esa misma noche cuando apenas me acababa de acostar, nuevamente mi hermana ingresó en mi habitación en busca de asilo.
alan: por lo visto esta noche has venido desde temprano…- le dije y, en medio de sus sonrojadas mejillas, admitió que le sería imposible dormir sola nuevamente al menos hasta que se adaptaba al nuevo hogar.- anda pues, entra…- le dije sin estar del todo convencido pues sabía que su presencia haría difícil mi sueño como la noche anterior.
Y fue así que, en pocos minutos, mi hermana parecía estar completamente dormida y yo, al igual que la noche anterior, con el ojo pelón.
Las siguientes horas fueron de batalla mental. Sucumbía ante el deseo de frotarle el pe** en el culo como la noche anterior pero me frenaba la moral y el miedo a las posibles consecuencias. Pero conforme transcurrían los minutos, mi pene se iba acercando más y más a su culo hasta que finalmente llegué al mismo y comencé a frotar ligeramente.alan: Hmmmm…- un ligero gemido deje escapar al instante en que mi pene se hundió entre sus dos nalgas cubiertas tan solo por la tela de su pantalón. Pero no me detuve, sino al contrario, seguí frotando con más fuerza hasta que un enorme chorro de semen salpicó su pijama sobre la parte que cubría su culo.
En ese momento supe que el desastre debía ser sumamente notable. Seguramente su pantalón de pijama estaría más que mojado. Pero, afortunadamente, al parecer las horas que restaban para despertar hicieron lo suyo y lo secaron.
Aun así, mi hermana no se percató de lo sucedido por la noche y, cuando despertó, a diferencia del día anterior, me encontró “durmiendo” y dándole la espalda por lo que, sin decir nada, se paró y se fue a su habitación antes de que mamá se despertara.
Nuevamente esa noche volvió a mi cuarto pero no tan temprano como la noche anterior lo que me hizo sospechar que quizás intentó vencer su miedo pero al no poder nuevamente acudió a mí.
Igual espere a que pareciera estar dormida para comenzar a hacer lo mío. Y en esto estaba, frotándole el pene en el culo como las dos noches anteriores cuando de pronto, a punto de descargar mi semen, sentí que se movía y, posicionándose frente a mí, me encaró y me pregunto con coraje:TN: Qué demonios crees que estás haciendo alan?
alan: Me estaba dando vuelta… eso es todo…- le dije nervioso.
TN: No es cierto…- me dijo mirándome fijamente.- pude sentir como estabas presionándote contra mí… no quiero que vuelvas a hacerlo entendido?
alan: Estamos en una cama sencilla _______… eso que me pides es imposible… estamos muy apretados… no es mal intencionado… además tu eres quien viene a causar molestias
TN: Le diré a mi madre lo que estabas haciendo…- me dijo a punto de llorar.
alan: Genial… seguramente te volverá a llevar con la psicóloga o, peor aún, termine internándote en un manicomio… después de todo nadie te obligo a venir aquí…
TN: Porque me haces esto alan?
alan: No puedo evitarlo… lo hago dormido _______… es muy chica la cama y yo no puedo controlar esto…
TN: Pero soy tu hermana…!
alan: Si pero también estas guapísima… mírate!!! Como me pides imposibles _______…?
Este último halago parecía calmarla un poco, aun así, mi hermana estaba sumamente frustrada y al borde del llanto.TN: Si prometes no hacerlo nuevamente no le diré a mamá…
alan: No puedo prometer cosas que no puedo cumplir… los hombres no podemos controlar las erecciones…-Ahí fue cuando comenzamos a hablar claramente. Sin rodeos, ni indirectas.- si no te gusta puedes irte a tu cuarto… yo no soy quien va a buscarte… además, no es sano que duermas con tu hermano…
Esa noche mi hermana y yo la pasamos entre discutiendo y hablando del tema. Finalmente no llegamos a nada nuevo y mi hermana tuvo que salir como todas las mañanas a su habitación antes de que mi madre despertara.
Supongo que desde la primera vez que piso mi habitación en la noche fue que comenzó el pecado pues siempre fue a escondidas de mamá.
Esa noche pensé que mi hermana no se presentaría o que si lo hacía lo haría entrada la noche. Mi sorpresa fue mayúscula cuando mi hermana apareció en mi cuarto vistiendo su pijama incluso antes de que yo entrara en la cama.TN: He venido a dormir contigo…- me dijo dirigiéndose a mi cama donde nos metimos rápidamente.
No pude evitar preguntarle por el altercado de una manera discreta:
alan: Qué hay de anoche…???
Mi hermana me silenció con una seña y me dijo:
TN: Durmamos… tan solo durmamos alan… no hablemos más del tema por favor…Aquellas palabras las tomé como un banderazo de salida y, con solo darle 15 minutos para que conciliara el sueño, de la manera más descarada que pueda imaginar, me baje el bóxer y, con el pene desnudo y duro, comencé a tallar su culo hasta que me vine encima y me desplomé junto a ella.
Mi hermana no dijo nada. Supongo que imaginó que aquél sería el precio a pagar por dormir conmigo y, luego de una semana de repetir lo mismo, estaba tan enamorado de su presencia y entusiasmado con mi nueva compañera de sueño y pajas que, cruce el límite de la cordura y me volví más exigente con ella. Por ejemplo:
Ya no solamente me venía una vez en su culo sino que ahora lo hacía 2 o 3 veces por noche y ya tomaba el atrevimiento de acariciarle el culo mientras le tallaba el pene.
Fue así que comencé a deleitarme con sus curvas y poco a poco fui progresando hasta ya aferrarme incluso de sus senos los cuales acariciaba a mi antojo por las noches incluso por debajo de su pijama.
No sabía hasta donde esperar de mi hermana y ahora el más interesado en que no perdiera el miedo a dormir sola era yo.Pasó alrededor de 1 mes y mamá estaba feliz con los resultados de su hija al grado de que comenzaba a dejar su puerta nuevamente abierta. Mi hermana ahora era quien la cerraba con llave y le inventaba que de esa forma se sentía más segura. Y si, de alguna forma tenía razón pues de esa forma se sentía más segura pero de que mamá no fuera a averiguar en donde pasaba las noches…
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problemas nocturnos alan y tu
FanfictionDesde que recuerdo mi hermana y yo siempre dormimos en la misma habitación.- Supongo que al tener una casa con tan solo dos habitaciones aquello no era opcional.- A mamá la situación nunca fue de su agrado, constantemente le escuchaba quejarse y lam...