"Dejar ir"

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Luzu había comenzado a llorar en su regazo, aún enzima del menor, mojando su playera.
Willy alejó sus manos de él, su vista estaba hacia su cuarto mirando ese balcón nuevamente, por alguna razón esta vez no soportaba el toque de luzu sobre el. Se sentía molesto y desesperado por acabar con esa escena estaba fastidiado hasta que luzu trato de abrazarlo, lo que hizo que su enojo subiera esta vez lo alejó como pudo y se puso de pie.
- me voy- tomó la maleta que estaba haciendo para después ir de camino a la salida- no me llames no me busques no te me acerques no puedo siquiera pensar en ti sin sentirme asqueado y si Alguna vez sentiste algo por mi te habrás ido antes de que llegue- cerró las puerta para pararse delante de la de su vecino un poco tímido, y como si él le leyera la mente abrió la puerta.
Willy se aventó en sus brazos para que este lo llevara dentro.
Se sentó en en sofá con Willy abrazándolo como koala, no estaba llorando pero se sentía frío así que lo abrazaba fuerte para darle calor.
S- qué pasó chiki?- le preguntó preocupado
G- yo... solo. hay un lugar al que debo ir- dijo bastante decaído recargado en el hombro del mayor
- iré contigo- sintió como Willy asintió y lo abrazó más hacia el
Después de unos minutos Willy se separó del abrazo buscando algo en su celular,  Samuel tomó lo importante y ambos salieron del edificio en el auto de Samuel, el cual no pregunto a donde solo seguía lo que le decía Willy.
Después de 4 horas en su carro Llegaron a una casa bastante linda y amplia de la cual Willy camino hasta la entrada lento y apenado mientras Samuel lo miraba desde atrás, su sorpresa fue que al tocar la puerta abrió una linda rubia.
Que sorprendida lo invito a pasar.
Samuel estacionó su auto y al acercarse a la puerta escuchó algo caer y romperse después un grito del menor diciendo algo como esto estu culpa. cuando abrió la puerta Willy estaba de pie en esa pequeña sala acogedora y la rubia estaba sentada en ese sofá con cara triste mirando a sus pies.
El solo miró la taza en el piso, cerró la puerta saliendo despacio para no llamar la atención.
Hasta que la rubia volvió a emitir sonido
- no sé porque dices que es mi culpa- dijo bajito y después apenas miraba a Willy el cual se veía enojado.
- porque!!! Porque por Tu me viste salir con ese chico aun cuando no podía ni caminar, tu sabías que estaba afuera y aun así no le dijiste a nadie, tú sabías que no estaba bien, aun así no dijiste nada!!! Es tu culpa y es tu culpa qué luzu este enojado con migo porque aun te ama!!! -
La rubia lo vio sorprendida mirando a Willy que tenía unas cuantas lagrimas en sus ojos - no te ha olvidado y me culpa a mi por separarlos pero me tiene lastima y eso es tu culpa-
-lo siento, no sabia que todo esto pasaría solo perdón- la rubia comenzó a llorar y Willy limpio sus lágrimas para comenzar su camino fuera de ahí.
- deberías llamarle se quedará solo si solo sigue pensando en ti-
La rubia miraba sus pies mientras Willy salía de ahí con Samuel tras de él.

Al llegar al carro ninguno dijo nada y fue un camino bastante silencioso.
- estás bien?- Willy asintió
- si- decía mirando al camino escondiendo un Par de lágrimas
Samuel suspiró y lo miró aún dudoso - Willy solo quiero saber si estas bien no necesitas mentirme-
-no te miento sabia que este día llegaría pero no me imaginé que sería yo el que ya no querría nada con el- se veía tranquilo aunque aún se veían rastros de sus lágrimas podía verse tranquilo.
Samuel siguió su camino a casa y una vez llegaron Willy entró a casa del mayor. Se sentó en el sofá y se acostó en cuestión de segundos estaba dormido aunque Samuel lo tapó no tardo en despertarse.
Eran las 6 am y decidió volver a casa dudoso pero entró por la puerta aunque no pudo evitar dirigir su mirada al cuarto de luzu, la puerta está abierta y solo estaba su colchón desnudo no había nada más. Y en la mesa de noche estaba un post-It pegado que decía perdóname con su número de teléfono.
Debe admitir que él se lo sabe, pero no quiere hablar con él no está listo. Pero por ahora está más tranquilo al parecer el departamento lo tiene el ya se arreglarán para su negocio pero por ese momento necesitaba descansar, agotado se dirige a su cama pero al entrar a su cuarto hay un lindo sobre en su almohada, esa era la carta de luzu.
Sabia lo que diría, un perdón acompañado de un adiós, diciendo que correrá a los brazos de Lana y se olvidará de él sin que él le importe.
Bastante molesto aventó la carta para tirarse en su cama tratando de conciliar el sueño, ese día había sido largo y su semana sería peor.
Aunque debe admitir que dentro de él tiene sentimientos encontrados, por lo que las citas que el doctor Raúl le dijo las estaba empezando a prever dentro de su semana.

Sin SalidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora