**
Oh Sehun se encontraba en aquel viejo campanario, como era usual en él, en soledad..
Desde aquel sitio podía ver a los mortales que se movían de aquí para allá como si fueran hormigas. Le gustaba contemplar la Luna.. mirar las estrellas para tratar de adivinar cuántas eran.. o simplemente sentir el aire frío en su rostro.
Desde que fue convertido hace más de 500 años, el campanario se convirtió en su santuario de paz.
La soledad y un cigarrillo siempre eran su mejor compañía.
Hoy era un día especial, el día de brujas era un día perfecto donde la gente andaba de aquí para allá celebrando y disfrazándose. Era el único día del año donde no tenía que esconderse, podía caminar por la calle, podía mostrar sus colmillos sin causar temor e ir a algún club a bailar, o a alimentarse..
O ambos..
O talvez iría a visitar a su precioso amante y hacerle el amor toda la noche y morder su niveo cuello.
Sehun mordió su labio suavemente con su colmillo pensando en él..
Pero el sonar de unos zapatos de botín en el silencio entorpecieron sus pensamientos y su momento consigo mismo. Un sonar que, a diferencia de él, una persona normal no podría escuchar.
Levantó una ceja y miró por encima de su hombro antes de ignorar al intruso y seguir dándole una jalada a su cigarrillo.
─ Se puede saber qué haces aquí..? ─ Preguntó con fastidio.
─ Amor mío.. que forma de saludar es esa..? ─ El recién llegado salió de la sombra con una sonrisa atractiva pero perversa. Una espesa cabellera roja y unos ojos del mismo color sangre emergieron a la luz de la Luna.
─ Yo no soy tu amor.. infeliz.. ─ Sehun seguía viendo hacia arriba mientras el humo de la nicotina se mezclaba con el frío viento.
─ Si lo eres.. y siempre lo serás.. Por algo te convertí en lo que eres.. Te di la oportunidad de vivir para siempre, hermoso y joven..
Sehun sintió ira, desprecio y rabia ardiendo en sus venas.
─ Si.. y es algo que no tenías derecho a decidir.. debiste dejarme morir.. en vez de encadenarme a esta maldición..
Una maldición con la que tuvo que aprender a vivir y por más que intentara quitarse la vida, no había tenido éxito.
El intruso se acercó y puso su mano helada en el cuello de Sehun ladeando y dando un beso en éste. Sehun cerró los ojos por un momento.
ESTÁS LEYENDO
El amante de mi esposo..
FanfictionPark Chanyeol, un joven y exitoso empresario pero algo frio, se entera que su amado y perfecto esposo le ha sido infiel por más de un año.. La reacción normal de cualquier hombre sería enfrentarlo y pedirle el divorcio al infeliz.. Pero Chanyeol de...