The One The Away

64 1 0
                                    

Shipp: Kiribaku
Canción: The One The Away
Trama: Nostalgia, reencarnación.

.
.
.
.
.

Todos tenían secretos, claro que sí, unos más oscuros que otros pero los unía el mismo propósito el silencio.

El mejor que nadie sabía que amar a un mortal era un peligro para los de su especie, pero, no pudo evitar enamorarse cuando vió aquellos ojos escarlatas.

"Estoy perdido."

Fue lo único que pensó aquel joven cupido, cuando lo vió. Los cupidos como él tenían prohibido enamorarse de los mortales, esto los consumiría. Era una antigua leyenda entre los de su especie.

.
.
.
.

Un viejo cupido estaba sentado entre aquellas "nubes" del cielo, frente a él un pequeño niño, un cupido joven de cabellos negros como la noche cuando cubría la tierra, sus ojos rojos como el color que asociaban al amor y aquellos dientes en forma de tiburón.

Era un cupido en entrenamiento, él su mentor.

– Aizawa–san. – Habló, curioso.

– Dime.

– ¿Por qué un cupido no puede enamorarse de un mortal?.  – Preguntó, inocente.

El mayor entró en pánico, sin saber cómo actuar.

– Cuando un mortal se enamora, se vuelve egoísta, obsesivo, destruyen todo lo que juran amar. – Suspiro. – Esas emociones las sentimos nosotros más fuertes, somos tan puros que amar para nosotros es destruirnos.

El pequeño asintió, entendiendo el punto. Sabía que no debía amar a nadie, ningún humano.

.
.
.
.
.

Estaba celoso, lo admitía. Aquel joven mortal de nombre Bākugo estaba enamorado, enamorado de alguien que no era él. Y eso le hacía hervir en celos.

¿Lo peor? La persona de la cual su amado se había enamorado no era más que un despistado enamorado de otro. La persona literalmente pasaba de Bākugo, quizá no tanto así pero era muy lento para ver la perfección de éste.

"Esto es una mierda."

Pensó, dejando pasar aquello. Solo era un ligero enamoramiento más, solo eso.

Ocultó lo mejor que pudo su amor hacia el mortal, si alguien en el cielo se llegaba a enterar de aquello le quitarían sus alas, sería desterrado del paraíso. Cómo alguna vez lo hizo Lucifer.

Lo amaba, tenía que admitirlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo amaba, tenía que admitirlo. Después de dos años observando a distancia a Katsuki era imposible no hacerlo. Quizá el no sabía de su existencia, Kirishima Eijiro estaba perdido.

Su amor era tan egoísta que no quiso flecharlo con nadie, no quería compartir a quien el denomino suyo.

Pero no hizo falta hacerlo, alguien más había robado el corazón de su cenizo, alguien de un pelo verde revoltoso, con galaxias en las mejillas y sonrisa como un sol.

Midoriya Izuku, era alguien que sin quererlo conquistó el corazón de Katsuki. Izuku, el mismo ser enamorado de otro.

– Midoriya

– ¿Sí? Todoroki.

Perfecto, ahí estaba el tercero en discordia. Shōto Todoroki un chico casi igual de perfecto que Bakugo, el chico de cabello bicolor había robado el corazón de Izuku.

– Quisiera hablar contigo más tard–

– ¡Oi, Deku! – Interrumpió Bākugo. Por supuesto que sabía que mierda le sería el bastardo mitad-mitad. Pero no lo dejaría.

– ¿Pasó algo Kacchan? – Dudó, el peliverde.

– Vamos afuera, YA. – Dicho esto salió del aula. Seguido de un pecoso.

.
.
.
.

¿Ocurre algo Kacchan?

Bākugo se giró, para poder apreciar mejor al menor. Al dueño de sus suspiros y eso a Kirishima no le pudo haber dolido más que otra cosa.

– Escucha bien. Solo te lo diré una vez, maldito Deku. – Hizo una pausa, antes de soltar lo ya sabido. – Me gustas, no acepto un no.

Midoriya estaba apunto de rechazar al cenizo, de hacerle saber que el se había enamorado de otro. Sin embargo los planes de Kirishima eran otros.

«Recuerda, nunca interfieras entré el amor de otras personas Kirishima. Solo harás que esas partes se sientan vacías al lado de otros.»

Recordó lo que alguna vez su mentor le dijo. Pero ya no se trata de él, prefería romper las reglas que fueran para que Katsuki fuera feliz a verlo mal y con un corazón roto.

Entonces con valor tomó una de sus flechas, apuntando hacia Midoriya. Quién sin saberlo recibió aquella flecha de amor, siendo impulsado por esta a corresponderle a Kacchan.

– T-Tambien me gustas, Kacchan. – Confesó, sonrojado.

.
.
.
.

Fue convocado al paraíso, dónde todos los cupidos, incluyendo su mentor estaban reunidos. Al parecer se había corrido la noticia de que rompió una de las reglas. Sabía que pasaría, tenía presente que eso ocurriría en algún futuro.

Aún así duele, ¿Cierto? Se habló a el mismo, tenía razón. Amar duele, duele tanto que temió morir de amor.

– Kirishima Eijiro, has roto más de una regla importante. Haz desobedecido a tu mentor y a tu deber como cupido.

La tensión en la sala era palpable, pero no escuchaba nada. Nada importaba, sentía algo doler en su pecho, sentía que su mundo se caía a pedazos.

– Eso solo dictamina una cosa, serás desterrado del paraíso. Vivirás como un mortal más. Serás despojado de tus alas.

Sentía como era agarrado por dos arcángeles, y un dolor en su espalda se hacía presenté. Sus alas estaban siendo arrancadas y solo en ese momento se dió cuenta que quizá nunca conocería a Bākugo. Al menos no en esta vida.

Caía, mientras sentía como todo se volvía negro a su alrededor. Kirishima tenía un secreto uno muy grande.

“Katsuki Bākugo, era su más grande secreto."

Todo se volvió oscuro, no más dolor, no más lágrimas, no más amor. Solo un pobre angel cayendo del cielo. Dos corazones rotos y un porvenir.

"Espérame una vida más,
mi amado.
Para poder estar a tu lado,
por siempre."


════◈𝑆𝑜𝑛𝑔-𝐹𝑖𝑐 𝐵𝐻𝑁𝐴◈════Donde viven las historias. Descúbrelo ahora