Capítulo 2: El niño guapo.

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El profesor de química comenzó a dictar la clase...

Yo no dejaba de mirar al niño guapo; y es que su sonrisa, su cara tan peculiar, esa mirada que lo hacía especial, creo que me estaba gustando, pero bueno, ¡solo soy yo!

¿Quién podría enamorarse de mí?

Obviamente nadie, menos él...

Dejé de mirarlo, y me concentré en la clase, pero no puedo negar que no dejaba de pensarlo.

Toco la campana para ir a descanso, yo no sabía dónde quedaba la cafetería hací que me le acerqué a una niña y le pregunté.

-Hola, mucho gusto, me llamo Andrea y soy nueva ¿podrías hacerme un favor? -dije tendiéndole la mano.

-Hola, me llamo Daniela, ¿qué necesitas?

-Necesito comer -dije haciendo muecas y sonriendo

-Jaja, sí claro, puedo llevarte a la cafetería -dijo con tono de confianza.

-Está bien, muchas gracias. -respondí

Mientras nos dirigimos a la cafetería comenzamos a charlar.

Daniela:

¿Y qué tal tu día? ¿cómo te ha tratado la escuela?

Andrea:

Pues que te digo, me ha ido bien, aunque no he podido concentrarme en clase de química.

Daniela:

¿Y eso a qué se debe?

Andrea:

Es que hay un niño muy guapo que no puedo sacar de mi mente, es muy lindo, creo que me gusta, pero me quitaré esa idea, el no podría enamorarse de alguien como yo; es más hasta donde yo sé nadie lo ha hecho.

Daniela:

Está bien, pero debes mostrarmelo, mientras estés en esta escuela puedes ser mi amiga, ya sabes, aquí hay grupos separados, yo hago deporte, así que bueno, puedo enseñarte muchas cosas.

Andrea:

Bueno amiga, a mí me gusta el deporte y quiero inscribirme en alguno.

Daniela:

Bueno, algo haremos.

Andrea:

Bueno.

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