo sus oscuros iris sobre la anatomía ajena intentando encontrar algún indicio del que delatara el eminente frio que debería estar envolviendo el cuerpo de la japonesa.
-¿Te gusta lo que ves?- pregunto Mina encarando una ceja ante la mirada que recibía de la baja a su lado, al instante los pómulos de Dahyun tomaron una tonalidad roja brillante mientras que negaba con la cabeza repetidas veces y con sus manos hacia movimientos graciosos- ¿entonces me estás diciendo que soy fea Im?- la corana abrió la boca mientras veía el ceño fruncido de Mina y sus brazos cruzados por debajo de su busto, ¿en que me metí? pensó intentando idear una respuesta lo suficientemente buena como para que la nipona la dejara con vida.
-Este yo…no…tú, yo…no- y al parecer los nervios le jugaron una mala pasada cuando ni siquiera podía hablar de forma correcta, llevo sus manos a su cabeza desordenando su cabello en frustración exprimiendo lo más que podía sus neuronas, ¿porque las chicas son así? se cuestionó sabiendo que hasta su madre era igual o peor. Tomando grandes bocanadas de aire sintió como mas sangre se acumulaba en su pálida piel haciendo más visible su sonrojo -eres bonita nunca dije lo contrario, pero no miraba tu cuerpo de esa forma…yo solo quería saber si tenías frio- se sinceró haciendo una adorable mueca a los ojos de la mayor quien se vio sorprendida por sus palabras y la preocupación que la pelinegra demostró por ella solo en esa acción.
La nipona abrió sus labios sin saber que decir, era la primera vez que alguien miraba su cuerpo de manera inocente y con buenas intenciones, si bien estaba acostumbrada a ser vista como un pedazo de carne por su rostro y curvas donde más de uno buscaba solo meterse entre sus piernas, nunca espero que esa acción por parte de la menor incluso se viera totalmente adorable sumándole el sonrojo que pincelaba su rostro, ¿porque ella no es como todos? y esa pregunta llamaba su atención sin saber porque la coreana se comportaba de esa forma y hasta cierto punto le hacía desear pasar más tiempo con ella. El frio viento nocturno que azotó sin piedad su anatomía la distrajo de sus pensamientos, miro para su lado observando como las facciones de Dahyun seguían puestas sobre las de ellas en espera de una respuesta –sí, tengo frio- habló después de unos segundos restándole importancia al asunto. Sus parpados se abrieron en sorpresa cuando sintió la cálida tela del abrigo de la menor sobre sus hombros deteniendo los temblores de su cuerpo a causa la gélida brisa, atónita miro como la pálida caminaba como si nada, empuño la fibra de la chaqueta cuando el agradable aroma a miel que desprendía entro por sus fosas nasales sin pedir permiso.Mentaría si dijera que quería quitárselo, lo menos que deseaba era desprenderse de ese cálido objeto, basta Myoui se dijo a sí misma buscando callar sus pensamientos con la menor que se instalaron en su mente demasiado rápido para su gusto. -no Dahyun, toma- intento devolver la chaqueta ajena recibiendo una negación de cabeza por parte de la más baja junto a una sonrisa que hacían desaparecer sus ojos haciendo que las piernas de la mayor temblaran por un momento.
-No tengo frio, aparte se ve mucho mejor en ti- dijo sonriendo cuando vio lo bien que su oscura chaqueta se amoldaba al torso ajeno resaltando la blanca piel de su rostro.
Al llegar a casa de la nipona ninguna sabía como despedirse, así que la pelinegra solo se inclinó hacia adelante y luego hacia atrás sobre sus talones para finalmente levantar su palma y agitarla en señal de despedida recibiendo la misma acción por parte de la rubia. Una vez vio a Mina entrar se dispuso a mirar para todos lados y cuando no diviso a nadie sus piernas tomaron impulso, movió su torso hacia adelante haciendo que sus patas delanteras tocaran el suelo y su azabache pelaje se diera a relucir tan brillante como siempre, cuando su transformación estubo completa por puro impulso zarandeó su propio cuerpo como cuando las molestas gotas de lluvia se adherían a su anatomía y se dispuso a correr hasta su casa, le había dicho a la japonesa que vivía cerca cuando su hogar estaba en la dirección contraria pero esa pequeña mentira la nipona no tenía que saberla por ahora. Una diminuta sonrisa o el intento de una realmente era difícil saberlo en esa forma, se formó cuando recordó a Mina.
Entrando por la puerta trasera de su hogar divisó a su madre sentada en el sofá con una mueca de preocupación en su rostro, sin pensarlo dos veces se encaminó hacia ella rozando sus afiladas uñas con la madera que cubría el piso, todavía siendo un gran lobo subió junto con Nayeon actuando como un cachorrito cuando su amo esta triste e intenta hacerlo feliz, la miro a los ojos moviendo su cola con entusiasmo y haciendo caritas de perrito mojado logrando sacarle una sonrisa a su progenitora, su alargado hocico termino por descansar en los mulos de su madre recibiendo carisias en su cabeza cuando por sus pensamientos paso querer molestarla un poco, con entusiasmo se revolcó contra ella pasando su lengua por las mejillas de Nayeon llenándolas de saliva.
-!Qué asco Dahyun tengo saliva en la boca¡- gritó limpiando todo rastro baboso de su hija para empezar a reír por las tonterías que hacia – tofu malo- la regañó viendo como la tenía sobre ella, pero esta vez con sus manos enrolladas en su abdomen y repartiendo besos en modo de disculpa. Pensó si debería comentar lo de su hermano en la tarde, pero no quería hacer preocupar a la pelinegra -vete a cambiar y hablaremos de esa chica con la que estabas hoy- subió y bajo sus cejas de manera picara haciendo que su hija ocultara su rostro en sus manos totalmente sonrojada.
-¡mamá!- grito avergonzada la pelinegra, ¿como se enteró? arrugo su nariz al preguntarse ese detalle pero lo dejo pasar, tenía hambre.
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You Can't Run For Me -Mihyun-
FanfictionSaliendo de un oscuro bosque en un intento de sobrevivir, Im Nayeon se hará cargo de los pequeños Hyunsik y Dahyun criandolos y manteniendolos lo más seguros posible. Años después Kim Dahyun con su actitud fría y distante entra en la escuela dispue...