La aguja perforaba placentera mente su piel, miro la tinta sobrepasar la delgada línea entre su piel y carne. Se quedó prendado en la figura dibujada en su muñeca derecha, una flor de loto era dibujada a la perfección, el boceto lo había echo el y su amigo Yoongi era el encargado de darle forma y vida en su piel.
— La tercera vez en esta semana, nuevo récord — hablo burlón.
El sabía a qué se refería, ya llevaba tres tatuajes en esa semana, y todavía podía ir por más, pero esperaba detenerse.
La causa de sus tatuajes recientes era simple, estaba frustrado y pintarse la piel era una escapatoria a sus pensamientos.
¿Pero que jodidos le pasaba?
Hace unos meses atrás incluso se mofaria de su forma de comportarse, tan débil. La causa de su reciente locura era simple y tenía un nombre fácil de pronunciar.
Park Jimin.
Aquel maldito mocoso de cabellos rosas lo tenía arto, no solo por aparecer en su vida, sino también por terminar desequilibrando su entorno, moviendo las cosas a su antojo y dejando su huella muy bien marcada.
El tiempo paso tan rápido después de conocerlo, lo odiaba tanto.
Lo odiaba por dejarlo en ridículo, por hacerlo pensar de más en el, por querer que lo folle sobre la mesa, por despertar aquel maldito deseo de ser corrompido, por ser tan malditamente descarado.
Lo odiaba por ser el mismo.
— ¿En qué piensas? Llevas una cara de culo.
— No preguntes, solo pinta mejor ese pétalo que te está quedando horrible. — dijo medio molesto, apesar de que el dibujo de Yoongi era perfecto. El peliazulado lo miro de reojo para terminar negando y seguir con su trabajo.
La historia de odio hacia Park inicio hace tres meses, en el inicio de semestre, el va en su tercer año y el pelirosa entro al primer semestre y fue presentado junto a los demás en la bienvenida, el se fijó en el por su color de cabello tan llamativo y esa sonrisa "tierna" que mostró.
No tardó tanto tiempo en darse cuenta que solo era una fachada.
Las primeras semanas pasaron y el se quedó como mano derecha del maestro de lenguas, sabía que era un buen puesto pues aquel maestro solo elegía a los mejores y les daba su respaldo total en lo que quisieran hacer, ya sea proyectos o investigaciones, tenía beneficios de ser escogido, lo malo fue que el tuvo que lidiar a la par con el "nuevo" Park Jimin uso sus artimañas para llegar ahí y ser beneficiado.
Las cosas iniciaron mal entre ellos dos, por los comentarios despectivos del pelirosa que incinuo cosas de el, dijo que era un casanova, que era el típico fuck boy de la universidad y seguramente un tatuador.
Y si, tenía razón.
Pero lo que más odio causó en el fue el echo de que siempre se metiera con sus cosas, terminó tomando dos proyectos suyos y dejandolo de lado, ahora lo odiaba a muerte, de echo ambos lo hacian.
No pasó mucho tiempo para que empezarán a correr los rumores de que ellos dos solo eran una típica pareja de amor-odio, eso no fue tan malo, hasta que el empezó a sentir cosas extrañas con el pelirosa.
Ellos solían reunirse en la oficina del maestro para esperarlo y hablar de los trabajos pendientes, el día en que ambos terminaron a golpes fue cuando a Park se le ocurrió que sería buena idea acercarse y tocarle el tracero, el muy hijo de puta incluso le dijo que tenía buen culo.
El enojo volvió a el, aquel momento se sintió tan extraño, porque en el fondo casi se ruborizó por las palabras dichas.
En su puta vida se hubiera imaginado eso, que un enano pelirosa lo pusiera cachondo.
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ʙʟᴀᴄᴋ ❀αɳ∂ p¡หк🌸 OS
Fanfiction¿Juzgamos los colores, la apariencia y actitudes? ¿El rosa siempre es pasivo? ¿El negro siempre es activo? Pero... ¿Porque el rosa no podía ser el de arriba? Aquí ellos serán lo que quieren ser, porque al final las apariencias te pueden engañar...