l día 1 de noviembre se celebró una fiesta de Halloween en el centro. Por la mañana como de costumbre, me desperté a las ocho pero esta vez Julia Elía y Alaia no estaban. Un poco nerviosa me levanté me vestí y salí al pasillo a buscarles. Cada vez estaba más preocupada porque no aparecían. De repente la directora del centro, la señora Marta anuncio por los megáfonos: "Vamos a empezar los preparativos para la fiesta de esta noche, por favor sí falta alguien por venir que acuda de inmediato."
- ¡No me acordaba! ¡La fiesta es hoy! - dije preocupada
Baje corriendo hasta el primer piso y llegue justo cuando acababan de empezar.
- ¿Dónde estabas? - me pregunto Alaia
- ¿Porqué no me habéis llamado? Os estaba buscando - dije un poco mosqueada
- Lo sentimos - dijeron a la vez.La directora empezó su discurso:
- Queridos alumnos y alumnas, hoy, 1 de noviembre por la mañana vamos a empezar los preparativos para Halloween. Primer curso se encargara de los platos, cubiertos y la comida. Segundo se encargara de los disfraces, recordar que somos 200 personas. Tercero del local, ya que iremos fuera de la institución, nuestro máximo de gastos es de 600€. Cuarto de la decoración y quinto de la música, luces...
Yo iba en tercero y nos tocaba el local, era la primera vez que nos juntábamos chicos y chicas y estaba bastante nerviosa. Teníamos que elegir entre la discoteca, que para 200 personas estaba bien aunque un poco estrecho, o en el parque de atracciones de Black Rive, una ciudad a las afueras. La discoteca costaba 750€ y el parque de atracciones 800€. Como era poca diferencia nos quedamos con el parque, aunque nos faltaban 200€. Fuimos a hablar con la directora y dijo que habría que buscar otro sitio más barato. Como queríamos celebrarlo allí decidí hacer una venta de galletas, sin que se enterara la directora. Por la noche todo mi grupo bajamos a las cocinas y comenzamos a elaborarlas.
En mi grupo conoci a un chico que se llamaba Ethan, era Moreno de ojos verdes y muy guapo, pero no tenía ni idea de galletas, así que le enseñé. Me sonrió, le sonreí, nos miramos y me puse roja, pero eso no era lo importante en ese momento así que aparté la vista y seguí trabajando.