Parte 1

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Entré aquella habitación blanca con una pequeña ventana que deja entrar poca luz, perola suficiente para que resaltara la infinita blancura que generaba cierto ardor en los ojos,solo siendo apocado por la gran historia que se encerraba en sus paredes.


Entre las pocas cosas que quedan allí aquel pequeño libro llamo mi atención, era como siintentara reemplazar la presencia de todos aquellos que alguna vez estuvieroncompartiendo conmigo en este mismo lugar y al tomarlo sentí lo mismo que sentía haceunas semanas cuando esperaba en la puerta para poder entrar.Lo leo o no lo leo, lo leo o no lo leo... mi mente no decidía, mi conciencia me decía que nolo leyera y mi alma presa del pánico con un poco de curiosidad decía que si no lo leía estame mataría, pero que al hacerlo podía estar arrepintiéndome de mi decisión y la verdadprefería arrepentirme a la lenta muerte que regalaba la curiosidad.

DESPERTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora