¿Alguna vez se preguntaron que color tienen las cosas?
¿Cuál es el color del dolor? El dolor tiene el color del mar, tiene el color del océano cuando el sol se hunde en su amparo, un profundo y salvaje azul.
¿Cuál es el color de los sueños? Los sueños tienen el color del amanecer, donde aquel astro sube entre el mar y el cielo, formando un naranja tan puro...
¿Qué color tiene la alegría? El color del sol al medio día en la cima del mundo mostrándose tal cual es.
¿Y la soledad? La soledad es violeta en color...
Los colores son hermosos ¿Verdad? Todos deberían tener un arcoíris para abrigarse en el frío invierno, aquella blanca nieve cayendo, tan hermosa...
¿Y el amor? Me olvide de preguntarte... ¿Cuál es el color del amor?...
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Hermosa noche... se escuchan los cantos de los grillos, en un instante la mañana se despertará y llegará el amanecer.
Inocencia, encanto, pureza, ese era el significado de su bella flor, una única flor entre todas las demás que se encontraban en el pequeño jardín, sin embargo era todo lo contrario a ello, ella era la impostora que se había enamorado, pero la flor si podía relacionarla con su amor, ambos blancos, con un encanto increíble, y eran preciosos. Lo había decidido, sería la flor de su boda, que sería dentro de unas horas. Cornuda oficiaría la boda, a pesar de estar distinta sabía que podía confiar en ella.
Se encontraban flores blancas por toda la nave, estaban todos también. Habían elegido a la madrina y al padrino de bodas, Zol y Lean, eran importantes para su futuro esposo así que aceptó aquella idea. Sus invitados eran todos los tripulantes, incluso el capitán les dio permiso para estar todos en la misma nave, así que eran más de diez personas, después de todo era una fecha importante. Estarían todos, incluida Mel. Lu se había cambiado su bella camelia rosa por una blanca, aunque tenía la usual en el bolsillo de su atuendo, y se había colocado un traje blanco que combinaba con todo su ser. Claramente Zol y L estaban vestidos de igual forma, con un traje negro y una corona dorada en sus cabezas. Todos se preparaban para aquel festivo del cual estaba un tanto emocionada y avergonzada, un día sin que haya caídos luego de que todos despertaran. Fue algo que le pidió a L. Sólo uno resulto herido. Pero él se había encargado, fue un pequeño desvió de la misión que tenían, sabía que estaría molesto por los contratiempos.
Había sido ella la que había cambiado todo, ella los puso a dormir. Sentía cariño, los quería y sabia su deber, tuvo una fuerte pelea con su compañero debido al cambio. Ella cambio los botes cuando les fueron entregados, en lugar de uno letal pidió uno que solo los pusiera a dormir. Eran cosas de las cuales no estaba orgullosa pero tenia miedo, ella amaba a Alejo y sabía que L se había llegado a encariñar con la muchacha de traje violeta. Aunque habían llegado a un acuerdo, matar a todos menos a ellos e irse, como era la misión, pero no pudo.
