AU. Tendou no tenía a alguien que quisiera pedir dulces con él y los estrictos padres de Ushijima le prohíben salir en Halloween...
• Créditos a Haruichi Furudate por los personajes de Haikyuu!!
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—Tendou es raro, por eso nadie quiere salir con él hoy —dijo con obviedad un niño a su maestra—. Mi mamá me dice que no me junte con personas raras.
—¡Sí! Además escuché que un día intentó hacer amigos... ¡Y les ofreció una mosca muerta de obsequio!
—¡Ewk!
La maestra de cabellos rubios miraba atenta a los niños; con una sonrisa tensa, les intentaba explicar que su compañero no era una mala persona, ni alguien raro, y que expandir rumores no estaba bien.
Lejos de ellos, en el último asiento de una fila, se encontraba sentado el susodicho, escuchando con su típica cara inexpresiva todo lo que decían sus compañeros de aula.
Hablaban de él como si no estuviera a dos metros de distancia.
La maestra giró en su dirección y le llamó con su tranquila voz, y el de cabellos rojizos se levantó de su asiento con su mochila puesta.
—Tendou, ¿te gustaría salir con ellos hoy en la noche?
El niño asintió frenético.
—¡No! ¡Nos contagiará de varicela! —exclamó con temor una niña con coletas.
—¡¿Varicela?! —preguntó otro niño de camiseta roja.
—Nadie contagiará nada. Este no es un comportamiento adecuado, jovencitos —les regañó.
Tendou tiró del borde del suéter de la mayor —Profesora, puedo salir solo.
—Conoces las reglas, Tendou —acarició la mejilla del niño con cariño—, los profesores tenemos que asegurarnos también de que ningún niño saldrá solo en una noche como esta. Tú mencionaste que tus padres estarán ocupados hasta tarde, ¿no es así?
Él asintió, dándole la razón.
—Bueno, entonces debes estar acompañado. ¡Y también servirá para que hagas nuevos amigos!
—¿Nuevos? ¿Tendou tiene amigos? —preguntó burlón un niño de ojos verdes.
—¡Kora!
—Lo siento...
—Profesora, está bien. Me quedaré en casa hoy —dijo desanimado el pelirrojo.
Ella asintió, comprensiva.
Los niños y la maestra se retiraron, mientras ellos platicaban animados sobre los disfraces que usarían esa noche; Tendou les miraba atento, deseando poder hablarles del disfraz que quería usar.
Sus papás le habían dicho que mentir era malo, pero él no quería quedarse en casa mientras los demás salían a pedir dulces y pasarla bien; era la noche de Halloween, y él se la pasaría increíble.
Aún si debía pagarle con un almuerzo a alguien de la escuela para que le acompañara.
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