Único

3.4K 321 137
                                    

Con R de Remus

Rebecca se escribe con R de Remus, y pasa mucho, muchísimo tiempo con Sirius, que ojalá fuera de Remus. 

···

—¿Cómo que no irás a Hogsmeade conmigo? —exclamó escandalizado. Remus suspiró y se encogió de hombros, volviendo a negar sin apartar la mirada de su libro—. ¿Por qué? —exigió.

Remus resopló, ni siquiera iba a gastar saliva en responder. 

—¡Lunático! —gritó.

—Joder, Sirius, no iré y ya —respondió finalmente, entre fastidiado y cansado—. Ve con alguien más.

—¿Que alguien m...? ¡Remus! ¡Quiero ir contigo!

Remus lanzó el suspiro más largo de toda su vida antes de levantar la mirada hacia Sirius, quien estaba indignado y afligido en partes iguales, ver esas emociones en él sólo aumenta su propia molestia.

—¿De verdad? Porque la última vez que fui contigo, volví solo —espetó. 

Debería sentirse mejor con Sirius balbuceando disculpas y haciendo ademanes para excusarse, pero lo cierto es que sólo puede recordar el sentimiento con demasiada claridad. Todavía se siente decepcionado y triste.

—Lunático —murmuró—, yo no… 

—Está bien, Sirius —de ninguna manera está bien, pero tendría que estarlo—. Tú no… tú puedes… —sabe lo que tiene que decir, y no quiere decirlo—. No tienes que salir conmigo a... 

—¡Pero quiero hacerlo! —interrumpió Sirius, nuevamente escandalizado—. Estamos saliendo, ¿o no? —cuestionó confundido. A Remus no le gusta ponerle nombre a las emociones que reflejan los ojos, contrario a lo que la gente piensa, no son tan sinceras, pueden ser las más engañosas. Son las más abiertas a la interpretación, las principales creadoras de la decepción. Así que finge que ese destello en los ojos grises no es pánico—. ¿Rem? —insistió zarandeando su hombro. 

—Me refiero a que… uhm, no necesitas ir conmigo a Hogsmeade para… salir, ¿comprendes? —explicó lentamente, dándole oportunidad a Sirius de interrumpir en cuanto la oración fuera demasiado para él. Pero jamás interrumpió, seguía esperando por más palabras—. Entiendo si… si prefieres ir con Rebecca.

* * *

Mentiría si dijera que no entendía, porque realmente lo hacía, y lo hacía muy bien. Rebecca era preciosa, hace un año era imposible que Sirius supiera su nombre, no era ni la mitad de llamativa que este año. Había vuelto del verano con la piel bronceada y los botones de su blusa perdidos, la falda muy corta a pesar del frío y los labios rojos. Remus no la habría reconocido de no ser por su voz, y aún escuchándola, no podía creer que fuera Rebecca la que se burlaba de James. 

—¿Se te agotan las ideas, Potter? —canturreó la castaña, soltando cada sílaba en un cántico burlón. Los cuatro muchachos se quedaron ligeramente desconcertados.

James había pasado todo el verano practicando el hechizo que hacía crecer lilas en la palma de su mano, y se había atrevido a mostrarselo a Lily. Pero sus nervios lo traicionaron a último momento, “porque Lily accedió fácilmente a verme”, e hizo que las lilas salieran por su nariz y le estornudara a la pelirroja en la cara. Rebecca ni siquiera disimuló su carcajada.

Con R de Remus © [Wolfstar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora