Hola, me llamo Lisa, tengo 16 años y vivo en Texas, bueno, vivía...
Os voy a contar la historia de mi vida.
Todo comienza en mi maravillosa vida en Texas, yo solía tener unos buenos amigos y la mejor amiga del mundo, Amy, con la que he pasado los mejores y peores momentos de mi vida desde que éramos pequeñas, también tenía mi futuro planeado, hasta que todos mis planes se fueron a la mierda, ¿Por qué? Porque mi padre tuvo mejor oferta de trabajo en el Norte de California y me jodió la vida.
Por una vez en nuestras vidas, la estúpida de mi hermana Helena y yo estábamos de acuerdo en que no nos queríamos ir y por mucho que lo intentamos fue inútil. Total, que dejamos nuestra perfecta vida para comenzar otra que no me convencía demasiado.
Antes de irnos, Amy me hizo una fiesta sorpresa de despedida con nuestros amigos en su casa, fue una de las mejores noches de mi vida, aunque también triste, ya que lo más seguro es que no los vuelva a ver. Vimos películas, comimos todo lo comestible posible hasta explotar, echamos unas risas, recordamos momentos y ellos bebieron ya que a mi no me gusta beber. En la despedida, no pudimos aguantar las ganas de llorar y de soltar esos discursos cursis que todo el mundo suelta en las despedidas.
Esa misma noche, cuando me acosté, estuve recordando todos los momentos que pasé en Texas, y no podía parar de preguntarme la misma pregunta: ¿ Por qué tiene que pasarme esto? También estuve pensando en las cosas que me voy a perder por no estar aquí: la boda de Amy, los bailes de primavera, las peleas sobre que estudiaremos en la universidad y muchísimas cosas más... Hasta que caí rendida y me dormí.
A la mañana siguiente me desperté con la misma pena con la que me dormí, terminé de empaquetar mis cosas, me vestí miré por última vez mi habitación, cerré la puerta y bajé.
Al bajar, vi a mi padre llenando el maletero y el camión de mudanzas con nuestras cosa y decidí ir a la cocina casi sin volver a mirarlo.
En la cocina vi a mi hermana llorando y fue una de las pocas veces en las que nos abrazamos mutuamente para consolarnos, mamá nos consoló y nos puso el desayuno.Al acabar cogimos nuestros bolsos miramos alrededor de nuestra casa por última vez y cerré la puerta.