Capítulo 2 - Consecuencia

72 2 2
                                    

Es por la mañana. Todos estamos preparados para ir al instituto. Espero que Jude no esté demasiado nervioso, es su primer día en el instituto desde hace mucho tiempo. Él solo tiene 13 años. Bajamos para desayunar.
-¿Dónde está la leche?- pregunta Jesus algo desasogado.
-Está ahí. ¡Y ya te hemos dicho que no patines con tu monopatín en la casa!- le exalta Lena.
Bajamos Jude y yo a desayunar. Ya están todos desayunando.
-Bueno, daros prisa para no llegar tarde.- avisa Stef.- Hoy me dirán quién será mi compañero en el trabajo...- Le sususrra a Lena.
Salimos directos al coche y nos vamos.

Una vez en el instituto, Jude y yo nos separamos por primera vez desde que nos reconciliamos. Anoche no pegamos ojo niguno de los dos. El no pudo dormir, así que vino y durmió conmigo.
-Callie, tengo miedo.- me dijo.
-No hay por qué tenerlo, Jude. Aquí estaremos a salvo. Almenos por ahora. - le contesté seriamente.- Y estamos juntos, es lo importante. No te abandonaré.
Y al fin conseguimos dormir, uno al lado del otro. Yo abrazando su pequeño cuerpo sensible y delicado. Él cogiendo y sosteniendo con fuerza cada dedo de mi mano.

Jude se va por un lado, Mariana y Jesus por otro, y Brandon con Taliya. Yo voy hacia mi primera clase.

Estando en clase veo a Brandon con Talia tonteando fuera. Me siento algo incómoda así que hago un pequeño movimiento de hombros hacia delante para exilar el... ¿Dolor? No se muy bien exactamente lo que siento al ver eso pero no es nada agradable.
Al salir de clase me encuentro con algunos estudiantes, Mariana, Jesus, Lexi y Brooke (amigas de Mariana) frente a sus taquillas con varios policías revisando las taquillas y mochilas. Stef también está.
Resulta que Lena encontró un papel donde traspasaban información sobre pastillas, narcóticos, alucinógenos... Drogas, buscaban drogas.
Todos parecían bastante tranquilos, excepto Mariana, Jesus y Brooke. Ellos estaban mas bien bastante tensos. Sobretodo Mariana.
Ahora que lo pienso... La primera noche que me quedé con ellos recuerdo que vi a Mariana sospechosamente rebuscando en una cesta.
Fui hacia la cocina y la vi ahi. Ella se dió media vuelta y se sorprendió.
-Sólo quería un vaso de agua.- me dijo nerviosa.
Yo la miré seriamente. Luego se fue.
Ya que se había ido, fui a investigar lo que buscaba. Inspeccioné a fondo la cesta y encontré un botecito de pastillas de Jesus. Saqué una. El olor era insoporable. Eran pastillas para tranquilizar los nervios. Ibuprofenos. Lo volví a meter y me fui.
Puede que Mariana esté metida en esto...
Justo cuando los policías estaban por acabar. Miran dentro de la mochila de Brooke. Veo como Mariana le maldice en silencio y le echa una mirada a Brooke. El policía mete la mano dentro de su mochila y saca un bote, agitándolo descubre que dentro hay pastillas.
-¿Qué es esto?.- le pregunta el policía a Brooke.
-Son pastillas para... el dolor de cabeza.- le sonríe y el policía no hace ningún gesto ante su reacción.
Lo vuelve a meter en la mochila y se la da. Pocos minutos después se van, incluida Stef.

Terminadas las clases, Mariana, Jude y yo nos volvemos a casa andando.
-Pero si la gente hace las cosas a su manera, yo tengo derecho a hacerlo también a manera ¿No?- dice Jude. Hablábamos sobre la forma de como actúan algunas personas ante determinadas situaciones.
-Lo qué tu digas Jude... - Sinceramente ya me estaba cansando un poco.
-Mariana, no has dicho ni una palabra en todo el camino.- le digo
Se queda paralizada al ver los dos coches de Stef y Lena aparcados junto a la casa.
-Las dos están en casa, eso no es nada bueno.- Nos hace saber Mariana.
Entramos y Stef y Lena vienen hacia nosotros. Mariana está muy tensa, casi puedo oir los latidos de su corazón palpitando a mil por segundo. Su respiración se reduce a las únicas acciones que realizamos para respirar severamente, inspiración y expiración. Pero lo suyo es como si no le quedara oxígeno suficiente y estuviera a punto de morir. Está demasiado exaltada.
-Callie, podemos hablar contigo un segundo...-dicen las dos dirigiéndose a mi. - Mariana, Jude... podeis dejarnos un momento...-
Se van. La mirada y respiración de Mariana es mucho más relajada y tranquila.
-Callie, porfavor, siéntate.- me ordenan
-¿Qué pasa?.- digo
-Parece que ha habido algunos estudiantes que han ido traspasando droga unos con otros en el centro.- comienzan a explicarme- y eso como bien sabrás esta prohibido y es ilegal, sobretodo para menores como vosotros. Nos preguntábamos si tu tenias algo....
-¿Cómo? ¡Yo no he pasado ni hecho nada de eso!- les interrumpo indignada. Me duele que me culpen de algo así.
-Sólo nos lo preguntábamos, si dices que no pues es que no.- intentan arreglar
-¿Por qué creéis que soy yo?
Se miran la una a la otra y empiezan:
-Brooke nos ha dicho que tú tenías algo que ver... No intentábamos culparte, simplemente te preguntábamos.- aclaran
Resoplo y exalo:
-No, yo no he hecho nada de eso.- les contesto finalmente.
Me voy rápidamente.

Voy fuera de casa, al jardín, al lado del enorme árbol que hay. Veo a Brandon llegar hacia mi con una guitarra.
-Toma.- me dice acercándome la guitarra.
-Gracias.- le contesto con un gesto de incredulidad. Estoy algo confundida, pero me alegra que me la haya traído.
Comienzo a tocar, o al menos lo intento.
-Buah, no me acuerdo de casi nada... ¿Esto era un acorde de sol?
-Si, pero creo que este dedo va en la quinta cuerda y este otro en la sexta.- me hace saber mientras sonríe. Me hace sonreír también.
-Oh, es verdad.
-Y esto es un acorde de re... así mira.- me dice señalándome qué dedo va en cada cuerda. Me toca suavemente la mano. Nos quedamos mirándonos el uno del otro brevemente. No me había dado cuenta de lo bonito y azules que son sus ojos, le brillan de una forma que se le aclarecen conforme la luminante luz le acaricia la cara. Se enrojece y yo también.
Cuando veo cómo Stef y Lena vienen hacia el lugar donde nos econtramos, unos segundos más y no sabría lo que podría haber pasado...
-Hola Brandon, ¿Puedes dejarnos hablar con Callie un momento?
-Oh, si si, claro.- se desvanece.
-Bueno, Callie, queríamos pedirte perdón por no haber confiado en ti ni haber creído en ti... Mariana y Jesus ya nos han contado quién fue. Sentimos mucho haberte culpado.- se perdonan Stef y Lena.
-No pasa nada.- digo.
-Venga vamos dentro.- dice Stef.
Vamos dentro y me encuentro a Mariana tratando de disimular que no ha estado vigilándonos mientras me hablaban Stef y Lena.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 25, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

RealityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora