VI

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El viernes KyungSoo estuvo ocupado todo el día. Comenzaban a llegar más ejecutivos para trabajar en KADI Corp. y las reuniones con los accionistas no habían tardado en iniciar, por lo que tenía que tener todo listo a tiempo, mantener las oficinas limpias, ordenadas, sin nada fuera de su lugar y habilitar los compartimentos atiborrados con suciedad y desorden para que los diseñadores y oficinistas pudieran instalarse.

Además, en esa semana había ayudado a Lea con su piso demasiado problemático, pues los pasantes no tenían consideración alguna con ella y dejaban todo desordenado, fuera de su sitio y lleno de mugre. Limpiaban sus pisos tres veces al día o más, incluyendo los baños y la cafetería, en la cual colaboraba todo el equipo, también se turnaban para sacar la basura del edificio cuando el camión del aseo llegaba a retirarla y llenaban a un muchacho beta con productos de limpieza para que pudiera mantener el exterior de los ventanales impecable.

Era una semana agitada, y KyungSoo había estado llegando a casa más cansado de lo normal, sin embargo, no podía quejarse porque nada era malo en la empresa; tenía algunos amigos, una hora de descanso fija para almorzar y conversar un rato con los demás y nadie se metía con él. Incluso MoonByul era una buena compañía durante los intervalos de tiempo que tenían sin hacer nada porque habían adelantado algo de trabajo.

Se sentía cómodo, de verdad; nadie lo golpeaba, insultaba o miraba de mala manera (aparte de JiYeon, pero había aprendido a no prestarle mucha atención a la chica), y eso era un alivio, no sólo para él, sino también para BaekHyun y JiHyun.

Con respecto a JongIn... bueno, el alfa había estado sorprendentemente ocupado en esos últimos días, lo sabía al ver su expresión agotada y los planos que llevaba y traía consigo cuando debía reunirse con los accionistas, que lo visitaban demasiado seguido como para darle un respiro. Los diseñadores han estado trabajando bajo presión y los arquitectos han tenido mucho qué hacer instruyéndolos, revisando sus dibujos y arreglando detalles para que nada saliera mal.

KyungSoo tenía un peso constante y firme en el corazón al verlos quedarse hasta tarde en KADI, notar las ojeras bajo los ojos de JongIn y cómo, a pesar de ello, se tomaba la molestia de dedicarle una sonrisa cuando se cruzaban en el pasillo o cuando KyungSoo tenía que limpiar su oficina.

No habían hablado mucho, pero las miradas de reojo bastaban para tranquilizarlo y hacer sentir mejor a su omega. Tenía un efecto increíble en él, y aunque temía por todo lo que JongIn podía causarle con algo tan simple, sabía que era natural al tratarse de parejas destinadas.

Ese viernes KyungSoo notaba todo más tranquilo y en calma. Los accionistas se habían retirado hace un rato y estaba a punto de llegar el fin de semana, por lo que notaba los hombros destensados y las ligeras pláticas y risas en los cubículos de los diseñadores con notable ánimo y alivio. Sonrió por ello, porque era bueno verlos más contentos y con menos presiones, y tomó su inseparable carrito con elementos de limpieza para empujarlo directo a la oficina del súper jefe.

Había acabado ya con las demás, aprovechando la llegada de la hora del almuerzo para los oficinistas, y, como siempre, había dejado para el final la oficina de JongIn.

Le sonrió a MoonByul, que se encontraba recogiendo su propio desastre para aligerarle el trabajo (sí, así de considerada era ella), y la alfa le devolvió el gesto con ánimos, una sonrisa de hámster, brillante y bonita, exponiéndose sin vergüenza.

ㅡ¿Qué tal el primer turno? —ㅡle preguntó ella, desconectando la bocina que usaba a bajo volumen para no entorpecer el desempeño del resto, y KyungSoo se encogió de hombros con tranquilidadㅡ.

ㅡMas tranquilo que estos últimos cuatro días, así que no puedo quejarme.

ㅡOh, no lo hagas o se pondrá peor.

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