Wei Ying sintió su cuerpo tieso, no recordaba casi nada. Prácticamente, solo estaba sumergido en una fina pesadilla donde Wen Qing le mencionaba "Lo siento, y gracias", tomo una gran bocada de aire antes de levantarse bruscamente de la cama hecha de paja, todos sus sentimientos se colocaban al borde de perder su propia razón, con algo de dificultad llevo su mano al área afectada de su cabeza, ¿Cuántos días quedo en ese coma inducido? ¿Qué habría pasado mientras no estaba? Sollozo en voz baja, mientras con toda su rapidez intentaba recuperar sus movimientos.
No sabía hacía donde se estaba dirigiendo, pero la angustia de no ver a nadie hizo que todo se quedará tenso. El olor a sangre perforo su nariz, temerosamente vio a su alrededor la mayor de las tragedias todo el clan Wen había sido asesinado.
Las pocas personas que tenían una nueva oportunidad de vida estaban colgadas, algunas degolladas por la misma espada. ¿Dónde estaban A-Ning y Wen Qing? ¿Qué había pasado con ellos? Sus ojos intentaban asimilar cada defecto, apretó bruscamente sus puños mientras soltaba un grito de dolor, tan profundo que sentía que desgarraba lo poco que le quedaba de su alma.
¿Y su bebé? ¿Dónde estaba su pequeño travieso?
-¡A-Yuan! ¡Bebé! ¡A-Yuan...!-
Corría sobre los cadáveres de las personas en busca de su hijo, pero en realidad no se veía nada. Había olvidado tanto el dolor en parte de sus extremidades, lo importante es que tenía que saber si su hijo estaba bien o no. Gritar su nombre y que este no respondiera con un sencillo "Mamá Xian", lo dejaba neutro, con dar un mal paso termino en la entrada del templo abandonado completamente arrodillado y con los ojos nublados de lágrimas.
Levanto poco a poco su mirada, para poder divisar el cadáver de un pequeño de menos de dos años y medio guindado sobre la entrada. A su lado todavía en su mano sostenía aquel peluche, que le había comprado en una sencilla feria, su corazón se detuvo. En una forma menos insana ver a su propio hijo ahorcado por sus acciones le hizo entender, que el camino que había tomado hizo que el más inocente pagará el precio.
-¡A-YUAN! ¡A-YUAN!-
Su voz se quebró completamente desesperado quiso alcanzar el cuerpo de su hijo, pero no parecía moverse. Su mirada le obligaba, le hacía recapacitar completamente de que pequeño rabanito había muerto.
-¡A-YUAN! ¡A-YUAN! ¡¿QUÉ DEMONIOS LE HICIERON A MI HIJO!? ¿¡QUÉ DEMONIOS LE HICIERON A MI HIJO!?-
Wei Ying coloco la última roca sobre la tumba improvisada de su pequeño, no sabía cuanto le había tomado para darle buena sepultura a lo restantes de la secta Wen. Con la punta de su dedo, toco la fina tierra, ahora solo se encontraba sumado en un delirio. Tanto tiempo en lo cuales Lan Zhan y el no terminaron para nada bien, y con ello jamás llevo a decirle la verdad.
Ahora, ¿Qué podía hacer?
Sus planes no eran hacer que el pequeño A-Yuan viviera en ruinas, jamás quiso eso. El quiso que se convirtiera en un gran cultivador como su padre Lan Zhan, que sea un niño respetado y que no sea recordado por ser hijo del patriarca Yiling, si no por ser parte de la Secta Lan.
-A-Yuan, mi pequeño...este no era mi plan...A-Yuan, perdóname...bebé lo siento mucho...-Susurro con voz quebrada.
Sin duda ya no tenía a más nadie, le habían quitado lo único en su vida.
Ahora, solo quedaría saber ¿Qué pasará después de todo este caos?
Tomo firmemente su flauta mientras se alejaba de las tumbas de aquellos inocentes que nunca jamás derramaron mancharon sus manos de sangre, para poder perderse entre los tumultos funerarios y lograr un nuevo objetivo. Ni si quiera sabía que sendero se había colocado más triste que antes, ¿Cómo hizo que su pequeño pagará todo?
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Lágrimas de Sangre [WangXian].
FanfictionWei Ying estaba devastado de perderlo todo, incluso cuando sus problemas se vieron agraviados su pequeño hijo pago el precio, una verdad que jamás le dijo a Lan Zhan. Caería rendido en la Ciudad Sin Noche, donde Jefes de grandes clanes son testigos...