El Caoz Antes De Una Fiesta

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(Horas Antes De La Fiesta)

-Mamá, definitivamente que este es el vestido. -Dije realizada y aprobándolo de manera orgullosa. A mi mamá también le gustaba, pero seguía votando por su vestido blanco.

-Sigo votando por el vestido blanco.

-¿Pero no crees que este sea mejor?

-Pues, sí. Ve a provartelo. -Me dijo, y fui a los probadores de la tienda a la  que estábamos. Me lo probé y me di cuenta de que me quedaba mucho mejor que el vestido blanco, era negro y con los hombros descubiertos, era perfecto para mí.

-Hija, ese es el vestido.

-Lo sé mamá, lo sé.

-Pero hay algo que no ... -Dijo pensativa. -Creo que te queda mucho mejor que el otro, pero creo que hace falta ajustarlo más. -Lo dijo y era cierto, creo que hacía falta ajustarlo con alguna costurera. Lo pagamos y nos fuimos.

Cerca de mi casa hay una señora que cose y es quien le entuba los pantalones a mi hermano, lo dejamos con ella, y le explicamos que era lo que tenía que hacer. Me mandó a probarmelo y tomo varias medidas, y nos dijo.
-En dos horas te lo tengo listo. -Dijo la señora no muy ansiana.

Llegamos a mi casa y faltaban pocas horas para la fiesta y yo ya tenía que bañarme, maquillarme y alistarme. En eso recibo una llamada de Elizabeth;

Llamada entrante de; Elizabeth.

-Dime.

-¿En donde carajos estás?

-En mi casa...

-Voy por ti.

-No, aún no Eli. He puesto a coser mi vestido y ajustarlo.

-¿Joder, y a que hora paso por ti, perra?

-Yo te aviso, tonta. En cuanto me den el vestido, te llamo.

-¿Sabes cuanto puede tardarse en confeccionar un vestido?

-En dos horas estará listo.

-Guau.

-Te llamo en cuanto este listo. Voy a bañarme y alistarme.

-Me llamas en serio, por favor.

-Está bien. Adios.

En cuanto colgué, me metí a bañar. Me lavé el cabello, me depilé axilas, piernas y muslos. En cuanto salgo de la ducha me envuelvo en mi toalla, me cepillo los dientes y me limpio la cara con jabón neutro y con una mascarilla exfoliante. Lo remuevo. Y termino de secarme la cara y todo el cuerpo. Salgo hacia mi habitación y al entrar y cerrar la puerta me desenvuelvo de la toalla y la enrollo en mi mojado cabello. Me cambio, me pongo unos shorts de blue jeans, una blusa blanca y mi suéter gris, unos converse y me dirijo hacia la sala.

-Mamá, creo que ya deberíamos de ir a buscar el vestido. Ya se hace tarde, y Elizabeth ya viene por mí. -Mi Mamá tomó las llaves del carro.

-Vamos. Pero antes quitate la toalla.

Y nos montamos, a dos cuadras de mi casa, llegamos a la casa de la señora costurera...

-Mamá. ¿Cómo se llama la costurera?

-Iris Monteiro. -Dice mi Mamá, ahora estacionándose en la acera. -Llegamos. Bajate y pidelo.

-Dame plata primero. -Me la dio y me bajé, toqué el timbre. A los pocos segundos abre la puerta.

-Buenas.

-Buenas, vengo por el vestido negro.

-Ah, sí. Ya había estado listo. Ya vuelvo. -Se giró y  metió en un cuarto, a los pocos minutos después viene caminando con el vestido en las manos. -¿Aquí está, quieres probartelo?

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