cadenas

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Si había algo que aquel dulce coreano amaba era el hecho de ser esposado y vendado por su mami; el adoraba la sensación de intriga que dejaba invisible aquella venda oscura tapando sus bonitos ojos. Y ni qué hablar sobre el placer que le provocaba el hecho de no poder moverse, Yoonie simplemente lo amaba.

En éste preciso momento el pelirubio se encontraba desnudo junto con los ojos vendados, mientras sus manos y pies estaban esposados firmemente a las esquinas de la cama matrimonial que compartía con su mami; su cuerpo estaba caliente, su respiración era errática y miles de gemidos se escapaban de su boca.

— ¿tanto te excita que manipule tu pezones, amor?

Cuestionó burlonamente la chica, quién se encontraba estimulando los pezones de su pequeño con un vibrador; pasándolo en círculos, primero en sus pequeñas aureolas, para luego tomar lugar en aquellas dos tiernas bolitas centrales, una por una.

El chico soltó un grito ahogado al sentir las vibraciones que aquel aparato daba sobre sus sensibles botones, desesperándolo aún más.

— m-mami, usa tu boca.

Pidió el sumiso, necesitado por la lengua de su mami en alguna parte de su cuerpo; él quería sentirla, quería que estuviera dándole placer como sólo ella sabe hacerlo.

La chica sonrío de lado y se acercó a él rozando sus labios para luego tomarlos con lentitud, lamiendo y mordiendo a su paso; aquellos húmedos besos lograron encender mucho más al pequeño chico debajo de ella, quien estiró su lengua en busca de que su mami la tomara y así lo hizo.

En medio de un obseno beso, la mujer tomó la lengua de su contrario entre sus labios de manera atrevida haciéndolo gemir y removerse en su lugar, deleitándose con el sonido de las esposas chocar contra la madera de la cama cada vez que las sensaciones se volvían incontrolables.

— mierda...

Gimió el cjico al momento en que su mami bajó aquellos besos húmedos a su cuello, chupando, lamiendo y mordiendo con lentitud. Siguiendo por su marcado abdomen, acariciándolo y dejando millones de chupones que volvían loco al coreano, que no paraba de gemir y pedir por más.

— m-mami voy a correrme... te lo ruego, rómpeme.

Oírlo tan sumiso y entregado hizo que la chica se encendiera mucho más, sin dejar tiempo antes de comenzar a esparcir una buena cantidad de lubricante sobre la entrada de Yoongi, logrando que su lado más desesperado salga a la luz.

Sus caderas se movieron con sensualidad, subiendo y bajando sobre los dedos de la joven, quién ya había introducido dos fácilmente; sus dedos se deslizaban dentro y fuera a medida que el chico subía y bajaba por sí mismo, acompañado de gemidos agudos y altos.

— mami no quiero correrme pero... ¡ngh! tus largos dedos son... oh... una... auténtica... maravilla ¡dios!

Al sentirlo contraerse contra sus dedos decidió sacarlos antes de que se corriera, aprovechando y metiendo el strap-on dentro de él, quedando estática unos momentos para que pudiera acostumbrarse.

— te amo...

Susurró el rubio con una sonrisa en sus dulces labios, cosa que provocó a la chica ir a besarlos una vez más.

Cuando su chico se acostumbró, la chica aprovechó para comenzar a moverse con fuerza, tomando por sorpresa al coreano quién soltó un grito de placer abriendo mucho más sus piernas.

Él era como una obra de arte, sus mejillas teñidas de un hermoso color carmesí, su piel aperlada por el sudor y sus manos atrapando las sábanas con desesperación para calmar sus gemidos lo hacían ver cómo la novena maravilla del mundo ¿quién no pensaría así de Min Yoon Gi?

La chica movió sus caderas con fuerza, tocando el punto dulce del coreano haciéndolo gritar y comenzar a sollozar del placer que sentía.

Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas a través de la venda mientras que su labio inferior era mordido fuertemente, haciéndolo ver jodidamente sumiso ante ella; quién no pudo evitar acercarse a él y tomar sus labios en un fogoso beso.

Ambas intimidades estaban pegadas, haciendo que el pene de goma roce más de una vez la próstata del chico; quién culminó en un agudo grito de placer seguido de un squirt, manchando la todo a su alcance dejando completamente sorprendida su mami ¿había hecho squirt? wow.

Yoonie se mantuvo lagrimeando por un rato, tratando de apretar sus muslos para calmar las sensaciones que aquel potente orgasmo le había causado al ser penetrado con tal profundidad por su mami.

La venda fue retirada de su rostro dejando ver sus rojos ojitos llenos de lágrimas mientras formaba un puchero y movía sus brazos en busca de su mami, estaba tan avergonzado de haberla manchado con sus fluidos.

— m-mami, yo... perdón.

Habló a punto de salir a correr del bochorno, nunca había hecho algo así.

— mi bebé, está bien... es muy bueno que hayas descubierto algo nuevo.

Sonrío la chica quitando las esposas de sus extremidades, dejándolas libres para que el chico pueda ir a abrazarla con fuerza.

— pero mami, fue... extraño... pero se sintió tan bien.

La chica río y besó los hinchados labios de su bebé, poniéndolo encima de su regazo mientras besaba su rostro.

— a mami le gustó que hagas squirt ¿sabes? creo que empezaré a cumplir tus caprichos más seguido...

— m-mami, no digas eso.

Susurró Yoon cubriendo su rostro con sus manos, completamente avergonzado, recostó a la mayor en la cama e hizo lo mismo recostando su cabecita en su pecho cerrando sus ojos por unos segundos antes de observarla feliz.

- te amo, amor.

Sonrió haciendo desaparecer aquellos hermosos ojitos.

- también te amo, cielo.

Finalizó la chica recibiendo un beso en la mejilla de parte de su pequeño bebé.

I always come back 😈

𝗛𝗘𝗔𝗩𝗘𝗡 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora