En un día de Otoño cualquiera se encontraban ciertos personajes descansando debajo de un gran árbol de cerezo, próximo a una pequeña casa de campo que el peliplateado había alquilado, o eso le había dicho al loco de la mayonesa, para poder pasar un día entero juntos.
Y es que nisiquiera ellos sabían cómo los astros se habían alineado para que aceptarán quedar en una cita. Quizá los dos se habían puesto muy borrachos ese día, quizá fue Sougo que en una de sus bromas lo organizó todo o quizá, solo quizá ellos habían aceptado sus sentimientos y culpaban al alcohol.
Cómo sea, el día llegó, lo tomaron como un simple día libre o eso querían pensar.
-Oye...- un suspiro se escapó de sus labios - podríamos decir que este es un día especial- sonrió.
- ¿ Un día especial ? - lo miró dudoso- ¿ Qué tiene de especial este día? - preguntó.
- Pues...- arrastró sus palabras mientras se concentró en el rostro de su acompañante - estamos tú y yo solos un día normal de Octubre, lejos de los ruidos de la cuidad y el trabajo...- fue interrumpido.
A Hijikata se le escapó una risa burlona, ya que pensaba rotundamente que lo que hacía el Yorozuya era todo menos un trabajo.
- No me hagas reír, tú eres el menos indicado para hablar de trabajo- lo miró burlón.
- Al menos yo no robo impuestos - le sacó la lengua de forma burlona - Continuo... Decía que es un día especial porque por fin estamos solos tú y yo - volvió a sonreir-
- Gintoki...- lo miro - este no es día especial, solo estamos tomando un día libre-
- Eres muy aguafiestas- rodó los sus ojos color vino - Yo sé que no lo admitiras... -
-¿ Admitir qué?-
- Que te gusto -
Hijikata volteó su rostro sonrojado, no quería que lo viera así.
- No seas idiota - bufo.
- No te avergüences, cualquiera se enamoraría de mí - dijo Gintoki con aires de grandeza para luego voltear el rostro del azabache acercándolo al suyo- Hijikata-kun me gustas - dijo con un tenue rosa en sus mejillas.
- No voy a ser un cobarde como tú, voy a admitir mis sentimientos y si me rechazas no voy a molestarte más - volvió a hablar.
Hijikata no sabía que hacer o qué decir, sí, también le gustaba pero nisiquiera sabía que es lo que le gustaba del bueno para nada de Gintoki. A su manera de verlo, estar con el yorozuya era incorrecto, era tan tan vago, tan tan grosero, tan tan adicto a los caramelos, tan tan perdedor, tan tan bueno para absolutamente nada, pero al mismo tiempo era tan tan valiente, protector, fuerte... Pero no! De ninguna manera se permitiría seguir con esos sentimientos.
- Perdón yo no ...- habló firme pero fue interrumpido por unos labios sabor fresa que buscaban los suyos con desesperación.
El ambiente se tornó caliente de repente a pesar de estar afuera en el jardín. Gintoki no tardó en meter su lengua en la boca del azabache notando inmediatamente el sabor del tabaco, pero eso no le importó, de una forma lo ánimo a buscar más del pelioscuro, por qué ahora Gintoki descubrió un nuevo sabor tan adictivo como el de los dulces.
Cuando el beso terminó, los dos tenían sus respiraciones agitadas, un sonrojo muy notable y unos crecientes bultos entre sus piernas.
- Aquí...- El peliplata tocó con la punta de su meñique la entrepierna de la persona que hace tan solo unos momentos estaba apunto de rechazarlo - creo que le gusto-
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"Un Día Especial" [GinHiji]
FanfictionLa siguiente historia es mi primer fic de mi OTP! Es mi pequeño aporte a la comunidad, espero que les guste 💕. Contiene contenido +18 Ninguna de las imágenes usadas en esta historia son de mi propiedad, todos los créditos a sus respectivos autores...