Don't leave me [Jicheol]

🍃Uno🍃

Desde muy pequeño Seungcheol fue educado para ser un gran empresario en el futuro, tal vez no era la aspiración de su vida heredar la gran empresa de su padre, pero durante toda su vida se le dijo que ese era su futuro. El que actualmente fuese uno de los más destacados en la gran empresa no era sólo porque aprendió del mejor, sino porque los negocios se le daban bien, así que inevitablemente con el tiempo tomó cariño y pasión por el arte de los negocios.

Sin embargo, existían los días difíciles, largos y pesados, que por más que los evitara, eventualmente ellos llegaban hasta él arruinando su semana, o su mes, pero por suerte, para aquellos días donde las nubes negras se posaban sobre de él, tenía un buen remedio: caminatas largas al aire libre.

Siempre lograba encontrar una paz interior cuando caminaba por los parques llenos de árboles, pájaros y personas, o simplemente cuando daba toda una vuelta a la manzana de donde vivía, pero su lugar favorito era la vieja estación de trenes, dónde ahora sólo pasaban aquellos grandes trenes de carga que se dirigían a otras ciudades. Le gustaba pasar el atardecer caminando por las rieles, deleitándose del sonido de los pájaros, de los insectos, y de vez en cuando el sonido lejano del tren recorriendo su trayecto, o los autos de la ciudad que pasaban no muy lejos de ahí.

Aquel día había sido uno de esos días, odiaba cuando las personas no hacían su trabajo como debían, o que tuviera que repetir en más de una ocasión las cosas. En lugar de estresarse más por el comportamiento de otras personas, prefería alejarse de la ciudad y mirar al sol bajar por el cielo hasta ocultarse.

Aparcó el auto cerca de la entrada de la estación de trenes, las puertas estaban cerradas con cadenas y candados, pero había una de ellas que al tirar con suavidad, se abría y podía pasar debajo de las cadenas para entrar a la estación. El polvo inundaba el lugar, así como las plantas que se adueñaron de casi todo el interior y las hojas marchitas que recorrían los suelos; caminó atravesando toda la estación para salir al otro lado, donde podía bajar a las rieles y caminar por ellas por un largo rato hasta que se hiciera muy de noche.

Comenzó a caminar con lentitud, pensando en su día, en lo que había salido mal, en lo que lo había enfurecido, en lo que pudo haber hecho para que el resultado fuera mejor o no terminara como lo hizo; toda esa clase de pensamientos lo hacía relajarse de poco en poco, a veces primero se estresaba más, pero eventualmente terminaba relajado y listo para componer las cosas al día siguiente.

Siempre pensó que sólo él sabía de ese lugar, o que al menos era el único que lo recorría durante el atardecer, cuando el cielo se pintaba de un color naranja hasta que quedaba todo oscuro. Ese día había un chico que caminaba a varios metros lejos de él, caminaba sobre la riel como si fuese una cuerda floja, mirando al suelo, seguramente manteniendo su concentración en no caer. Sonrió al verlo, pensando en que hacía demasiado tiempo que él no intentaba algo así, un adulto de veintisiete años no debería hacer eso, pero no había leyes que se lo prohibieran.

A lo lejos, podía escucharse el tren acercándose a la zona, cuando eso pasaba, usualmente Seungcheol se hacía a un lado, entrando al bosque y quedándose de pie para mirarlo pasar, sabía que no estaba muy lejos, así que lo mejor era alejarse del camino. Miró al chico que seguía entretenido, ¿cómo es que él no escuchaba el sonido del tren? No dejó de observarlo hasta que lo vio bajando hacia la parte de en medio de las rieles, quiso pensar que llevaba audífonos a todo volumen y que por eso no era consiente del sonido aún.

Pero el tren estaba cada vez más cerca, haciendo un estruendoso ruido que era imposible no escuchar y el chico no hacía más que seguir caminando en medio de las rieles, Seungcheol no pudo quedarse de brazos cruzados, viendo como el chico sería arrasado, así que corrió rápidamente y se lanzó sobre de él. Los dos rodaron en la tierra hasta que chocaron contra un árbol, el cual estaba lo suficientemente lejos para que ellos se quedaran ahí y el tren pasara sin problemas.