Lua, así me llamaban mis padres, yo vivía en México en un pueblito alejado de todo, todo era muy tranquilo dentro de lo que se podía , me enseñaban en casa como a todos y mis padres se hacían cargo de su cantina, yo tenía a mis 2 mejores amigos, Bastián y Emilio que eran gemelos y para decir verdad eran bastante aceptables, ellos se mantenían en forma, yo siempre les pregunté por qué y ellos siempre me respondían que era la vanidad, JA! ellos en ese tiempo tenían 15 años (igual que yo) y tenían el cabello café obscuro, ojos color café claro, tez morena, facciones masculinas pero aún se les notaba la cara de niño, median 1.68 centímetros mientras que yo medía unos vergonzosos 1.57 centímetros, yo no era bonita pero me defiendo, estaba llenita, pero no me importaba mucho, me divertía mucho con ellos, para decir verdad era con los únicos con los que socializaba y ellos igual conmigo, no entiendo como nunca se hartaron de mí, yo era feliz con lo que tenía, para mí era más que suficiente, me sentía orgullosa de ser una gitana, aunque estuviera prohibido, nosotros siempre lo mantuvimos en secreto para no ser localizados por si al Vaticano se le volvía a ocurrir hacer una matanza de la misma magnitud a la que nos enfrentamos hace 9 años en el 2008, incluso nunca se lo conté a Bastian y Emilio, por eso siempre hacían revisiones cada año en todos lados, para checar que no hubiera ningún gitano, druida o incluso fetiurās, y eso era muy difícil ya que en la matanza del 2008 exterminaron a casi todos.
Hace tres años:
Ese día era como cualquiera, mis padres se encargaban de la cantina y yo me encargaba de limpiar la casa, los gemelos estaban en mi casa ayudándome, lo sé, ¿hombres haciendo el aseo de la casa? Impresionante, pero así eran ellos, bueno en realidad era un trueque, ellos me ayudaban con el aseo y yo les cocino lo que quieran, pero bueno también así se hacía más llevadero el día para todos, nos divertíamos, cuando ya terminamos toda la limpieza fuimos a la sala y les dije:
—Váyanse a cambiar sus mandiles señoritas, que ya les voy a hacer la comida que tanto desean—les dije con una sonrisa burlona y los brazos en forma de jarra
—Oye no porque usemos mandiles significa que seamos señoritas, solo que no queremos ensuciarnos la ropa— dijo Emilio cruzándose de brazos
—Cuando decía señoritas se refería a ti, yo no soy el que usa mandil rosa— se burla Bastian señalándolo con el dedo
—Oye es el único que encontré y aparte tu que, tu mandil es amarillo con corazoncitos de colores, así que no te andes burlando— le contesto Emilio a Bastian todo indignado y girando la cabeza para dar su toque exagerado en todo, hay que payasos y exagerados son, pensé.
—Ya, relájense, solo fue una broma no era como para que se lo tomaran tan a pecho- dije intentando calmar a este par de brutos— ya váyanse a cambiar porque si no, no les cocino ni madres- le dije en tono de advertencia y con los ojos achinados, pero con una sonrisita burlona pintada en mis labios.
Al oír eso los gemelos salieron disparados a la puerta de mi casa para ir a cambiarse a la suya, yo nada más me reía en silencio burlándome de esos dos mientras subía las escaleras para ir directo a mi cuarto y poder cambiarme en paz. Cuando entré a mi cuarto empecé a elegir la ropa que me iba a poner, aunque no había mucho de que elegir, solo tenía 7 playeras, 3 pantalones, 3 pares de tenis y 2 suéteres, así que me decidí pon un pantalón de mezclilla pegado, mis tenis blancos y una playera negra de manga corta que me quedaba grande, no me juzguen, no me gustaban mucho las playeras pegadas, bueno, cuando ya me había decidido qué ropa iba a usar me metí a bañar, terminé y me cambié, ya estaba bajando las escaleras cuando llegan mis padres bastante alterados.
—¡Ya vienen! — dijo mi madre alterada viéndome con terror desde la puerta de entrada
—¡¡¡Sube y guarda todas tus cosas en una maleta, pero YA!!!— me ordenó mi padre con gesto preocupado, pero en su tono de voz se le notaba enojado así que sin rechistar subí a hacer lo que me ordenó.
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GITANA
Science FictionHace tres años mi vida dejó de ser esta, hace tres años mi vida se puso de cabeza, hace tres años mi vida se fue a la mierda. Yo no pedí vivir esto, yo no tengo la culpa de una guerra que empezó desde hace siglos y aún así parece que a nadie le imp...