Mis abuelos estuvieron casados durante más de medio siglo. Desde que se conocieron, jugaron a un juego muy especial. La meta del juego era escribir la palabra "Shmily" en un lugar oculto para que el otro la encontrara. Hacían turnos dejando la palabra "Shmily" por toda la casa, y tan pronto como uno de ellos la encontraba, era el turno de esconderla para que la encontrara el otro.
Con los dedos escribían la palabra en la harina o el azúcar de los recipientes de la cocina para que la encontrara el que prepararía la siguiente comida. La escribían vidrios empañados de las ventanas que daban al patio donde mi abuela nos daba el pudín que ella misma preparaba. Escribían la palabra en el espejo del baño, donde aparecía después con la humedad de cada baño caliente. Una vez, mi abuela desenrolló un rollo completo de papel higiénico y escondió la palabra escrita al final.
La palabra "Shmily" aparecía por todos lados. Notas escritas apresuradamente aparecían en la guantera o el asiento del coche, o se encontraban pegadas con cinta en el volante. Las notas se escondían dentro de los zapatos o debajo de las almohadas. Se escribía en el polvo de la repisa o en las cenizas de la chimenea. Esa misteriosa palabra formaba parte de la casa de mis abuelos al igual que sus muebles.
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Un amor eterno
RomanceCuando todos piensan que el amor no existen en personas viejas, el amor crea nuevas esperanzas.