Obelus

Capítulo 30 Disculpa.

Wei Wuxian no tiene un colapso en la tienda.

Tampoco tiene uno en casa. Simplemente lidia con la sensación de que su estómago se revuelve todo el tiempo, sin prestar mucha atención a Wen Ning, pero sin ignorarlo tampoco. Lo observa por el rabillo del ojo con atención. No se atreve a apartar los ojos de él, especialmente ahora que sabe que está armado. Hace que elegir el arroz sea un poco más intimidante. No puede alejarse de él exactamente; Wen Ning está a cargo, el que conduce, el que paga (¿con la tarjeta de Lan Wangji?), El que lo cuida. El único. Hay algo en saber qué tan rápido puede cambiar su flip que hace que Wei Wuxian se mantenga un poco más lejos de él, no le habla tanto, no le pide nada cuando llegua a casa. Simplemente se sienta y espera a que su esposo llegue a casa, mirando el reloj marcando los minutos. Rechaza la oferta de té de Wen Ning, la oferta de una película, la oferta de ser un ser humano real y entablar una conversación. Solo se sienta. Y espera.

Cuando oye que se abre la puerta, casi se levanta de un salto. Desde el respaldo del sofá puede ver a su esposo entrar y saludar a Wen Ning. Hablan por un momento en voz baja antes de que Lan Wangji se dirija hacia él y Wei Wuxian se agacha, fingiendo no haber estado escuchando a escondidas.

"Wei Ying".

Wei Wuxian bebe de su taza de agua. "Hola."

"¿Cómo estuvo la tienda?"

"Uh esta bien. Tengo más de tu cereal. Estaba en rebaja . . . " mira el repugnante cereal de trigo que a veces comía Lan Wangji. Lo odia, cree que sabe a cartón, pero no tiene que comerlo, así que está agradecido por eso. Es culpable de comer cereales infantiles azucarados y barras de granola procesadas porque saben bien, son fáciles, convenientes y baratas. Pero no esta vez. De todos modos, no hasta su cita con el dentista. Después, volverá a comer comida chatarra. Él lo jura.

"Tenemos que hablar de esta noche".

"Sí, eh, solo, eh", Wei Wuxian deja su taza de agua, se pone de pie y se cepilla. Mira a su alrededor para ver que Wen Ning se ha ido y siente que respira un poco mejor. Están solos ahora. Antes que lo hagamos. . . "

Lan Wangji lo mira.

"Puedo preguntar . . . está tú . . . ¿embalaje?"

Lan Wangji frunce el ceño por un momento antes de entender lo que está preguntando su esposo. "No. No guardo mi arma en el apartamento ".

"Oh."

"Y no es algo de lo que tengas que preocuparte".

"Quiero decir que me preocupo por muchas cosas", se ríe Wei Wuxian secamente.

"Wei Ying. Yo nunca te lastimaría. Wen Ning tampoco lo haría ".

"¡Lo sé! Lo sé, es solo. . . " Wei Wuxian retuerce el dobladillo de su camisa con un hábito nervioso, "No sabía que todos se los llevaban".

Lan Wangji le hace un gesto para que se siente y él lo hace. Luego se sienta a su lado, volviéndose hacia él. Es tan doméstico que Wei Wuxian tiene dificultades para recordar que están hablando de poseer armas. "En tiempos como esos, tenemos nuestras armas. Muchos de ellos, de hecho. No es un entorno en el que te quiero ni del que jamás quisiera que formaras parte. Te traje porque pediste ver a Xiao Xingchen. Eso fue algo de una sola vez ".

"Si,"

"Y a pesar de hacerlo, a pesar de mis advertencias y tus reglas, aún desobedeciste e hiciste algo muy peligroso. ¿No es así?

Wei Wuxian ve con qué facilidad se han deslizado en la conversación y se congela. Lan Wangji es bueno en eso. Abrir un diálogo, llevar una conversación a un cambio de tema. Es algo de lo que ha tratado de ser cauteloso pero aún no puede escapar. Apenas puede decir lo que está sucediendo hasta que es demasiado tarde. Se ha vuelto a enamorar ahora.