Capítulo 5 "tragos que causan estragos"

28 7 2
                                    

Fiesta parte 1

El despertador empezó a sonar, por lo que hice el mismo movimiento de todos los días al intentar apagarlo, estire el brazo hasta alcanzarlo y deslizar el dedo para que dejara de sonar, volví a recostarme, el cuerpo me pesaba y mi cabeza no me dejaba pensar con claridad.

Había tomado, y al parecer demasiado.

me di la vuelta para seguir descansando un rato más antes de levantarme a ayudar a mi mama con los quehaceres de la casa. Estire el brazo para dejarlo caer a un lado de la cama-algo que hacía siempre ya que mi cama era de una plaza- pero en vez de caer, mi brazo solo siguió extendido, supuse que estaba en casa de Alba, pues su cama era grande y entrabamos las dos perfectamente, sin embargo cuando abrí los ojos rápidamente me levanté.

No era la cama de Alba, mucho menos su habitación, tampoco era la habitación de invitados, jamás había estado en este lugar, por lo que mire por todos lados en busca de quién le pertenecía

el lado opuesto donde me encontraba durmiendo estaba ligeramente abierto, por lo que supuse que alguien más había dormido conmigo. Di un Ligero suspiro cuando me percate de que debajo de las sabanas que cubrían mi cuerpo, solo llevaba mi ropa interior.

Solo espero no haber hecho nada de lo que lamentara después. Hice caso omiso a mis perturbadores pensamientos y comencé a buscar mi ropa, sin embargo no la encontré por ningún lado, empecé a entrar en pánico, no recordaba ni siquiera haberme sacado la única prenda que llevaba puesta además de mis bragas.

Mire por debajo de la cama, entre las sábanas, busque en cada rincón sin encontrar rastros de nada, rendida me senté en aquella suave y cómoda cama, me percate de que en frente de mí había un pequeño mueble, tan blanco que parecía nuevo, la curiosidad me ganó y en seguida me encontraba abriendo aquellos cajones.

Lo primero que pude ver fueron algunas prendas de ropa, era ropa masculina, ya sabía que aquella persona desconocida precisamente no era mujer, aunque rogaba que lo fuera. Lo segundo que encontré fue un perfume, Lo abrí, rocíe un poco en mi muñeca y lo olí, no conocía el aroma, pero me agradaba el olor.

Volví a ponerlo en su lugar y me dispuse a buscar en los demás cajones, hasta que me tope con una foto, se encontraba dada vuelta, y así fue como la tome, tenía de quien podría tratarse, prefería mil veces que fuera alguien desconocido a que fuera alguien que conociera, o peor, que me conociera.

En cuanto gire la foto supe de quien se trataba, trague en seco, no podía creerlo, cómo fue que llegué aquí-y por qué- me puse nerviosa y enseguida supe que me había puesto roja como un tomate al pensar que quizá me había visto casi desnuda. El ruido de la Puerta abriéndose me sacó de mis remotos pensamientos.

Y fue cuando pude comprobar que aquel chico que recientemente había entrado , era el mismo que había visto en aquella fotografía. Mis pensamientos volvieron y con ellos las preguntas. Mi mente comenzó a maquinar sin obtener respuesta alguna. ¿Qué hacía en su casa? ¿ Cómo fue que llegue? y además...

¿Qué había pasado anoche?

10 horas antes

-Estás lista?-dijo  Alba antes de entrar a la gigantesca casa con la música alta

-Eso creo-hable en un susurro, y entramos.

Al pasar por aquellas grandes puertas la música no tardó en retumbar en mis oídos. La gente que pasaba por mi lado,  se me quedaba viendo raro, por lo que les devolvía la mirada de mal gusto en modo de defensa.

-Recuerda que cambiaste tu look de un día para el otro- Mi amiga me sacó del trance- Es normal que se te queden viendo, estas que ardes chica-Bromeó.

-No creo que pueda acostumbrarme a todo este circo.

-Relájate, Tomate un trago- me paso un vaso con lo que supuse era alcohol-Y mueve ese lindo trasero a  la pista.

Pasó por mi lado rozando mi hombro y me dedicó una mirada picarona para que la siguiera, la seguí, hasta que se metió entre el montón  de gente que había comenzando a bailar, la observe por algunos segundos.

Ojala fuera como ella, tan auténtica, tan ella.

No dude mas y fui hasta donde se encontraba, no tardé en ponerme a bailar junto a ella,  le daría una oportunidad a esta noche , había decidido que iba a disfrutarla como nunca antes, al fin de cuentas, no me venía para nada mal comportarme por una vez como una adolescente común y corriente.

La música sonaba y cada canción que pasaba la bailaba como si mis pies de eso dependiera, un par de  chicos se nos unieron a la ronda, y mi mejor amiga se puso a coquetear con uno de ellos, mientras que el otro solo charlaba conmigo  y me pasaba algunos tragos.

 Vi a James por el rabillo del ojo pasar por mi lado, se le veía contento, sin embargo cuando me vio, la sonrisa se le borró del rostro y me dedicó una mirada de confusión, sabía que  le parecía raro encontrarme en una fiesta-y así vestida- quería preguntarle por qué aquella noche se fue sin decirme lo que tenía que decir, pero no tardó en desaparecer de mi vista y dejándome de nuevo con la pregunta en la punta de la lengua.

A mitad de la noche Alba había desaparecido de mi vista dejándome sola por completo, antes de irse le había dicho a su acompañante que la acompañara hasta el baño. Sabía perfectamente lo que eso significaba, y claramente al baño no era al lugar preciso en donde se dirigía.Mientras yo estaba en medio de gente que ni siquiera conocía, ella de seguro se encontraba fornicando con quien ni siquiera recordaba el nombre. 

Decidí dar un paseo por el lugar, la casa era bastante grande y estaba repleta de los alumnos de Norbridge. Jamas imagine que fueran tantos, y ni siquiera conocía a la mitad de ellos. Tampoco sabía a quién le pertenecía la casa.

Quien diria que esa misma noche terminaria durmiendo con el dueño.

...............................................................................................................................................

IG: una_escritora_mas1

DIFÍCIL DECISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora