Sinceramente la primera vez que Hua Cheng vio como Xíe Lian se durmió de repente se asustó, nunca antes había sucedido y a sabiendas de que las últimas semanas había estado cambiando se preocupó e hizo llamar a varios doctores para que examinarán lo que sea que tuviese, tenía más confianza en su gente que preguntarle directamente a algún oficial celestial, el no conocía a nadie (mas que el pequeño circulo de confianza de su amado) y pensó que era mas razonable que cuando Xíe Lian se despierte, el mismo podría llamar a algún oficial médico que conozca y confíe.
Después de todo no estaba seguro que la capital celestial careciera de algún ingrato.
Los habitantes de la ciudad fantasma rápidamente buscaron a un doctor o un cultivador que tenga fama y sea de confianza, algo que generalmente no les importaba si fuese para ellos ya que sentían que en su miserable existencia la vulgaridad era cosa de cada día, pero sabían que esta vez era para su señor, y a juzgar por el tono de urgencia sospechaban que en realidad era para el esposo a quién tanto aprecio le tenían.
No se podían arriesgar a buscar a un desconocido pues los rivales que tenía su señor eran muchos, no era que tuviesen miedo de que su señor perdiera o le hicieran daño, eso era algo seguro pues conocían que era el más fuerte en el reino fantasma pero le temían al hecho de que si se desatará una pelea en la residencia de su señor, esto lo irritaría por molestar a su amado, no querían ser los responsables de crear tal situación y a consecuencia ser dispersados por su descuido, estaban a gusto en su posición y sería demasiado estúpido echar todo a perder.
Cada segundo que pasaba, Hua Cheng se ponía más y mas irritado, sentía una leve fluctuación de energía espiritual del cuerpo de su Xie Lian, reviso las sobras de su comida anterior sin detectar algún cambio significativo, sus túnicas eran las blancas de siempre, incluso trató de interrogar a Rouye para ver si había ocurrido algún incidente particular, cosa que la pequeña venda negó con un leve temblor pues sentía que la persona que lo sostenía en cualquier momento lo haría añicos.
Maldiciendo en un bajo tono por la tardanza, se sentó al lado de Xie Lian para sostener su mano y con lo poco que sabía trató de nivelar la fluctuación.
Pasó media hora y ahora estaba ansioso, por su parte, E-Ming se veía dando vueltas aquí y allá con gran frenesí mientras Rouye estaba descansando sobre su empuñadora cercana al ojo, parecía que trataba de calmarlo pues el ojo estaba dando vueltas con locura.
Quién viese esta escena de lejos pensaría que estarían jugando como lo hacen habitualmente, algunos creían que era gracioso mientras otros se estremecían al ver a la infame cimitarra que todos temían de esa forma.
La persona dormida ignoraba todo esto mientras en su sueño, por alguna extraña razón escuchaba la voz de un bebé que lloraba, sus sentidos le dijeron que no era ningún feto demoníaco y el lugar tampoco parecía serlo, era un campo de llanuras verdes que de fondo tenía un bosque de bambú y un pequeño riachuelo con un agua cristalina tan pura, sin duda lucía como un lugar con mucha espiritualidad, era seguro que sería un agradable lugar para el cultivo.
Decidió que era un lugar agradable así que lo exploró con cuidado, comenzó a dudar de que hasta hace un momento estaba con Hua Cheng a punto de despedirse para que cada quien lidiara con sus propios asuntos.
¿Habrá sido un sueño? Dudó, quizá desde el inicio estuve aquí y solo estaba soñando, se estaba perdiendo en sus pensamientos hasta que vio dos pequeñas manos que parecían pequeños bollos tratar de sostener su túnica, ante tal escena su corazón se sintió reconfortado por alguna razón, esto le pareció extraño.
¿Un niño en tal bendecido lugar?, con preocupación estaba a punto de tomarlo cuando su visión se torno borrosa, al siguiente segundo cuando volvió a abrirlos la escena ante él había cambiado.
Hua Cheng se veía demasiado molesto, casi se asusta al ver a su amado esposo de esa forma pues pocas veces lo había visto así. Estaba sosteniendo el cuello de lo que parecía ser una fantasma de rasgos delicados que eran visibles por la falta de maquillaje y la putrefacción poco avanzada, llevaba prendas decentes, muy diferente a las vulgares que se había acostumbrado a ver en la mayoría de fantasmas femeninas.
