1.

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Eran las 5AM, juraba que podría conciliar mi sueño, pero no duró más de 15 minutos y ya sentía una fuerte presión en el pecho. La presión, que poco a poco, estaba arruinando mi vida.

Phil dormía plácidamente en la otra habitación, sin mosquearse de que estaba posado en el marco de la puerta admirando su rostro; sonreí levemente y avanzé por los oscuros pasillos de la casa en busca de un conductor al sueño. Encontré unas pastillas, saqué una del envoltorio de plástico y aluminio y la tragué, seguido de un vaso de agua. Sentí la píldora resbalarse por mi faringe y me estremecí, me dirigí a mi cuarto y me escondí entre las sábanas, consiguiendo nuevamente, un sueño artificial y producido por químicos.

Me desperté al sentir que alguien corría mis sábanas.

-Dan, ya es bastante tarde, ¿No piensas levantarte?

-Hmm, ¿Qué hora es?

Dije, asimilando que quizá exageraba.

-Las tres de la tarde.

Di un respingo y apoyé ambos pies en el piso de madera, contemplando mis medias color negro y el marrón roble de las baldosas de mi cuarto.

-¿Y qué se supone que haga?

Dije arqueando una ceja.

Phil alzó las manos en gesto de defensa y se retiró del cuarto, cerrando la puerta.

Cada día era peor que el anterior, la impotencia que me causaba tragarme todo lo que me pasaba, el intentar decirle las cosas, y que se anuden mis cuerdas vocales. Quería despojar la verdad de mi mente, que día a día me consumía más y más.

~

Ver la resplandorosa sonrisa de Phil era algo de lo que se arrepiente a cada intento, sostenerle la mirada por unos segundos lo dejaba paralizado, y confesarle sus intimidades, algo de lo que aún no se ha animado.

"¿Con qué fin?"

Se repetía hacia sus adentros, cada vez que estaba al borde de ir y confesárselo, se daba media vuelta y no hallaba ningún motivo.

~

Es demasiado iluso, creo que nunca se lo diré, el encontrará el amor y el amor le sorprenderá. Formará una familia de la que seré padrino y me dejaré de dar tantas vueltas.

"¿Y si halla el amor en ti?"

Tintineó, una pequeña voz de mi cerebro.

No. Realmente no creo que justamente el me corresponda. Metí la pata siendo su amigo, sabiendo que algo en el me cautivó, más allá de una amistad, lo sabía muy bien. Lo tengo muy presente, que cada una de las cosas que hice respecto a él, pisé en falso. Siempre quise saber más de él, conocer sus secretos, sus miedos, y sobre todo, sus deseos. Pero bajo una fría fauce que me impuse solo para protegerme de salir lastimado se veía de manera difícil. El siempre lucía serenamente triste, como si algo en él, le molestara. Pero no puedo, no quiero ser tan débil. Pero no quiero que el esté así.

Me levanté y caminé hacia su cuarto, abrí sin tocar la puerta, un maraño de emociones invadió mi pecho, y nuevamente, sentí ésa presión.

¿Miedo?

¿Impotencia?

¿Dolor?

¿Qué no sería ese estruendoso y molesto sentir, dime , Phil, QUE NO SERÍA?

Nunca (OneShot Phan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora