A la mañana siguiente:
A la mañana siguiente
Era el último día de la estancia del duque Esteban y sus hijas en el reino de Nankatsu. El Rey Diego y el Rey Ronald habían concluido sus negociaciones y logrado un acuerdo sobre el proyecto en discusión. Ahora, estaban todos reunidos para las despedidas formales en el salón principal del castillo, una imponente sala adornada con tapices y candelabros que reflejaban la riqueza y el poder de ambos reinos.
Con los Reyes:
Duque Esteban: Fue un verdadero placer haber discutido con ustedes sobre el nuevo proyecto. Estoy seguro de que será beneficioso para ambos reinos-Comentó con una sonrisa afable.
Rey Diego: El placer fue nuestro, Esteban. Tu visión y experiencia han sido invaluables-Respondió, estrechando la mano del duque con firmeza.
Rey Ronald: Estoy de acuerdo. Espero que esta alianza prospere y traiga grandes beneficios para todos nosotros-Añadió, con un gesto de asentimiento.
Con los Príncipes y las Duquesas:
-Mientras los reyes conversaban, los príncipes Tsubasa y Genzo se despedían de las duquesas Sanae y Florencia en el jardín del castillo, bajo un cielo despejado que prometía un día soleado:
Sanae: Fue un gusto volver a verlos-Dijo con una sonrisa que parecía sincera, aunque sus ojos reflejaban algo más.
Genzo: Lo mismo digo. Ha sido un placer reencontrarnos después de tanto tiempo-Concordó, sonriendo cortésmente pero manteniendo cierta distancia.
Flor: Ojalá nos veamos pronto. Adiós, Genzo-Se despidió con voz melosa, abrazándolo con demasiada familiaridad y un toque de posesividad.
Genzo: Adiós, Flor. Cuídate-Respondió mientras correspondía al abrazo, aunque con evidente incomodidad.
Sanae: Adiós, Tsubasa-Dijo, acercándose demasiado y plantándole un beso peligrosamente cerca de los labios.
Tsubasa: Adiós, Sanae. Nos veremos pronto-Respondió, sintiéndose visiblemente incómodo por la acción pero manteniendo la compostura.
Flor: Adiós a ustedes también, Príncipe Taro, Jun-Añadió con una sonrisa falsa, sus ojos lanzando miradas de desdén.
Sanae: Fue un placer conocerlos-Agregó, con una voz igual de falsa que la sonrisa de su hermana.
Taro/Jun: Adiós-Respondieron fríamente, sin intentar disimular su disgusto.
Duque Esteban: Vamos, niñas, al carruaje-Apuró mientras se despedía de los reyes.
Sanae/Flor: Ahí vamos, padre-Contestaron, dirigiéndose al carruaje y subiendo en él con un aire de desdén.
-Una vez que el carruaje de los duques se perdió de vista, los reyes regresaron al castillo. Jun y Taro, por su parte, fueron detenidos por Tsubasa y Genzo, quienes los agarraron suavemente del brazo y los llevaron a un lugar apartado del jardín para hablar sin interrupciones.
Con Taro y Tsubasa:
-Tsubasa llevó a Taro a una parte tranquila del jardín, donde un viejo roble ofrecía sombra y privacidad. Se sentaron en unas sillas de hierro forjado, y Tsubasa rompió el silencio primero.
Tsubasa: Ahora sí, vamos a hablar-Anunció con seriedad, mirando directamente a Taro.
Taro: ¿Hablar de qué?-Preguntó, intentando hacerse el desentendido, aunque su voz temblaba ligeramente.
Tsubasa: No te hagas, sabes de qué hablo. Ahora, dime qué es lo que pasó-Exigió, serio y preocupado.
Taro: ¿Sobre qué?-Cuestionó, desviando la mirada y jugueteando nerviosamente con sus manos.
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Todo por un contrato (Captain Tsubasa/Omegaverse).
Non-Fiction-¿Qué sucede cuando un contrato matrimonial une a dos parejas destinadas? En un reino donde las alianzas políticas dictan el destino, Taro y Jun Misaki y Genzo y Tsubasa Ozora se encuentran atrapados en un acuerdo de matrimonio que no eligieron. Ini...