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Pasaron varias semanas viéndose en el bosque y rara vez en su casa. Nunca pasaba a más de besos, Derek quería esperar unos meses a que Stiles cumpliera 18, ya que su padre es Sheriff y no quería ir a la cárcel.

Un día normal, saliendo de la escuela se subió a su Jeep dejando a sus amigos en el salón preparando se para ir a ver a Derek. Saliendo del aparcamiento se le cruzo un pálido Derek, con miedo en su sistema, Stiles salió del auto y Derek cayó al suelo.

Con esfuerzo lo subió al Jeep. Salió deprisa de ahí, no quería que Scott lo oliera. Cuando vio que era un buen lugar para aparcar lo hizo.

—¿Qué te pasó?

—Estaba cerca del centro y los cazadores me alcanzaron —extendió su brazo, en el cual se veía una herida.

Stiles hizo un gesto de asco Eso apesta a muerto, pensó. Ese pensamiento lo asusto más.

—¿Dónde puedo llevarte? ¿Qué puedo hacer? —tenía ganas de llorar, estaba a punto de tener un ataque de pánico y justo en este momento era innecesario.

—Necesito ir con Deaton.

—¿Lo conoces?

—Sí, era el emisario de mi madre.

Stiles tomo aire y prendió el auto de nuevo arrancando a la veterinaria. Cuando llegaron salió corriendo para abrirle a Derek y ayudarle a entrar.

—Deaton —grito Stiles y este salió.

—¿Derek? —Deaton en seguida lo reconoció.

Rápidamente Deaton lo atendió, y para suerte de ellos tenía la cura*. (Deaton al ser emisario, tiene lo que necesita para eso).

Después de unos cuantos vómitos negros, Deaton curó a Derek.

—Gracias —dijo Derek un poco débil—. ¿Cómo me reconociste? Han pasado años.

—Eres igual a tu madre.

—Eso lo dudo —dijo Derek bajando la mirada, Stiles sabía por qué.

—Lo eres Derek. Eres igual de fuerte que ella, eres un Hale al final de cuentas.

Derek sonrió un poco apenado.

Stiles le prohibió volver a su casa o al centro, no porque no quisiera, si quería, pero no quería arriesgarlo a que lo vieran. Después de un par de meses, había llegado su cumpleaños y había preparado la canasta con una pizza que pidió una hora atrás, y algo para tomar. Lo puso cerca de la puerta junto con el mantel, las luces y la batería.

Olvido las llaves del Jeep arriba y subió por ellas. De paso se puso un poco de colonia. Al dar la vuelta se encontró con Scott.

—¿Vas a algún lugar? Queríamos hacer algo por tu cumpleaños, pero dijiste que te sentías mal.

Obviamente Scott le quería organizar una fiesta junto con Lydia, pero él había mentido para ir con Derek.

—Stiles, sabes que no puedes salir así, te dije que habían visto al omega cerca del centro. ¡Es un asesino!

—NO LO ES, deja de decir eso —gritó Stiles sin darse cuenta.

—¿Qué? ¿Ya lo has visto? —Stiles no dijo nada—. Stiles, te pregunte algo, ¿ya lo has visto?

Scott lo miró de arriba a abajo, mirándolo en silencio.

—Vas a verlo, ¿cierto? —Stiles no se atrevía a contestar, tenía el corazón a mil—. Tu silencio me lo dice todo. Esto no se va a quedar así, te manipuló, te tiene donde quiere. No lo voy a permitir.

Scott sacó su celular y le marcó a Chris dándole el aviso que se veían en la mansión con sus armas. Stiles intentó quitarle el celular, pero Scott lo empujo tirándolo al piso y colgó.

—Lo siento, Stiles, esto es por tu bien.

Salió del cuarto rompiendo la manija para que Stiles no saliera. Él lo llamaba, no podía dejar que lo lastimaran. Se asomó por la ventana y lo vio subirse a su moto. Abrió su ventana y salió al alféizar, ¿cómo diablos lo hizo Derek?, pensó Stiles. Iba a ser una buena caída.

Trato de caer en el pasto, pero no tuvo tanta suerte y cayendo sus pies al suelo, raspándose las rodillas y las manos al impedir que se estampara su cara en el suelo. Sacó las llaves del Jeep de su pantalón y entro rápido en él, arrancando y acelerando en dirección al bosque.

Esta vez no le importo donde aparcar el Jeep y se adentró más al bosque hasta ver la mansión. Bajó deprisa y los vio detrás de la mansión, estaban rodeando a Derek, apuntándolo con pistolas y arcos. Una flecha fue disparada y le dio a un costado del abdomen, cayó de rodillas al suelo.

—¡No! —Stiles grito mientras corría y se ponía enfrente de él.

—Stiles, quítate —dijo Scott.

—No —sus lágrimas caían por sus mejillas.

—Ni siquiera lo conoces.

—Si lo conozco, y es la persona más linda que he conocido, ustedes no se han detenido ni siquiera a conocer su nombre, su historia —en eso se quitó la pulsera para que se dieran cuenta de sus sentimientos y que lo que decía era real.

No solo ellos olieron sus sentimientos, también Derek, y no fue lo único que noto. Con las fuerzas que le quedaban se levantó y tomo a Stiles.

—¿Por qué sangras? —lo comenzó a revisar para asegurar que no estuviera herido.

—Tuve que saltar de la ventana porque Scott rompió mi puerta, y no calcule bien.

Derek absorbió su dolor, haciendo una mueca de dolor.

—¡Derek para!

Derek volvió a caer al suelo, y Stiles se puso de rodillas, necesitaba llevarlo con Deaton urgente.

—¿Derek? ¿Derek Hale? —preguntó Chris—. Scott deben llevarlo con Deaton.

Guardaron sus armas y se acercaron a ayudar.

Stiles entró a ver a Derek, el cual tenía una venda que rodeaba su abdomen.

—No era mi idea para que te aceptaran, pero supongo que ya todo está arreglado —dijo Stiles, todavía sentía ganas de llorar.

Derek lo abrazo y respiro su aroma.

—No vuelvas a usar esa estúpida pulsera, me encanta tu olor.

—Ya no la necesito —Stiles sonrió.

Derek lo aparto y lo miro a los ojos, Stiles no se pudo resistir y lo beso. Correspondió el beso, pero lo volvió a apartar.

—Stiles, quiero aprovechar para pedirte, ¿quieres salir conmigo?

—Sí —le dolían sus cachetes de tanto sonreír. Lo abrazo fuerte hasta que Derek se quejó de dolor y aflojo el abrazo—. Lo siento.

—Feliz cumpleaños, Stiles.

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En la noche publicó el epílogo, espero les guste ❤️.

Los amo 🥰.

Peligroso - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora