Todo cambió desde esa noche, me dí cuenta que el dolor puede ser eterno, que el perdón no era parte de su vida y que olvidar no era parte de la mía...
-¡Te odio!- gritó
-ódiame,ódiame todo lo que quieras, ¿como eres incapaz de perdonar?-
-tú no enti...
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-Espero que eso haya sido suficiente para ti- Dije sentándome en la cama mientras de reojo observaba a Argentina aún dormido, tenía una expresión relajada, su rostro casi no se distinguía por la oscuridad pero eso me hizo recordar sus malditos ojos con el contraste de la luna, esos ojos que sabes que te harán mierda, esos hipnotizantes ojos que su única intención es dañarte, esos ojos que no importa cuanto trates no puedes dejar de mirarlos pero aún así no te vas y te acercas aún más, esos malditos ojos con los que me hice tantas ilusiones, esos ojos de los que me enamoré.
-"Oculos Sicarii"- una voz resonó en mi mente
-Oculos Sicarii- Repetí susurrando, eso significaba Ojos homicidas no recuerdo dónde lo escuché o lo vi, ni siquiera recuerdo si era así, pero los ojos de Argentina me hacían pensar en eso, ojos que te conducen a tu muerte
Me levanté lentamente y comencé a buscar mi ropa que extrañamente estaba esparcida por todo el piso... no cacho cuando pasó eso. Cuando ya estaba listo para irme lo volví a mirar, no se había movido un centímetro en todo este rato... seguramente va a ser la última vez que lo vea así, la última vez que pueda tocarle. Lentamente me acerque a sus labios, y cuando estaba apunto de besarlo dijo
-Perú- en un susurro casi inaudible
quería llorar, gritar, hasta golpearlo, pero, una parte de mi se lo esperaba completamente... una parte de mí sabía que eso iba a pasar, no me enojaba que haya mencionado a Perú, me molestaba que luego de todo lo que había pasado esa noche, yo aún no era parte de nada... esta noche no valió. Me alejé lentamente y al cerrar la puerta de su habitación un nudo se formo en mi garganta, apreté fuertemente mis labios para no soltar una sola lagrima... porque duele, duele como el infierno, pero ya no soy capaz de dar más, ya lo di todo así que llorar, rogar, o hasta morir será en vano... de nada serviría. Que divertido... llorar por la perdida de algo que nunca fue tuyo.
Bajé cautelosamente las escaleras, y salí al patio, eran como las 4 o 5 am pero me valía mierda, ahora solo quiero llegar luego a mi casa, después de caminar un rato por la neblina y el frío de la madrugada pude sentir que dejé ir algo, sentía que algo se alejaba de mí, y se sentía bien simplemente soltarlo.... saqué mi celular y llamé a México para que me viniera a buscar porque por muy refrescante y pacífico que se sintiera yo no podía llegar a pie a mi casa, digo... sigo estando en otro territorio
-Mande- su voz al otro lado del celular me sorprendió ¿cómo puede estar con tanta energía a las 4 de la mañana?
-¿Me podí venir a buscar?, después te cuento- intenté sonar lo más convincente posible. Todo iba a estar bien...
Al rato se estacionó frente a mi un auto blanco, pero estaba demasiado inmerso en mis pensamientos como pa' cachar de que modelo era la wea. (NT: A la wna de la autora no se le ocurrió)
