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Una historia inicia siempre por una idea, un suceso, algo que quieres, algo que pasa, así como las mil historias ya contadas en millones de libros inicia esta, por la necesidad de contar algo que ya no te deja dormir, algo que debe salir de tu mente y plasmarse en algún lugar, en este caso, en un papel.

Todo inicia hace unos años, cuando crecía, pasando por muchos lugares, conociendo tanta gente y rodeándome de muchas personas fugases, nunca nadie fue para siempre.

Encontrarse rodeado de personas no te hace alguien sociable, de hecho, en mi caso siempre fue todo lo contrario, las personas nunca me gustaron y nunca me gustarán, pocas cosas me desagradan y una de ellas son los seres humanos, ¿Cómo no te gusta lo que eres, lo que representas? Y sí, sé que las personas son seres increíbles, pero... No las quiero en mi vida, soy feliz sin ellas.

Ahora volvemos a mi realidad, el porqué me encuentro una noche frente a un ordenador escribiendo sobre ese algo que me ha hecho tan feliz todos estos años, el que me ha librado del suicidio y no, no es Dios, probablemente este "algo" me lo envió Él, lo espero, porque pensar en el mal, y en que el mal es el bien en esta historia me parece muy descabellado.

Ese algo es mi amigo imaginario, sí, no encontré una palabra para definirlo, pero así es y por respeto a él, no daré su nombre real, así que lo llamaremos Len. A Len lo conozco desde que tengo pensamientos, me acompaña donde voy y me muestra lo que debo hacer y cómo hacerlo, nunca tiene la razón, pero siempre me da paz saber que tengo más opciones para decidir, nadie sabe, pero es la razón por la que prefiero estar sola, porque no estoy sola, estoy con Len.

Mucha historia y no les he dicho mi nombre, soy Mar, mi nombre me sienta bien, soy como el mar, lleno de tanto en su interior, que a simple vista no puedes ver. Tengo 25 años, sin pasado, porque no pienso en él y sin futuro, porque hay miles de formas por las que este puede cambiar, que no quiero cerrarme a las posibilidades, soy un presente, un Mar presente.

No pienso en mi familia, sé que se irán un día y apegarme a ellos tanto puede matarme de angustia, como a Len, cierto, no les he contado que Len no siempre fue imaginario, él y yo vivimos juntos en otro universo, ahora, de igual manera estamos juntos, de maneras diferentes, siempre me dice que busque al Len de este universo, pero no puedo aceptar esto, no sería mi Len, sería alguien que para mi no existe, no existe como mi Len.

Cuando estudiaba, cuando era niña, cometí el error de contar sobre mi "amigo", este es el resultado del porqué no volví a contar su historia.

Se rieron, me molestaron, lo llamaron ángel de la guardia. En definitiva, solo agradezco a Dios que no me mandaran a un especialista, quien sabe le he hubieran hecho, me hubieran apartado de lo que realmente me ha importado proteger, no todo el mundo comprende, en mi caso, nadie lo comprendió.

"Amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora