No hay regalo perfecto, solo mi tonto obsequio.

311 33 130
                                    

Nervioso...

Esa era la palabra que lo describe perfectamente. Nervioso.

Así era como se sentía, y por más que respirara una y otra vez en búsqueda de tranquilizarse, nada más no lo lograba.

Después de aproximadamente 7 años de relación, Kirigaya Kazuto había decidido proponerle matrimonio a su novia, Yuuki Asuna.

Esta decisión se había pospuesto por mucho tiempo, y no porque no quisieran dar el siguiente paso. No, esa no era la razón, después de todo, aunque fuera en un juego virtual, ambos se casaron y hasta adoptaron a una hija. La razón radica más bien en que no era el momento. Ambos eran jóvenes y tenían que pensar en su futuro y en lo que harían en la vida. Una vez esto estuviera en total estabilidad, trasladarían su matrimonio virtual al mundo real.

Y fue así como finalmente llegó el momento adecuado tras años de estudio y trabajo.

—¿Nervioso? —Sugu, la prima/hermana de Kirigaya se asomó por la puerta entreabierta de la habitación del azabache.

—No, no... bueno, tal vez un poco... —confesó él tratando de acomodarse la corbata de su traje.

—Es sorprendente —comentó ella entrando completamente a la habitación—. Has enfrentado peligros más graves y una simple propuesta de matrimonio te pone así.

—Je, je —rió un poco—. Tienes razón... es solo que... —Se miró en el espejo—. Hoy también es su cumpleaños y... tiene que ser perfecto. Todo tiene que salir como lo planeado.

—Todo saldrá bien, relájate —Le dijo Sugu acercándose a su hermano y comenzado a acomodar la corbata con la que estaba batallando—. Además, no es como si existiera la posibilidad de que te rechazara...

—Lo sé, pero...

—Y si eso llegara a pasar, lo cual no es posible, pero si fuera a pasar... —habló la menor dando unos pasos hacia atrás y abriendo la puerta— aquí tienes otras candidatas —bromeó señalando a cuatro chicas, las cuales casi cayeron al suelo de la impresión

Ellas eran ni más ni menos que amigas de la pareja; Rika, Keiko, Shino y Alice.

—¡Guh! —exclamaron las cuatro al verse descubiertas.

—¿Ya estás listo, papá? —Una menor de cabellera azabache entró ignorando a las cuatro chicas. Ella se encontraba emocionada y con una sonrisa enorme.

—¿Qué estaban haciendo? —cuestionó Kazuto mirando a las cuatro chicas.

La pequeña niña, de nombre Yui, miró a las demás con curiosidad.

—Nosotras... —comenzó Rika desviando la mirada.

—Bueno, ya sabes... nosotras... —Keiko habló y rió con nerviosismo al no saber qué decir.

—So-Solamente estábamos inspeccionando que todo estuviera bien y listo para esta noche. Si, si. Eso —Fueron las palabras de Alice.

—Bueno, tal vez estábamos espiando un poco —susurró Shino desviando la mirada.

—... —Kirigaya se quedó sin palabras y decidió ignorar ese detalle—. Ya... bueno... Si, Yui, ya estoy listo —Le dijo a su hija.

Aunque la llamaba hija y la quería como una, la verdad era otra. Su verdadera identidad era la de una IA. Con mucho esfuerzo y trabajo, lograron traerla al mundo real y ahora vivía con ellos. Cabe decir que cuando la presentaron a la familia, tuvieron varias reacciones diferentes, pero la aceptaron y amaron como a cualquier otro miembro de la familia.

Mi tonto obsequio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora