Su propósito de vida había llegado a su fin.
En un abrir y cerrar de ojos —literalmente— se encontró en lo que parecía ser otro mundo.
Cuando pudo reaccionar, decidió mirar a su alrededor y contemplar el entorno. Todo se había tornado de colores que derivaban del anaranjado y de algunos toques violetas, cual atardecer.
No sabía en donde se encontraba, pero el ambiente cálido y nítido lo envolvía dándole un poco de calma a su angustia y desesperación.
¿De verdad había muerto? ¿Su vida había acabado tan pronto?
Se negaba a creerlo, ni siquiera había logrado su conquista ¡Y aún peor! Había sido vencido por aquel guerrero de blanco y negro que se metió en su camino incontables veces.
Ahora estaba solo, porque así lo decidió, había asesinado a su segundo al mando y dejó a su suerte a todos los que le seguían.
Jamás se había imaginado que la soledad podía ser demasiado abrumante. Porque sin importar todo por lo que alguna vez sufrió, jamás estuvo solo.
"Tienes que dejar todo eso en el pasado porque simplemente no importa, lo único que importa es en lo que tú quieres convertirte."
No podía dejar de preguntarse en qué había decidido convertirse y ¿Para qué? ¿Con qué propósito?
Sentía que había malgastado su vida, había deshonrrado a su familia, traicionado a sus aliados y ser el causante de su propia muerte.
"¡Eres un cobarde!"
Sin darse cuenta, con sus actos de cobardía él mismo había arrastrado el destino que la adivina había predicho.
Dejó que la ira lo controlara como mareoneta incluso en sus últimos momentos y jamás sintió ni un poco de remordimiento por todo lo que había hecho.
Ahora se daba cuenta de eso; en su soledad y cuando ya era demasiado tarde, le fue posible comprender que el camino que había elegido no fue el mejor y que sus pensamientos eran erróneos.
Alguna vez lo tuvo todo, no podía quejarse de nada pero aún así lo hacía, quería más y su misma avaricia lo llevó hasta la cima, y luego lo dejó caer con una fuerza de un cañón.
El peso de toda la sangre derramada de inocentes cayó en sus hombros y pudo sentirse como un completo desastre y un fracasado.
El dolor de su alma era inexplicable, era como si algo atravesara su pecho y quisiera destrozarlo por dentro. Era como lanzarse a un abismo y ser acabado por un cruel final.
Así sentía, estaba en el final, había tocado fondo.
Y ahora solo le quedaba soportar una amarga eternidad donde viviría reclamándose por todo lo que hizo o lo que pudo haber hecho.
¿O tal vez no?
–¿Shen?– una voz curiosa y un tanto temerosa se escuchó a sus espaldas
Un escalofrío puro recorrió el cuerpo del mencionado porque creyó que nunca más volvería a escuchar esa voz.
–Hijo– se escuchó otra voz que era un poco más grave
Shen se giró con la mirada puesta en el suelo dejando que su semblante de derrota y dolor se diera a conocer.
–Solo tuviste un mal día ¿No es así, cariño?– habló su madre con un tono tan suave que logró quebrarlo
Sus párpados empezaron a pesarle y cerró los ojos en su intento por retener las lágrimas.
Para su sorpresa, par de alas lo rodearon haciendo que el poco orgullo que aún le quedaba terminará por extinguirse.
Para cuando se dio cuenta, estaba recibiendo el abrazo más cálido, reconfortante y suave de su vida. Habían pasado demasiados años desde la última vez que estuvo entre los brazos de sus padres.
"Te amaban, te amaban tanto que haberte expulsado los mató"
Y justo en ese momento se sintió de nuevo como un pequeño niño que dependía de ese abrazo porque era el poco de esperanza que necesitaba para levantarse de nuevo.
–Lo arruiné todo- su voz inestable se escuchó–, lo siento tanto, no quería que me odiaran, solo quería...
–No te odiamos ¡Jamás lo haríamos!– lo interrumpió su padre para dejar ese punto en claro
–Te amamos, como a nada y nadie, pensábamos en ti día y noche, te extrañamos tanto que tu ausencia incluso dolía– dijo ella y la sinceridad en sus palabras era profunda
–Sabíamos que con suerte, podríamos verte aquí algún día, entonces esperamos, y puedo decir que la espera pareció eterna
–Pero ahora estás aquí, cielo– ambos se apartaron un poco para buscar la mirada de su contrario–, el destino pudo apartarte de nosotros pero también te trajo de regreso
–Y todo lo demás no importa, el pasado no es más que eso, aquí lo importante es que sepas que te amamos, hijo
Shen se armó de valor para poder conectar sus ojos con los de sus padres, y sonrió.
Su sonrisa por primera vez, en mucho tiempo, fue sincera y delicada.
A ese punto, las lágrimas —que por tantos años había logrado contener— se deslizaban con libertad por su rostro para caer al suelo.
Finalmente relajó la tensión de sus músculos y se atrevió a sentir de nuevo el suave material de las túnicas de sus padres al poder volver a abrazarlos.
–También los amo– dijo con un tono suave, casi en un susurro–, y me alegra estar de vuelta
En ese momento supo que ese no sería su final, quizá ya no estaba en mundo de los vivos y no podía remendar lo causado pero aún podía curar su alma y seguir adelante sin perder el camino.
Después de todo, el Guerrero Dragón no había acabado con él, solo le había dado la misma paz que llevó a China.
Y no se sentía tan mal.
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Fin.¿Qué puedo decir? Amo a Shen osiosi <3
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El dolor del alma [One-Shot]
Fanfiction"El destino son cartas, tú decides como jugar con ellas" →Protagonista: Shen →Un único capítulo →Situada después de lo ocurrido en Kung fu panda 2