DESOLATE ERA

Libro 1, Capítulo 1 - La tierra de los muertos

"¡Camina mas rapido!"

"Ya has muerto y te has convertido en un fantasma. ¡Más rápido!"

"¿Eres un príncipe? ¿Gobernaste sobre decenas de millones de ciudadanos y treinta mil jinetes acorazados? ¡En el Reino del Inframundo, ustedes, príncipes humanos, no son nada! "

¡Tortazo!

¡Tortazo!

Un soldado demoníaco alto, de aspecto poderoso, su rostro mezquino y vicioso, gruñó enojado mientras atacaba con su látigo repetidamente. El látigo brilló como un rayo, golpeando los cuerpos de las almas de los muertos. Golpeó al fantasma que había estado proclamando arrogantemente que era un príncipe varias docenas de veces, y solo se detuvo cuando el alma del fantasma casi se había disipado.

"Debería haber muerto. Entonces eso significa ... ¿este es el Reino del Inframundo? Ji Ning apareció de la nada. No pudo evitar mirar con curiosidad el entorno desconocido. Cuando escuchó las arrogantes jactancias del príncipe, Ji Ning no pudo evitar sospechar; "¿Diez millones de ciudadanos? ¿Treinta mil jinetes con armadura? En la Tierra moderna, ¿dónde se encontrarían treinta mil jinetes con armadura?

"¡Más rápido!" El enorme y brillante soldado demonio minotauro miró a Ji Ning y rebuznó.

Ji Ning siguió al resto del regimiento.

Innumerables hombres vestidos de blanco formaron una línea, como un dragón largo y sinuoso, mientras avanzaban lentamente. Al final de cada línea, de repente aparecerían más personas de blanco. Algunas de estas personas vestidas de blanco sacudían la cabeza y suspiraban. Algunos llorarían. Algunos se jactarían y maldecirían. Algunos lo mirarían con asombro.

"Mi padre es el Rey Diablo de la Gran Montaña Nevada. ¡Cómo te atreves a golpearme! ¡Te comeré! Grrr! "

"¡Deja de pegarme!"

"¡Ah!"

Los fantasmas que acababan de llegar al Reino del Inframundo no sabían que estaban muertos. Muchos de ellos estaban rugiendo de ira mientras los golpeaban, pero rápidamente, fueron golpeados hasta el punto de entender ... que estaban muertos. No importa lo gloriosos que hayan sido en el pasado, en la muerte, ahora no tenían nada.

... ...

El tiempo pasó rápido. Ji Ning caminó durante mucho tiempo en esa interminable línea de fantasmas. No se atrevió a decir nada. Si hablaba, podría ser azotado por ese minotauro. Ya había caminado aturdido durante mucho tiempo. Afortunadamente, los fantasmas no tenían hambre ni sed.

Un día, después de un largo, largo período de caminar aturdido.

"¡Ji Ning!" Un sonido atronador pareció resonar en el mundo. Los innumerables fantasmas levantaron la cabeza para mirar al cielo. Ji Ning también miró al cielo. Desde el horizonte, una enorme nube negra comenzó a rodar, y encima de esa nube había un enorme dios minotauro que brillaba con luz negra.

Este enorme dios minotauro tenía más de cien mil metros de altura. Era como una montaña enorme. La nube negra en la que estaba voló rápidamente desde el horizonte.

"Ji Ning". Encima de la enorme nube negra, el dios minotauro miró hacia abajo, sus ojos dispararon rayos de luz dorados y gemelos, cubriendo toda el área debajo e iluminando el cuerpo de Ji Ning, que estaba allí como un idiota.

La luz brillante de los ojos del dios minotauro envolvió el cuerpo de Ji Ning, y Ji Ning desapareció de entre las filas de los fantasmas. Esos soldados minotauros ordinarios estaban todos en silencio, ninguno se atrevía a hacer ruido. Todos los fantasmas estaban en estado de shock. Solo mucho tiempo después se recuperaron.