“¡Un trato! ¡Hagamos un trato!”, dijo el diablo.
“¡No, jamás!”, dijo el hombre de los ojos saltones.
“De acuerdo, hagamos un trato”, dijo el hombre de la gran boca.
El jardín del hombre de la gran boca floreció como ninguno. El hombre de los ojos saltones era tan pobre, que siempre pasaba hambre.
El hombre de la gran boca estaba feliz todos los días. Saciaba su apetito comiendo frutas deliciosas. Por eso no se dio cuenta… de que su jardín se había marchitado.
En ese jardín no volvió a crecer ni una flor, y el hombre de la gran boca lloraba y se quejaba.
“No debería haber hecho un trato con el diablo”.
El hombre de los ojos saltones tenía tanta hambre que creía que iba a morir. Lloraba, derramando grandes lágrimas, y se quejaba.
“Debería haber hecho un trato con el diablo”.
“¡Un trato! ¡Hagamos un trato!”, dijo el diablo.
— Klaus Poppe.
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el hombre de los ojos saltones y el hombre de la gran boca. (klaus poppe)
Short Story"¡Un trato! ¡Hagamos un trato!", dijo el diablo. "¡No, jamás!", dijo el hombre de los ojos saltones. "De acuerdo, hagamos un trato", dijo el hombre de la gran boca. - Historia de Emil Sebe, adaptada por Naoki Urasawa, autor del manga Monster. (La hi...