Perfectly Fine ||Larry||

Perfectly Fine

La vida de Harry era perfecta, desde el punto de vista de los demás, porque tenía un Alfa cariñoso, amable, bondadoso y carismático que lo trataba con amor. Se conocieron en la universidad, salieron, se gustaron, tiempo después se casaron y en su luna de miel formaron su lazo.

Tiempo después, Harry se sorprendió al saber que esperaba un cachorro de él y de su esposo. Todo iba perfecto. Tenía lo que siempre deseo desde pequeño, desde que escuchó a sus padres hablar sobre las almas gemelas. Queda demás decir que Louis se quedó con él todo el tiempo que duró su embarazo, Harry no se quejaba porque amaba en secreto la atención extra que recibía de parte de su esposo.

Su mundo se puso de cabeza cuando su cachorro nació. Su Alfa se volvió sobre protector con su pequeña familia, los primeros meses, no dejaba que absolutamente nadie se acercara a ellos a más de medio metro; incluso su familia debía aceptar que su esposo se pusiera modo Alfa cavernícola si deseaban verlos al menos unos minutos.

A puertas cerradas, cuándo todos se retiraban a sus hogares, Louis se quitaba , por así decirlo, su armadura y se convertiría en un Alfa bobo.

Todo estaba perfectamente bien.

Cuándo su bebé creció, Harry, decidió buscar trabajo para ejercer su profesión. Una noche lo habló con su esposo y bajo demasiadas amenazas sobre cuidarse mucho en especial cuándo Louis no estaba para hacerlo, aceptó y le dió muchos besos y abrazos y poniendo atención a su lazo de unión.

Pero no crean que le dió esa advertencia porque Harry era dependiente de Louis, no, no, no... Lo decía porque el lazo que compartían era demasiado estrecho y podían sentir cuando las cosas estaban yendo mal o bien.

"Estoy muy orgulloso de ti, amor."

Esa fue su motivación, deseaba que continuarán sintiéndose orgullosos de él, quería sentirse orgulloso de él mismo. Los primeros meses no logró encontrar un buen trabajo pero afortunadamente lo contrataron en una cadena televisiva bastante–demasiado–reconocida.

Cuando Harry inició los primeros días fueron bastante tranquilos y agradables porque todos eran amables con él. Harry era super tímido y muy amable con todos  sus compañeros de trabajo. Todos andan de aquí para allá todo el tiempo lo que causó que Harry casi el tiempo estuviera de arriba para abajo cumpliendo con su trabajo y casi nunca pudiera entablar una conversación con alguien más.

No recuerda cuando pasó ni siquiera cuando inició todo, pero si recuerda cuando lo causó. Cuando deseaba no volver a ir a ese trabajo.

Era un día cualquiera en la televisora y Hannah y Michael habían mencionado que estaban algo cansados entonces Harry muy amablemente les trajo algo para comer y que se sintieran más aliviados.

Ese día marcaría su vida para siempre.

Harry no hacía solamente el trabajo que le correspondía sino también hacía trabajos extra para poder quedar en el puesto que había solicitado porque al parecer los ponían a prueba por casi seis meses.

Al principio trato de verlo de una buena manera, pensando que así podría obtener el empleo y poder aportar dinero en su hogar. Pero después todo comenzó a salirse de control.

Le daban más trabajo del que podía terminar y mucho más que hacer de lo que podía soportar. Llegaba a casa demasiado tarde, casi alcanzando la media noche, demasiado cansado como para hacer nada más que dormir. Extrañaba mucho a su esposo y a su hijo, casi nunca los veía por estar pendiente en el trabajo.

Y cómo si no fuera suficiente con el trabajo le pedían o más bien obligaban a traer sus almuerzos y bebidas, y Harry no tenía derecho a molestarse. El supervisor estaba de acuerdo con ese trato y Harry estaba al borde de un acantilado.