Incontables noches he pensado en él. En muchas de ellas me pregunté en el porque se fue, aún teniendo una idea clara de su razón por marcharse de aquí.
En ciertos instantes decidí ya no seguir esperando su regreso, sin embargo en mi particularidad, es y será algo prácticamente imposible.
8 años sin tener su compañía o su presencia. Sin noches enteras de interminables pláticas con o sin mucho sentido, pero que para mí lo eran todo
Verdaderamente extraño a Max.
Mi único y mejor amigo.
Fui cobarde e inseguro al no confesar lo que sentía, teniendo en su momento la oportunidad de poder hacerlo.Diariamente iba a visitar a su madre, llamada Alison, una mujer simpática y amable como su hijo. En la mayor parte del tiempo le ayudaba en su granja, a recolectar huevos, ordeñar las vacas...o simplemente pasar una tarde en hornear galletas y tomar una taza de té o café mirando uno de tantos hermosos atardeceres.
Había tenido el valor en esos meses, de confesarle que siempre estuve enamorado de Max, si bien no esperaba obtener una respuesta o reacción del todo positiva, ella sí la tuvo conmigo.
Me dijo que de algún modo en todo momento lo supo. Que era notable en mi mirada un sentimiento más profundo que el de un simple amigo. Tendió a extender sus brazos hacia mí, y regalarme un abrazo fuerte, uno que necesitaba recibir hace mucho tiempo...Era hace una semana atrás cuando Alison me dió la noticia de que Max volvería.
En un principio pensé que solo era una broma, pero en realidad si es verdad lo de su regreso.
Era ante todo ello mismo lo que me tenía tan pensativo y con cierto temor de volver a verlo. Temor por saber que cambió, miedo por ver su mirada y caer en la realidad que solo reflejaba indiferencia ante mi presencia…Aún no salía el sol por completo en esa mañana, parecía ser una muy linda, o al menos así podía distinguir desde mi cama por la vista clara del ventanal.
Me sentía mejor, feliz y un poco ansioso. En la noche de ese mismo día llegará Max.
Tenía muchos deseos de verlo, más de los que llegaba a aceptar.Me levanté de la cama, fui al baño, y al salir de allí me puse una sudadera gris, un short deportivo color negro, un par de tenis blancos y por último tomé mi celular, los audífonos para salir de la habitación, bajar e ir hacia la calle a trotar como cualquier día de rutina.
Solía llegar hasta un punto y tomar una camino estrecho rodeado de pinos y arbustos que en su término, dan lugar a portentoso y viejo lago. Recordando cada vez que recorrí el mismo con Max.
Al volver, tendía por recostarme un instante sobre la cama y dejar que mi respiración suene menos agitada.
Decidí ponerme de pie e ir directo al baño.
Me quité todo, quedando completamente desnudo para entrar a la ducha.
Al terminar, tomé una toalla para secar las gotas de agua que aún había en mi cuerpo. Me envolví la misma en la cintura, sepillé mis dientes y salí hacia la habitación a buscar algo de ropa limpia.Ya vestido, empezé a bajar para desayunar en la cocina, en la cuál no se encontraba nadie más que Aspen, el perro de mi padre.
Mi madre salió a su trabajo, ella es directora de una institución escolar cerca de casa, de allí la insistencia o inspiración a que yo fuese profesor.
Si bien hace aproximadamente una semana de comenzar las vacaciones, mi madre aún debía seguir por una más para organizar cierto cosas en su colegio.Me había recibido del profesorado en psicología dos años atrás. Y de verdad me agrada bastante la enseñanza.
Mi padre trabaja en su propia tienda, en la cuál se vende, objetos de pesca, caza, entre muchos otros.Me sirví una taza de café, unas tostadas con mantequilla, y decidí sentarme a desayunar. Con una vista perfecta que daba hacia la calle. En donde era notable uno de los jóvenes en bicicleta repartiendo el diario de cada mañana.
Dentro de un rato salí camino a casa de Alison, ya que me pidió ayuda para preparar y organizar algunas cosas en el cuarto de su hijo.
Ya de camino por la calle no podía evitar notar como los niños juegaban alegres, como lo hacía yo con Max hace años.
Pensado en cuál será su reacción al verme después de tanto._¿Me dará un abrazo?-. Susurré manteniendo una sonrisa boba en mi rostro.
Pero luego decidí agitar mi cabeza hacía ambos lados para borrar esa idea.
De seguro aparento ser un joven un poco raro para las personas al verme (pensé riendo)Pasado unos minutos llegué a casa de Alison, toqué el timbre unas dos veces pero nada que salía.
Decidí caminar por un costado de la casa y entrar por la puerta trasera. Allí estaba, regando sus preciosas plantas que tanto amaba._Buen día, que tal te parece esta mañana?-. Pregunté con una cálida expresión en mi rostro.
_Hola Diego…la verdad es maravillosa. Y cómo estás?-. Dijo al acercarse para saludarme con un beso en la mejilla.
De cierta manera me costó un poco acostumbrarme a tratarla de "tú", pero insistió tanto que al final lo hice y me sentí cómodo. Más que otra madre se convirtió en una amiga, una gran amiga.
_Muy bien, aunque así sin mentir, me siento algo nervioso, ya que tan solo en unas horas llegará.
_Comprendo, y está bien sentirte así cariño, ya verás que estará muy feliz de volver a verte-. Alcanzó a decir mientras acariciaba mi corto cabello.
Me sentí más tranquilo, y un poco más feliz por sus palabras.
Conversamos un rato más y luego subimos hacia la recámara de Max.
En donde había bastante que reorganizar y limpiar.Al pasar unas horas terminamos con todo y quedó preparado para la llegada de su tan querido hijo.
Aunque en ningún momento Addison me dijo que se sentía nerviosa por el regreso de Max después de tanto tiempo, sí lo estaba, y en su mirada era muy notable. Como así también esa felicidad y emoción que al igual que a mí, nos era casi imposible disimular.
Llegado el atardecer nos encontrábamos tomando una tasa de té, como algo casi rutinario en tantas ocasiones se podía.
Era algo realmente relajante, pasar un rato ahí, apreciando la belleza de la naturaleza.Estaba ya en mi casa, sentado en un costado de la cama, pensando en que solo bastaba unos minutos para volver a verlo. Poder saber si en realidad es el mismo que conocí cuando niños, o algo muy diferente a ello...
02/10/20
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Amor en silencio (Historia gay)
AdventureEra hace una semana atrás cuando Alison me dió la noticia de que Max volvería, no lo podía creer. Era ante todo ello mismo lo que me tenía tan pensativo y con cierto temor de volver a verlo. Temor por saber que cambió, miedo por ver su mirada y caer...