-Gege!
Por el rabillo del ojo había notado que Xie Lian había despertado y tenía una expresión de confusión.
-¿Cómo te sientes Gege?, ¿Tienes algún malestar?, ¿Hay algo que te incomode?
Sus preguntas tenían un tono de preocupación que era muy evidente, él más que nadie sabia que solo algo extremadamente poderoso podría hacer que su amado cayera dormido profundamente y causar que necesitará una nivelación de energía.
-Sang Lan, no tienes de que precuparte, me siento muy bien y de hecho me siento bastante reconfortado.
Se abalanzo en un abrazo para tratar de calmar a su esposo que se veía como si en cualquier momento pudiese destrozar todo el lugar, le dio palmaditas en la espalda mientras tomaba su mano derecha para entrelazar sus dedos.
-Gege… creía que algo te había pasado porque no reaccionabas en absoluto y llevas dos horas dormido y tu energía se estaba volviendo inestable… tenía miedo de no poder hacer nada para ayudarte…
El afligido susurro fue acompañado de un beso en la mejilla mientras ayudaba a la persona en la cama a sentarse en la orilla de la cama.
-Gege, puede quedarse recostado si aún se siente mal, Sang Lan se ocupará de cualquier asunto del que necesite, incluso puedo llamar a sus asistentes si así lo desea.
-Sang Lan, te agradezco pero en serio estoy bien, incluso me siento feliz y con más ánimos de realizar mis labores.
Con una sonrisa se puso de pie y dio una vueltecita para indicar que todo estaba bien y que no necesitaba preocuparse.
-Disculpe…
Una voz temblorosa hablo en ese momento, era esa fantasma que no había salido aún y sus mejillas parecían tener un poco de vida por aquella vista tan adorable que acaba de observar, internamente recordó las leyendas que circulaban acerca de un oficial celestial y el rey de la ciudad fantasma, ahora había comprobado que si era cierto.
-¿Por qué sigues ahí?
La fantasma se estremeció ante el evidente cambio de tono que usaba Hua Cheng, así que se acercó a Xie Lian con una reverencia y se presentó.
- Mi nombre es Kuan, en vida fui un respetado doctor y Chengzu me convoco para poder examinar su estado hasta que despertará, ¿Me permite?
-Oh, disculpa el inconveniente, claro.
Extendió su palma hacia la fantasma mientras ella lo examinaba detenidamente frunciendo cada vez mas el ceño, esto fue notado por Hua Cheng que se ponía cada vez mas irritado, de nuevo, por la expresión de la doctora, mientras quien era revisado estaba pensativo, ¿Por qué tendrá ese nombre? Se preguntó mientras recordaba el significado y mas aún, ¿Cómo acabo siendo una fantasma si era doctora y se veía muy noble?
-¿Qué sucede?
Preguntó al ver que soltaban la muñeca de Xie Lian e iba por un maletín que llevaba con ella.
-Necesito confirmar algunas cosas, dado que es un caso que solo escuché en una leyenda y por la forma en la sucedió podría traer consecuencias.
Tanto Hua Cheng como Xie Lian se estremecieron ante tales palabras, ¿Qué había sucedido?, ¿Por qué era tan dudoso?
En ese momento dos personas que se gritaban mutuamente llegaron con pasos apresurados y abrieron la puerta de golpe. Esto asusto a la fantasma que en ese momento estaba regresando a donde estaba la pareja.
-¡Tú! ¿Qué le has hecho a su alteza?
-Tranquilízate, es más probable que alguien más le haga daño que él. Y no deberías de estar gritando si se supone que se encuentra mal.
Respondió Mu Qing mientras rodaba los ojos, sabía que Feng Xin era demasiado impulsivo y sobreprotector en ocasiones, ya habían pasado algunos años, ¿Acaso este idiota no se da cuenta que ese par no se haría daño el uno al otro?
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En un devastado jardín, un par de capullos florecen
FanfictionLa ciudad fantasma festejaba, la llegada del nuevo pequeño amo era la mas esperada en los últimos meses. Sabían de la grandeza de su señor y su pareja, ¿Como no serian felices si se les daría la oportunidad de convertirlo? Mientras tanto en los cie...