Jhon Burston

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Jhon Burston

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Sé que has notado las mismas irregularidades que yo por las noches, también sé que has aprendido a no cuestionar mucho. ¡Siéntate! Ponte cómodo, que estos años de silencio tuvieron una razón, debía callar hasta que la orden fuera otra... Hoy cambió la orden, muchacho.

Antes de empezar, quiero disculparme porque sé que habrá cosas que hubiera preferido no contarte, pero hice una promesa a tus padres que debo cumplir.

De todos los lugares del mundo, nadie hubiera dicho jamás, que Leikmun llegaría a convertirse en la cuna de tan increíble historia, y quizá no la describiría de increíble si no hubiese sido yo mismo partícipe de esta experiencia... ¡Pero así fue!

Cuando todo inició era yo un muchacho comotú, inquieto e ignorante, un adolescente corriente. Tuve la dicha,debo admitirlo, de vivir cosas que nadie había, e incluso ahora, pocos han vivido.

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Comienzo con aquella noche en la que un hombre con algo más de la mitad de un siglo vivido, Johnny Burston, salió a cabalgar a su lugar favorito: Leikmun. El viejo nunca había contado lo ocurrido, prefirió esperar hasta el día adecuado para revelar el secreto que le cambió el destino a la familia.

¿Qué era lo que atraía tanto al viejo a ese remoto lugar? ¡Enigmáticas las razones! Leikmun es un lago situado en Khiomo, una de las islas pertenecientes al cinturón oceánico de Viena, lugar donde nací. Viena es sin duda uno de los rincones más recónditos del planeta, con pocos habitantes, rodeado de abundante belleza vegetal y animal, que además sirvió de escenario para los acontecimientos más espectaculares en la historia de los Burston. Apenas la veas la reconocerás porque es la única de las islas protegida por altos acantilados que descienden a sus cuatro puntos cardinales; los khiomanos se refieren a ellos como La corona del mar. Muy adentro de la isla se encuentra el lago Leikmun. El nombre del lugar se debe a un enorme lago al sur de Khiomo cuya figura se asemeja impresionantemente a la luna, sin embargo, tal similitud puede apreciarse solo cuando la luz del astro baña por completo la superficie serena de sus aguas.

Se dice que hace muchísimos años, un explorador extranjero atracó en las orillas de Khiomo con la intención de conocer nuestros tesoros ocultos; vino en busca de minerales y riquezas y, para mayor fortuna, llegó al lago durante la noche cuando los rayos de luz de luna embriagaban con impresión la mirada del solitario espectador. El lago brillaba en su máximo esplendor. Los khiomanos se acostumbraron al nuevo nombre después de que futuros visitantes llegaran interesados en conocer "el lago de la luna", o Lakemoon, como lo bautizó el hombre aquel. Y, sí, precisamente cerca de ese lugar los Burston han vivido por generaciones.

No hay registro histórico que especifique la fecha en la que se construyó la casa Burston; tampoco lo saben los miembros de la familia, lo que sí es seguro, es que fue hace mucho, mucho tiempo y que la casa del viejo Johnny se convirtió en una herencia, una tradición que recibiría el varón mayor de la última generación Burston cuando el propietario de turno dijera adiós a la vida. Johnny tuvo una hija que a su vez tuvo un varón.

Todo apuntaba a que el nieto de Johnny Burston sería el responsable de continuar con la tradición, hasta que el mayor de los acontecimientos que la familia tuvo que presenciar les llegó a la puerta, una decisión que los condujo a atravesar un túnel de sentimientos indeseados que marcó un antes y un después.

Jhon Burston La caída del Heredero NainkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora