Dia 3 Jadeo (España)

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Me desperté desorientado, dónde estoy.

 Al intentar levantarme choque con algo que me obligó a acostarme otra vez,a ver, tranquilízate y ponte a pensar lo que recuerdas. 

Lo último que llega a mi mente es estar en un gran banquete para celebrar a la Virgen del Carmen, también que llevaba una chaqueta de alto cierre y pantalones marrones,una camisa verde y mi pajarita negra.También que de un momento a otro sentí como mi cuerpo dejó de responderme y luego nada.

Miro a mi alrededor, al parecer ahora, por lo que llego a ver, tengo una camisa blanca y un chaleco negro, ademas de que parezco estar en una caja o algo asi de madera...Momento ¿Qué?

No,por Dios que no sea lo que creo que estoy pensando. 

Trate de salir empujando el techo pero este no cedía, maldición.

 Di golpes con mis puños y rodillas tratando de forzarla pero nada,me detengo después de un rato soltando jadeos de cansancio y los nudillos rotos. 

Si lo que creo es verdad debo estar en el mausoleo familiar, aun puedo salvarme, puedo sobrevivir solo tengo que salir de este condenado ataúd. 

Una idea atraviesa mi mente, si estoy en el nicho familiar Fernández Carriedo entonces seguro estoy en uno de los estantes entonces…

 Con todas mis fuerzas empuje hacia la izquierda una y otra vez impulsando todo mi peso aun si ya comienza a faltarme el aliento, nada me detendrá. 

La caja se tambaleo hasta finalmente caer hacia abajo con fuerza, con alegría note que una de las pareces se rompió un poco, solo un poco de energía extra y logré salir soltando jadeos de cansancio por el esfuerzo físico.
Me quedé un momento sentado entre la madera rota recuperando mis fuerzas, ahí me di cuenta de que me depositaron en el último estante superior (creo que la única razón por la que lo logre fue por caer de esa altura).

Intenté levantarme, mis rodillas ya no me responden, están hinchadas y con sangre,genial seguro me rompí algo.Al no poder estar de pie me arrastre en dirección a la puerta, después de lo que se sintió una eternidad llegue y toque el picaporte para al fin terminar esta pesadilla, la puerta no se movió ni un centímetro. 

Después de tanto esfuerzo no puede pasarme esto. 

Golpeó ya desesperado y grito con todas mis fuerzas por ayuda pero nadie viene a mi rescate

"¡Auxilio por favor, soy Antonio Fernández Carriedo y me enterraron por error! ¡Sáquenme de aquí no estoy muerto! "

Tome un pedazo de madera y golpeé todo lo que hubiera a mi alcance hasta que se rompió en dos,lleno de frustración los arrojé hasta el fondo de este lugar. El terror me invade, después de todo lo que pase recién tenerlo ahora es todo un logro. 

Ignorando el dolor me puse de pie e intente abrirla arrancándome algunas uñas por el esfuerzo, no me duele por suerte, la sola idea de escapar eclipsa cualquier dolor. 

O al menos casi. 

Mi pecho dolía, pasó de ser una leve molestia a llegar a ser insoportable, era como si la muerte misma me estuviera estrujando el corazón con sus huesudos dedos. No puedo. 

No resisto más, mi cuerpo pierde sus fuerzas y me rindo a la espera de mi inminente final.

Fictober fm 2020  HetaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora