¡No Es Jabón! (OS AikexNath)

Parte Única.

Antes de empezar:
Los personajes no me pertenecen, son de MMIvens y su historia es mucho mejor que este fanfic barato.

¡Espero que lo disfruten!

—Claro que sí, manzanita, tu ve con cuidado a tu reunión y yo me encargo de esto. —Nath le sonrió para tranquilizarla.

—Pero son muchas cajas y tenemos que limpiar— siguió excusando. Nath alzó un dedo negando.

—No, no, no, yo puedo encargarme, no puede ser tan difícil, además tienes que ir es la primera reunión con tus fans, ¡Ya eres famosa, niño bonito! Disfrútalo.

—Bien…—Aike suspiró y dejó de estrujar su vestido.

—¿Un beso de despedida? —presionó sus labios para formar un mohín pero más bien parecía el pico de un pato.

Aike se rió y se acercó para darle un beso casto pero terminó mordiendo el labio inferior de Nath provocando que este dejara salir un ruidito involuntario.

—Adiooooooos —salió corriendo por la puerta antes de arrepentirse y casi se tropieza con una de las cajas que estaban esparcidas por el lugar.

Se movió el mechón azul que le caía en la frente y miró a su alrededor, la nueva casa estaba empolvada y las cajas desparramadas por el piso, incluso uno que otro mueble obstruía el camino.

—¿Por dónde empiezo?

♪F♪A♪D♪E♪D♪♪S♪O♪N♪G♪

—¿Estás seguro, Aike? —su voz sonó un poco distorsionada a través del teléfono.

—Si, Al. Ambos estaremos bien.

—Pero es que… —un estruendo se escuchó junto con unos susurros inentendibles— es muy pronto para que vivan juntos...y ustedes juntos son un desastre— bufó.

—Tu ya vives con el empresario —farfulló Aike por casi temblando por el frío.

—Ya no. —Alzó una ceja aunque Aylin no pudiera verla.

—¿Lo volviste a correr? —preguntó con genuina curiosidad.

Al se quedó callado un momento.

—Tal vez.

—¿Quieres hablar de lo que pasó?

—No querida, no te preocupes, no fue nada y podemos resolverlo.

—Bueno —apretó la guitarra contra sí, al ver su nueva casa desde lejos.

—¿Podrán ir a Faded Song la próxima semana?

—Sí, Nath y yo hemos despejado todo y trabajado horas extras para ir. —admitió— Ya quiero verlos de nuevo.

—Es un asco ser adulto. —Aike rió— Pero creo que es un asco poco desagradable si puedo seguir escuchando esa risa, niño.

—Nos vemos Al.

—Nos vemos, linda.

Colgó y guardó su teléfono en el bolsillo trasero, tanteó en el bolsillo contrario la llave y abrió como pudo.

—¿Nath? —asomo la cabeza pero no vio al chico. Terminó por entrar y dejó su guitarra en un mueble. —¿Estás aquí?

Camino hacia la cocina y cuando entro reconoció la cabeza azul, pero este estaba en un banco con una expresión de dolor e inhalando con fuerza mientras se tomaba un pie. Lo miro con desconcierto ante la ropa sacada de comercial de madre luchadora de los 70's.