capitulo 26

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Narra Valerie

Cogí un paño que había entre los utensilios de limpieza que nos dio la profesora y empece a limpiar la pizarra.

- Al final no me has dicho lo que te pasaba.- Hayes hablo desde mi derecha donde se encontraba limpiando las ventanas.

- No me pasa nada.

- Cuéntale ese cuento a otro. Vamos, Valerie. Puedes confiar en mi.

- ¿Y si no puedo confiar en ti? A lo mejor eres como todos, solo un capullo.- mi mal humor salió a la luz y lo dije todo de golpe. Hayes paro de limpiar de golpe nada mas que yo terminara la frase. Dejo el limpia cristales a un lado y el paño junto a el y se acercó a mi.

- ¿Como que como todos? Yo no soy un capullo.- su boca estaba pegada a mi oído y todo lo que decía lo decía en susurros. Yo seguí mirando a la pizarra mientras hacía pequeños circuitos con el paño en ella.

- A veces no sabes cuando alguien cambia para ser un capullo. No se si me explico, tu hoy puedes estar normal y mañana será sin capullo.- me encogí de hombros como si fuera lo más normal del mundo y aparte el paño a un lado. Me gire quedando cara a cara con Hayes, bueno sin contar que el era un poco más alto.

- Yo no voy a ser un capullo.- me volvió a repetir el.

- Ya te he dicho que no sabes quien podrá serlo ni cuando.- le repetí de mal humor. Estaba intentando controlarme pero cuando estoy enfadad estoy enfadada.

- Yo nunca he dado indicios de ser uno.- se quejó el intentando justificarse. Mi enfado estaba al limite y ya no controlaba mis acciones ni mis palabras así que lo único que se me ocurrió fue soltarlo todo.

- ¡Tu hermano tampoco dio indicios de ser un capullo! ¿Y que ha hecho? Ser uno, uno de los gordos. Ojalá no salgas igual porque te juro que esta vez no habrá nadie que lo impida.- mi tono de voz era histérico y a cada palabra que yo decía la cara de Hayes iba cambiando cada vez a peor.

- ¿Que ha hecho?- su tono de voz era serio, demasiado serio. Nunca lo había visto así.

- ¿Te lo he contado todo, verdad?- dije con un tono en el que me culpaba a mi misma. Debería de empezar a controlar mis emociones.- Bueno ya que te lo he dicho, te digo todo. Bueno no todo solo te doy una pista.

- ¿Y por que no me lo dices todo?

- Porque supuestamente no deberíamos contárselo a nadie, ya es bastante que te lo cuento a ti. Bueno la cosa es que se ha comportado como un capullo con _______.

- Eso no es una gran pista.- Hayes hizo un puchero que hizo que me derritiera por dentro. Pero no iba a caer. No podía, defendería a mi amiga.

- Algo es algo.

- Valerie.- me llamo haciendo que subiera mi mirada para mirarle a los ojos. Esos ojos azules como el mismo océano.- No pienses en eso.

- ¿Que no piense en que?- puede que me halla perdido al verle a los ojos.
Es que son tan bonitos...

- No pienses que puedo ser un capullo. No contigo. No podría.. No me permitiría hacerte daño.- a cada palabra que decía su cara estaba mas cerca de la mía. Quería ponerme de puntillas y unir mis labios con los suyos pero mi timidez me lo impedía.

- No me lo demuestras.- las palabras salieron por si solas de mi boca y quise volver a hace unos segundos para callármelas. No me gustaba echar en cara las cosas a la gente y tampoco a la espalda. Me parecía horrible hablar mal de la gente.
Los ojos celestes de Hayes se quedaron un rato mirando los míos, me sentí intimidada por su penetrante mirada azulada. Se agachó agarrándome de la cintura y acercó su cara a la mía uniéndolas en un suave beso. Yo me quede paralizada por la sorpresa pero segundos después ya le estaba siguiendo el beso.
No me perdería una oportunidad así en mi vida.
¡Estoy besando a Hayes Grier!

Narra Nash

-... Y entonces me caí a la mierda. ¡Era horrible! No se lo que comió la puta vaca pero no podía haber una mierda mas grande que esa.- contó Matt finalizando la historia. Todos nos empezamos a reír a carcajadas mientras él seguía con una mirada que daba a entender que estaba recordando.- A mi no me hizo tanta gracia en su momento. Tuve que ducharme cuatro veces seguidas frotando la esponja fuerte. Me deje marcas rojas por todo el cuerpo.

- ¿Por todo?- Shawn le miro con los ojos muy abiertos.

- Por todo.- contestó Matt con una cara de dolor. No quiero pasar por eso en mi vida.- Era prescindible hacerlo, o me quedaría con ese asqueroso olor de por vida.- su cara de asco me dio a entender porque tuvo que hacer ese sacrificio.

La puerta de mi casa se abrió fuertemente llamando la atención de todos. Hayes apareció por ella con los labios inflamados y una sonrisa de bobo.

- ¿Qué tal el castigo con Valerie?- Jack Gilinsky le pregunto levantando las cejas haciendo que todos le mirásemos intrigantes. Parece que mi hermano pequeño tiene mas suerte que yo en el tema del amor.

- Valerie es... No se como decirlo. Es perfecta.- Hayes se sentó al lado de Carter todavía con la sonrisa de bobo en su cara.

- Parece que nuestro pequeño se ha enamorado.- Cameron paso una mano por el pelo de Hayes haciendo que se le desordene, normalmente soltaría un bufido ya e quejaría pero estaba tan metido en ValerieLand que no podía pensar en otra cosa.

- Ey Hayes ten cuidado con lo que haces, no quiero ser tío todavía.- dije haciendo que todos se rieran conmigo. La cara de Hayes cambio de la de alegría a una de cabreo parecía que de un momento a otro se iba a convertir en el increíble Hulk.- ¡No te pongas así! Que era una broma.- dije rápidamente. Pero parece que eso no le convenció mucho ya que su cara seguía igual.

- ¿Una broma?- dijo él con una sonrisa cínica. De un momento a otro todos se callaron y se notaba la tensión por toda la sala.

- Si, venga Hayes lo siento. ¿Vale?- me disculpe intentando acabar con esta situación.

- No vale con un lo siento, no se como va a perdonarte.- fruncí el ceño al pensar que le iba a contar esto a Valerie.- Tendrías que ir pensando bien en lo que puede ser una broma o lo que no.- la mirada amenazante de Hayes me dio a entender que no hablaba de este tema.
Menos mal porque no me están enterando de nada.

- ¿De que broma hablas?- dije confundido. Los demás miraban de lado a lado cada vez que hablábamos uno como si fuera un partido de tenis.

- No se como te has podido volver tan cruel como para llamar a ______ puta.- el silencio inundo la habitación mi corazón se estrujo y note la mirada penetrante de todos.
Estaba muerto.

Magcon Tour (Nash Grier y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora