Región de Unova, Ciudad Nimbasa...
Estilo. Glamour. Belleza. Talento electrizante como entrenadora Pokémon. Todas esas palabras describían a la líder del Gimnasio Nimbasa, Elesa. Una bella supermodelo y una de las líderes de gimnasio más fuertes de toda Unova, siempre dispuesta a compartir su encanto y talentos con todos. Excepto tal vez...
- No me importa cuánto aumente su precio. – decía hablando por sus auriculares. – Mi respuesta es y seguirá siendo que no. Ahora si me disculpa, tengo un nuevo gimnasio qué inaugurar.
Y sin decir más, pulsó el botón para terminar la llamada, dando un suspiro de alivio. Ya era la cuarta vez que ese importante diseñador de ropa interior femenina le llamaba, y la cuarta vez que tenía que decirle que no. No le molestaría posar en bikini para un calendario, pero tratándose de lencería... eso era un gran no-no, sin importar cuánto le ofrecieran.
En eso, la puerta de su camerino se abrió. Era una de sus modelos, una joven castaña de pelo corto que usualmente hacía de juez de batallas durante sus encuentros oficiales. Iba vestida con un ajustado traje negro con líneas color naranja que le bajaban por las caderas y también en los muslos, un chaleco a juego y guantes blancos.
- Cinco minutos, Elesa, ya estamos listas.
- Gracias, Blaire. Es hora de que todos me vean brillar. – dijo la líder.
Blaire se retiró, y Elesa se echó una última mirada al espejo. Terminó de acomodarse su cabello rubio, y chequeó por última vez su atuendo: su chaleco amarillo favorito, su top negro que dejaba al descubierto su torso en dos secciones, sus ajustados pantalones negros y sus tacones a juego con el chaleco. Todo perfecto en su lugar para acentuar su figura. Y desde luego, tampoco podían faltar sus auriculares característicos, de blanco, rojo (el derecho) y azul (el izquierdo). ¿Para qué negarlo? Una supermodelo como ella siempre tenía que verse y sentirse bien.
- Qué comience el espectáculo. – se dijo a sí misma, saliendo del camerino y preparándose para caminar hacia su escenario.
Como la mayoría de los líderes de gimnasio, Elesa tenía otro trabajo aparte de sus usuales deberes con la Liga Pokémon. Era una de las supermodelos más importantes en la industria de la moda en la región Unova y más allá, y todos los diseñadores, fotógrafos y revistas importantes siempre buscaban que ella posara para ellos, algo que ella siempre estaba gustosa de aceptar (excepto si fuese para modelar ropa interior). Así que durante los últimos meses había estado haciendo algunos arreglos para poder combinar sus dos grandes pasiones: el modelaje y las batallas Pokémon.
El antiguo edificio del Gimnasio Nimbasa había sido construido por el mismo arquitecto que diseñó el parque de diversiones. Ella disfrutaba de las montañas rusas y otras atracciones tanto como cualquiera, pero desde hacía tiempo había querido tener un gimnasio más acorde con su propia personalidad. Por fin lo había terminado, y para celebrarlo, ¿qué mejor que un desfile de modas combinado con algunas batallas de exhibición?
Al poner pie en el escenario, se encendieron las luces de neón para iluminar a la audiencia que gritaba y aplaudía, de azul en el lado izquierdo y rojo en el derecho, y posteriormente, se encendieron las luces de la pasarela, que atravesaba un gran campo de batalla en todo el centro. En medio de los vítores, Elesa caminó hacia el centro del campo de batalla, contoneando sus caderas con estilo y se detuvo para extender los brazos y saludar a sus admiradores (y admiradoras) enviándoles besos.
ESTÁS LEYENDO
Pokémon Reset Bloodlines - Gaiden de Elesa
FanfictionElesa participa en el Torneo Pokémon Mundial en la copa de líderes de gimnasio, y tras experimentar una ligera baja en su desempeño, su encuentro con un colega especialista en Pokémon Eléctricos podría ser justo lo que necesita para no perder su toq...