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Con una bolsa de palomitas para microondas, un DVD en la mano y una sonrisa que no sé como interpretar, Win está desde mi puerta. 

-¿Ocurre algo?  pregunto con aire indiferente. 

-No sé cómo decir esto ... -ritubea. 
No me gusta ni un pelo.  No me fio.  Me quedo callado, es lo mejor.  Aprovecho para examinarlo.  Ha pasado antes por casa, salta a la vista, ni rastro del hombre elegante del otro día.  Lleva un chándal sencillo, aunque lo más relevante es la ajustada camiseta blanca de corte masculino casi transparente.
Otro motivo más para echarlo sin contemplaciones. 

-La otra noche ...

-Da igual –lo interrumpo antes de que me cabree de verdad.  ¿Algo más?

- Venía a pedirte disculpas, mi comportamiento fue grosero. 

-En qué parte?

-Cuando te dejé tras echar el polvo sin darte una explicación. 

-A ver, que yo me entere.  ¿Me dices que quieres follar conmigo, lo hacemos y después pretendes explicármelo?  -pregunto perplejo ante sus palabras, a los que, por cierto, no les encuentro ninguna logica.

- Seguro que ya estás al tanto de mi estado civil.  -Hago una mueca porque es cierto-.  Y. -Hace una pausa y mira el descansillo -Podemos hablar de esto dentro?  Lo digo porque no me apetece que toda la  comunidad se entere de mi vida.

-Tranquila, ya lo saben -le digo,- porque si no lo saber están a punto.

  -Joder, vengo a pecite perdón -masculla.  No fui sincero contigo y no quiero que te lleves una impresión equivocada.
Sigo sin dejarlo pasar.  Bastante descocido estoy ya con el numerito del otro día como para que me monte otro.
-Y? -Replico con aire indolente. 

-He pensado que una buena peli y unas palomitas podría ayudar .. Pone cara de buena persona, aunque no le hace falta, pues con esa Camiseta ya me tiene ganado.  Así que le hago una señal para que pase, Ya veremos cómo acaba esto ... Me sigue hasta la cocina y, antes de que diga nada, saco otro plato y le sirvo también una copa de vino.

  -Vaya ... con esto no puedo competir ... A ver si va a ser verdad que a un hombre se lo conquista por el estómago.

- Por eso has venido con unas palomitas, claro - murmuro sonriendo de medio lado y añado en tono irónico: -Porque pretendes conquistarme,  ¿verdad? 

-Esto está buenisimo -dice el cambiando de tema para evitar responder.
Decido darle una tregua mientras.  Ambos disfrutamos del buen vino y de una no menos excelente comida y yo aprovecho para confirmar que, en efecto, sus pezones rosados se ven .  De nuevo se establece entre nosotros ese clima relajado y amistoso que surgió la primera noche, lo que me lleva a pensar si no deberia mantenerme todo el tiempo con la ropa puesta para evitar fastidiar la situación. 
Terminamos le cenar y me ayuda a recoger las cosas .  Una vez está todo en su sitio, me doy cuenta de que sobre la encimera sigue el estuche de DVD, así como la bolsa de palomitas para microondas.  Win se percata de ello y sonrie.
-La oferta de ver una peli sigue en pie -dice.  Cruzo los brazos y lo miro.  ¿Se está insinuando otra vez o yo estoy perdiendo  facultades 

-Miedo me da preguntar el tútulo -contesto y procuro sonar distendido.

- Es una porno, ¿qué importa el tírulo?

Toso y me aclaro la garganta.  El  se queda quieto y termino echándome a reir. 

-Hace años que nɔ veo una porno -acierto a decir entre risas y  Win temina riéndose también.

- Yo también agrega y coge la bolsa de palomitas y la mete en el micmondas.

- No pretenderás comer eso en mi sofá?  -pregunto, perdiendo todo rastro de huror.

-Creo que tu sofá es muy versátil y con un pocɔ de cuidado no dejaremos ni una miguita replica. 
Siento una especie de escalofrío al recordar lo que ocurrió en ese sofá.  «No pienses con la polla -me digo en silencio-, que luego se va todo al carajo.»  Busco un bol en los armarios y, sin estar del todo convencido, vamos al salón.  No sé si sentirme desilusionado cuando el me aclara que no es una peli porno, sino una de superhéroes.
No sé qué es peor, la verdad.

-¿L.os Vengadares?  -pregunto incrédulo Cuando comienzan a aparecer las imágenes.  Tuerzo el gesta y el sonrie.  Se ha sentado a mi lado, aunque entre ambos está el bol de palomitas.

-Come y calla, que contigo no hay manera de relajarse -replica, metióndose un buen puñado de palomitas en la boca.

  -Por tu bien, espero que no manches nada -le advierto y en respuesta me tira una a la cara, Cruzo los brazos, dispuesto a no decir ni pio mientras sufro en silencio una pelicula  a todas luces mediocre y un compañero extuaño con un  más que cuestionable gusto gastronómico, pues después de cenar las exquisiteces que he traído del Cien Fuegos, la de las palomitas me parece un sacrilegio. Ya sólo me falta sacar un litro de cerveza, beber a morro y comer pipas. Que planazo.

La película avanza y a mí sigue sin convencerme.  Win me mira de reɔjo medio sonriendo.  Lo está disfrutando, no lo que ve en la pantalla, sino el hecho de hacerme sufrir. 

-No se te ve muy animado ... -comenta y yo tuerzo el gesto de nuevo.

-Los Tíos  con ropa ajustada y marcando paquete, como comprenderás, no me entusiasman respondo, observándolo de reojo.  Todavía no ha menchado nada, pero no estaré tranquilo hasta que se acabe el jodido bol de palomitas y se lave las manos. 

-Tenia que haber traido la porno ... -murmura. 

-Probableme. -añado. 
Y así, a lo tonto, me la veo entera.
Un horror, por supuesto, asi que respiro aliviado cuando por fin aparecen los rimilos de crédito.

-Bueno, pues el próximo día Los Vengadores 2 -dice animado, dejando el bol vacío en la mesita de centro y poniéndose en pie.  -No habrá próxima vez -digo muy serio.  El se encoge de honbros y supongo que para no ganarse mi enemistad eterna se encarga de llevar el bol a la cocina y lavarlo.  Yo me la quedo mirando desde la puerta.  Podría lanzarme, pero, la verlad, no creo que sea buena idea tentar a la suerte.

  -Amigos?  –Pregunta tendiéndome la mano. 

-Amigos -le confirmo y, como buen caballero, lo acompaño hasta la puerta.  Pero en esta ocasión no me acerco más de lo prudente y antes de hacer una estupidez o de que el me tiente con alguna proposición, me doy media vuelta y me meto en mi aparamento.  No vayamos a liarlo.

Y hasta aquí llegamos, volveré actualizar cuando vuelvan a estresarme las tareas y dejarlas a un lado para ponerme a escribir y relajarme 😂

No le digas a nadie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora