3- Mi vida entera es un secreto

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C H R I S

Al final agradezco que a quien nos tenía que enseñar el instituto no pudiera a la hora del recreo y encima nos sacaría mientras hacíamos clase.

Ahora estaba en clase de inglés esperando a que la directora nos sacase de clase.

Tocaron a la puerta y pasó la directora.

-Pueden salir el señorito Anderson y la señorita Collins- preguntó la directora amablemente al profesor de Inglés, el profesor acepto,claro que no le va a decir que no a la directora.

Me preguntaba si la chica con la que tenía que salir seria la hermana de Sam, ya que se apellida igual pero sería imposible, porque es nueva.

La directora caminaba delante nuestro y nosotros detrás de ella, iba tocando puerta por puerta preguntando si podían salir los alumnos.

-Hola, ¿Eres la hermana de Sam Collins?-le susurre a la chica con la que salí de clase.

-No, soy su prima, Lucy, su hermana es Alice- me dijo ella sonriendo y yo le devolví el gesto.

Llegamos a dirección y no había nadie, se suponía que nos tenían que enseñar el instituto.

-Bueno yo os dejo aquí, la señorita Collins ya que es la delegada se encargará de enseñaros el instituto- dicho eso, la directora, se marchó.

-No fastidies que tu prima/hermana de mi mejor amigo es la delegada- le dije a Lucy ella sólo se río.

Pasaron cinco minutos y la puerta del despacho se abrió y había una chica en la puerta, no me digas ¿Esa es la hermana de mi amigo? Es bien fea, detrás de ella llego mi ángel.

-Mariana, ¿Qué haces aquí?- le pregunto mi ángel a la chica, ella solo le susurro algo y se fue- Bueno, bueno-algunos de los nuevos parecían tener miedo de ella-Soy Alice Collins y soy vuestra delegada, encantada- dijo sonriendo, todos se relajaron por la forma en la que lo dijo,amable, yo solo me tense ahora ya no sería mía ya que es la hermana de Sam.

-No fastidien que la delegada es una fresita -dijo una chica con pinta de rebelde, Alice solo le sonrió.

-Ya verás quienes son las fresitas aquí...-susurro Alice, pero yo lo pude escuchar bien-Bien, voy a decir los nombres y van saliendo al pasillo-miró la lista y negó con la cabeza, el último fui yo-Vaya tu eres el conocido Chris ¿Anderson?

-Emm si mi prima, es Kelly-dije rascándome la nuca.

-Encantada-me muestra su recta sonrisa y sus dientes blanqueados.

Íbamos caminando por los pasillos del instituto y ella iba indicando que era cada cosa que señalaba. Algunos parecían muy entusiasmados por la manera en que lo decía, en cambio otros solo estaban mirándole el culo ya que iba delante nuestro. Las chicas solo le sonreían pero juraría que sentían celos, bueno yo soy un tío no sé cómo se sienten de verdad.

A L I C E

Al final de terminar el paseo, las clases se terminaron y yo me fui a mi casa, espero que no esté mi madrastra, la odio con todo mi ser, solo quiere a mi padre por su dinero. Siempre me preguntó ¿Por qué mi padre dejo a mi madre? Mi madre es la mejor persona que puedas conocer, me ama y yo la amo, mi hermano no suele estar mucho con ella ya que tiene entrenamientos y "cosas de chicos".

Al llegar a casa lo primero que hice fue subir a mi habitación y me arreglé para ir al sitio donde voy casi todas las tardes, trabajo.

Casi estaba fuera de casa pero mi teléfono sonó.

-¿Hola?-dije yo esperando a que contestara.

-Hola, llamamos del Hospital Santa Teresa, le queríamos informarle de que su madre a empeorado lo siento mucho- dicho esto colgó.

Por dentro me sentía una mierda, las lágrimas bajaban por mis mejillas y caían al suelo. ¿Qué le pasaba a mi madre? Ella tiene cáncer terminal, está ingresada en el hospital y yo voy por las tardes a trabajar para así poder pagar el tratamiento. Mi hermano sabe que mi madre está mal, he intentado muchas veces decírselo a mi padre pero Jannete no me dejaba.

Estaba segura de que mi padre ayudaría en todo lo que hiciera falta, aunque no estuviese con mi madre, yo sabía que él piensa que es la mujer que le ha dado la vida a sus dos hijos.

Me siento una destrozada por dentro, yo no podía hacer nada por mi madre, simplemente no podía, no había remedio y lo que más me dolía es que ella estuviese feliz mientras yo sufría en silencio.

Mi madre, la mujer que me dio la vida, enferma, con cáncer sin solución, yo no podía hacer nada, simplemente pagar el tratamiento para intentar salvarla. Ojalá pudiera yo estar en su piel, la amo demasiado para que me deje, ella no puede irse, no puede.

Ella me enseñó tantas cosas... ella me peinaba, me vestía como una princesa, yo era su princesa... Y mi hermano su príncipe.

Tenía todo el maquillaje corrido por la cara, lo sabía pero no me importaba. Logré levantarme del suelo, me dirigí hacia mi habitación, cogí una pequeña caja donde guardaba a mi preciada amiga, la cuchilla, deslice lentamente la cuchilla por mis muñecas, hacía mucho tiempo que no me cortaba, hacía mucho que mi madre en teoría estaba bien.

Cuando termine de cortarme me lave las muñecas y me cambie por una sudadera así no se me podían ver las cicatrices.

Yo sabía que cortarse no era la mejor manera de solucionar las cosas pero aliviaba el dolor que sentía dentro de mí.

Me monte en el coche y me fui directa al hospital, no podía pasar ni un segundo más sin ella.

Todo el mundo cree que soy perfecta solo por sacar buenas notas y por tener dinero. Pero no todo eso lleva a la felicidad, mi vida no era perfecta, me corto, mi madre tiene cáncer, mis padres están divorciados, mi padre nunca está en casa, mi madrastra es horrible...

Mi vida entera es un secreto.

Ainoa

Mi vida, mis secretos *PARADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora