Con mi ayuda [King y Tu] TERMINADA

El paseo de las almas (ESPECIAL)

POV Narrador

Jerico se despertó en lo que parecía una especie de habitación llena de luz. Estaba acostada sobre una rica colchoneta mientras una ventana abierta dejaba entrar más luz.

Sintió una especie de dolor extraño en su mano y cuando la vio vendada pudo recordar lo que había pasado. Cuando se miro a si misma también noto que estaba cambiada y que tenía un vestido.

Observó detenidamente la habitación buscando algo que la ayudara a salir de allí, pero al final escuchó como la puerta se abría asustándola.

- Al fin despiertas.- dijo el ángel que anteriormente había conocido. Frunció el ceño al verlo, pensaba que él había ideado esa mentira para que ella se quedara.

- ¿Dónde estoy?- preguntó Jerico.

- Estás en el paseo de las almas.- respondió el ángel acercándose.

- Detente, quédate ahí...- dijo la chica levantándose y caminando hacia una esquina de la habitación.- No te me acerques.

- No te haré daño.- contestó el ángel deteniéndose.

- No confió en ti. ¿Cómo se que todo lo que me dices es verdad? ¿Quién me asegura que no inventaste todo esto para que me quedara?- añadió Jerico.

No se sentía segura, tenía una cortada en la mano, había estado mucho tiempo dormida al parecer y además estaba cambiada de ropa.

- Yo no te tendría aquí por la fuerza.- contestó poniéndose muy serio, tanto que Jerico se asusto.

- Entonces ¿ahora qué? ¿Qué voy a hacer aquí toda la eternidad?- Jerico miro por la ventana viendo la cantidad de árboles de colores que habían.

Tenía que admitir que vivir ahí sería algo increíble y que sin duda ese lugar le daba algo de paz, pero a pesar de tanta belleza en el lugar no confiaba del todo en el ángel.

- Tu has tomado la decisión de quedarte, te puedo mostrar el lugar si quieres...- dijo el ángel.

- Ni siquiera se tu nombre.- susurró Jerico.

El ángel se quedó pensando por un momento sin decir una sola palabra.

- ¿No me lo puedes decir?- preguntó la chica mirándolo a los ojos.

- No puedo.- respondió. Jerico soltó una risa sin ganas y salió por la puerta.

El ángel la siguió hasta que se detuvo.

- ¿Vas a seguirme toda mi vida?- preguntó sin mirarlo.

- Lo siento.- el ángel se apartó y se desapareció entre los árboles.

Jerico se quedó sola mientras daba vueltas por ese gran bosque donde cualquiera se podía perder. De pronto sintió frío y falta de compañía y se arrepintió de haberle pedido al chico que se fuera.

- Todo lo haces mal Jerico.- se dijo a sí misma tomando piedras y lanzándolas por el camino.

Cuando llego a una especie de río con el agua color rosado se miro en el reflejo de esta. Sonrió al verse, tenía el cabello suelto como nunca y también un vestido que no le gustaba para nada.

No se parecía para nada a ella, aún asi por algún motivo no estaba descontenta.

- Quiero mi listón.- dijo tocándose el cabello.

- Vamos por el.- el ángel llegó volando a sus espaldas sonriendo amigable.

- ¿En serio?- preguntó la chica emocionada.