𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐞 𝐦𝐞

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐

Los rayos de la luz traspasaban las cortinas blancas que decoraban la habitación del castaño, quién se removía entre las sábanas decoradas por conejitos, su animal favorito, poco a poco iba abriendo lentamente los ojos frunciendo levemente su ceño al sentir la luz del sol en su rostro, de pronto la puerta de la habitación se abrió dejando ver a él doctor que atendió siempre al joven Kim, lo examino para verificar que este todo en orden para luego irse y entrar la enfermera encargada de darle sus respectivas inyecciones y medicamentos al chico, una vez que este se quedó solo se limitó a mirar hacia la esquina de la habitación mientras su mente se ahogaba en sus pensamientos. Luego de unos minutos se levantó de la cama y salió de la habitación, se acercó a él doctor que estaba en el pasillo y dijo.

— D...doctor, quería preguntarle si sabría, ¿Cuál es la habitación de él chico que trajeron ayer de urgencias?—.Los nervios lo comían por dentro, se sentía como la anciana chusma del barrio, pero le daba muchísima curiosidad ese chico y no pensaba quedarse con la intriga, el doctor lo miro con algo de curiosidad y dijo.

— ¿Él idiota ese que llevamos al quirófano porqué choco con su auto por andar borracho y drogado? —. TaeHyung solo asintió, no sabía que había chocado y mucho menos que iba pasado de alcohol y drogas.

—Él irresponsable ese está en la habitación 356, ¿Para qué quieres saber dónde está? —.Lo miro extrañado a lo que solo él castaño respondió.

—Sólo me daba curiosidad ya que todos estaban bastante alterados, pero ahora que ya sé el por qué, puedo estar tranquilo —. Sí, acababa de decir su primera mentira, miró al médico con una sonrisa, este le devolvió la sonrisa y revolvió su cabello para luego irse. Con esa valiosa información TaeHyung se dirigió a la habitación de aquel desconocido que había capturado su atención en cuestión de segundos, una vez que llego a la habitación del chico tomo el valor de abrir la puerta y asomarse, sorprendentemente el chico estaba despierto mirando su celular, TaeHyung ni siquiera lo dudo y entró a la habitación.

— ¿Acaso nadie te enseño a tocar la maldita puerta, niño? — dijo el mayor percatándose de la situación y con ese tono soberbio en su voz. Él castaño pudo observar como él chico que estaba frente suyo con el ceño fruncido tenía su cara con algunos raspones, su tobillo estaba cubierto con un vendaje al igual que su frente, debe ser a causa de algún golpeen la cabeza, el resto de su cuerpo tenía raspones, heridas de segundo grado y otras más graves que estaban cubiertas por gasas. Él menor al escuchar las palabras del mayor trago en seco y dijo.

— ¡B...buenos días!, soy Kim TaeHyung, ayer por la noche cuándo lo trajeron pasaron por mi habitación con la camilla y lo vi, no pude evitar preocuparme, s...solo quería saber si estaba bien, si no es mucha molestia... ¿Cuál es su nombre? — el menor era un manojo de nervios, siendo sincero, el joven le parecía muy atractivo y su mirada lo hacía sonrojar y enloquecer de una forma u otra.

— No importa tu nombre ni las razones por las cuales viniste a meterte a mi cuarto como la humedad... y me llamo Jeon Jungkoook, ¿algo más? —dijo el pelinegro en un tono enojado pero luego cambiando este a uno egocéntrico cuando pronuncio su nombre, el castaño hizo un puchero con sus labios mientras que sus ojos se llenaban de pequeñas lágrimas que amenazaban con salir, no le gustaba cuando le hablaban mal aparte de que él era demasiado sensible y frágil.

— Es muy bonito nombre... ¿Podría llamarlo "Hyung"? — miro al mayor con una cálida sonrisa para luego sentarse a un lado de la cama donde el pelinegro se veía obligado a estar.

— Sí sí, llámame como quieras pero ya vete, eres un pesado—. Los ojitos del menor brillaron como dos estrellas al saber que podría llamar "Hyung" al mayor, ignoro todo lo demás que le había dicho y se acercó un poco más a este.

— H...hyung, ¿alguien ha venido a verlo o va a venir? —pregunto con algo de curiosidad él menor a lo que el pelinegro negó y dijo.

— No, aún nadie vino a verme pero pronto lo harán, osea soy Jeon JungKook, todos quieren verme pero como es un hospital muchos no pueden para su mala suerte—. Dijo con grandeza y egocentrismo, aun que le moleste a muchos, sus palabras eran ciertas, JungKook era amado por demasiados y odiado por los que él ya había molestado o sigue molestando. Él castaño se limitó a sonreír y acomodarse a un lado del mayor, como nadie iba a venir a verlo, iba a quedarse con él haciéndole compañía para que no este solo, ya que se siente horrible estar solo y él lo había experimentado un par de veces y no se sentía para nada bonito desde su punto de vista, él mayor observo los movimientos de él castaño y luego frunció el ceño.

— ¿Qué mierda crees que haces?, vete, no quiero estar con nadie y mucho menos estar acompañado de un tonto como tú, ahora hazme el maldito favor de irte antes de que te saque por la fuerza—. Él menor miró hacia abajo, se sintió triste al escuchar las palabras de él mayor, solo estaba tratando de ser amable, pero no se iba a dar por vencido, claro que no.

— S...solo quiero hacerle compañía por qué se siente horrible estar solo, no me trate así, Hyung, por favor—. Dijo en un tono triste con un toque de miedo, le aterraba un poco el simple hecho de lo que podría llegar a hacer el mayor pero no lo suficiente como para obedecerle.

— Estas colmando la poca paciencia que me queda, Kim, vete, ¡AHORA! — A lo último el mayor grito ya que estaba llegando a su límite, eso asusto mucho al castaño que hizo que se levantara rápidamente, el menor respondió de manera sumisa.

— ¡Esta bien, pero ya no se moleste conmigo!, TaeHyunnie se ira para que JungKookie hyung pueda descansar y así se recuperará pronto —. Esa actitud satisfacía tanto al mayor y alimentaba a su maldito ego.

— Muy bien, ahora lárgate— dijo enorgullecido de si mismo, él menor asintió, hizo una reverencia y salió rápidamente de la habitación con el corazón acelerado, estomago revuelto y sentimientos confusos. Una vez llegando a su habitación se recostó en su cama y las lágrimas no tardaron en salir de sus brillosos ojos y resbalar por sus mejillas, no podía comprender que había hecho mal para que lo tuviera que tratar de esa forma, y así estuvo toda la tarde hasta caer profundamente dormido perdiéndose la hora de la cena.

Y eso apenas fue el comienzo, el pase al infierno para TaeHyung

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