—¡Trinnnn! ¡Triiiinnn!— La alarma del colegio, por fin se acaban las clases.
El perturbador sonido de la alarma escolar inunda la tranquilidad que anteriormente reinaba en el aula, seguido de los alaridos de felicidad y entusiasmo de los estudiantes; salvo yo, me daba lo mismo que se acabaran las clases, mi vida sería igual de aburrida.
—Bien, podéis levantaros, pero prometed salir en silencio y orden.— Dijo la profesora de literatura, yo sabía que ella estaba contenta de no vernos durante todo el verano, lo sabía.
Como era de esperar nadie hizo caso a la orden de la Srta. Paige; tras traspasar el muro de alumnos impacientes por salir de allí me senté en uno de los escalones del edificio para pensar q hacia a continuación.
Por lo visto los compañeros de mi curso quedaron para comer antes de que empezaran las vacaciones, y como siempre, nadie me invitó, aunque no me molesté porque tampoco pensaba presentarme en ese antro de comida basura.
Así que me coloqué los cascos y empecé a caminar...
Empecé a pensar que podría hacer este verano en mi pueblo y el tiempo transcurrió rapidamente.
—Vamos Megan, baja tu maleta que nos vamos al pueblo.— Dijo mi madre.
—Ya voy mama...— Contesté desganada.
Subí y cogí mi maleta, ¿que había dentro? Pues libros.Solo me llevé un par de conjuntos, lo único que necesitaba eran mis libros.
Era hija única así que fue más rápido el proceso, eran las 14:27 y ya nos habíamos puesto en marcha.Yo solo me puse a leer una tremenda novela policíaca y con el tiempo me quede dormida, estaba agotada.
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¿Enamorada yo?
Romance-¿Enamorarme?¿Enamorarme yo? ¡Jamás!- Palabras que con orgullo dice nuestra protagonista Megan, una chica sencilla cautivada por los grandes escritores y filósofos y horrorizada por la sociedad en la que vive. Siempre ha estado convencida de que el...
