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Restart: 003.

Sus rodillas chocaron de lleno contra el suelo del hospital, sus lágrimas recorrían sin fin como cascadas por sus ojos, Merry había muerto, la persona a la que amaba había muerto, ya no volvería a verla, tomar su cuerpo entre sus brazos y darle un cálido abrazo, tomar su delgada mano y caminar, sus labios suaves, jamás volvería a besarlos.

Dejo salir un grito de desesperación,  tristeza y dolor acumulados,  y de un momento a otro ya estaba sentado en su cama, sobresaltado,  respirando de manera agitada y con el sudor cubriendo su frente.

¿Todo había sido un sueño? Si, era un mal sueño.

Caminó hacia su ventana, el sol ya había salido, dos golpes en la puerta de su habitación interrumpieron sus pensamientos y fue a abrirla.
Ahí miro a su novia, con una sonrisa hermosa, que le hizo olvidar lo antes sucedido en su "sueño".

— ¡Jonah, feliz aniversario!—gritó dándole un fuerte abrazo.

Cierto, era su aniversario, había soñado que celebraban su aniversario en el mirador,  veían una estrella fugaz y tiempo después ella moría,  justo cuando la abrazo.
Seguramente eran los nervios de su aniversario, la cena,  el regalo...
Jonah abrió los ojos más de la cuenta,  no recordaba haber comprado un regalo.

Merry se sentó en su cama,  con una pequeña risita, sonrió a su novio y lo miro, para después extenderle una pequeña cajita con dos pulseras de pareja que iban a juego.
El chico miro la mesa junto a su cama,  donde había un regalo envuelto en papel negro con estrellas y un moño dorado.
Él no recordaba  haberlo comprado el día anterior, un escalofrío recorrió su espalda, tampoco recordaba el día anterior.

En sus recuerdos solo estaba aquel sueño, los recuerdos de la muerte de su novia, pero al verla ahí,  sentada en su cama,  rebosando de vida y alegría, solo quería besarle,  besarle y abrazarla.

Se acercó y se sentó junto a ella, para después besarle,  la extrañaba y no sabia el porque, tal vez fue su sueño, tal vez fue el sentir que la perdía,  la amaba demasiado y quería demostrárselo.

Quería despedirse...

— Tu mamá... esta abajo. —musitó ella.

Jonah se separó con una risita y tomó el regalo, debía ser para ella, se lo extendió con una gran sonrisa y ella la correspondió.

—¿Qué es?—preguntó levantando la caja frente a sus ojos.

—No lo sé, ábrelo. —realmente no sabia que era.

La rubia abrió el paquete con cuidado y miro lo que había dentro.

—Es una planta... con un estrella.

Lo levanto y lo examinó,  era una figura de porcelana que simulaba el tallo de una planta con una estrella en la punta, la cual brillaba en demasía.

—¡Es hermoso! ¡Me encanta!  —sonrió para después darle un  abrazo y un pequeño beso en los labios. Dejo el regalo en la misma mesa y volvió a mirar a su novio.—¿Qué serie veremos?

Jungkook se extrañó,  algo le decía que saldrían a cenar, al mismo mirador de su sueño, por alguna razón se sentía tan real.

—¿Qué pasa? Parece como si estuvieras olvidando algo.

Y es que estaba olvidando algo, todo el día anterior, para ser específicos.

—¿Qué hicimos ayer?—preguntó de repente, sorprendiendo a la chica.

—Hmm, salimos, ¿porque?

—¿Al mirador?

—No, fuimos al cine. Tengo algo de sueño, se que es nuestro aniversario pero de repente me siento mal, la cabeza me da vueltas, ¿te parece bien si lo dejamos para mañana?

—¡No!—la detuvo como un niño que no quería quedarse solo, algo le decía que si ella cruzaba la puerta puerta de su habitación no la vería otra vez.—quédate aquí,  te daré aspirinas y dormiré contigo.

La rubia asintió y vio como él se iba a su baño, volviendo con aspirinas para después bajar por agua.
Volvió después de unos minutos y la miro,  como si temiera que desapareciera.
Le dio las pastillas y el agua, las cuales ella recibió.

—¿Te sientes mejor?—preguntó con miedo.

—Algo,  acuéstate conmigo.—dijo acostándose en la cama,  y palmeando el lugar a su lado.

Jonah se recostó y la abrazo, tenía tanto miedo de que ese sueño fuera real.
La respiración de Merry se hizo lenta hasta que fue inexistente,  él la miro con desesperación,  tratando de reanimarla le dio respiración de boca a boca.

—Merry, por favor...

Algo le decía que eso no había sido un sueño, que era real, que había pasado y estaba volviendo a pasar.
Pateó las cosas a su alrededor desesperado, aventando el vaso donde anteriormente había agua, la lámpara y aquel regalo de estrella, miro una nota salir de ahí.
No recordaba haberla puesto, porque no había sido él.
La tomo con temor y la leyó.

Reinicia tu vida, Reinicia su muerte.